Una década sin precedentes: El año 2021 ha llevado a las criptomonedas a niveles sin precedentes
Los retos estimulan el progreso. La tecnología, como la vida misma, no puede ser estática. Solo la dinámica estimula los cambios positivos. En medio del colapso del mercado de criptomonedas a mediados de mayo, muchos inversores minoristas e institucionales empezaron a perder la fe en el brillante futuro de las criptomonedas en general y de Bitcoin (BTC) en particular. Corporaciones e instituciones, ballenas y adoptadores pioneros convergieron en un único impulso: Internet se vio desbordado por una ola de desconfianza hacia la “criptomoneda número uno” como el mejor activo de refugio, superior al oro y a todo lo que se había inventado antes.
Hay que ver el panorama completo aquí para darse cuenta de lo que está pasando. La última vez que el mercado sufrió pérdidas más o menos comparables y significativas fue hace un año, en marzo de 2020. Este año, las ventas por pánico causadas por una serie de eventos negativos —la cruzada de Elon Musk en Twitter contra BTC, los rumores del caso judicial contra Binance y las últimas medidas enérgicas contra las criptomonedas por parte del gobierno chino— traen a la memoria el tremendo colapso de los activos digitales que alcanzaron la cúspide en diciembre de 2017 y el subsiguiente “criptoinvierno”.
Sin embargo, muchas personas que tienen poca comprensión de cómo funciona el mercado de criptomonedas no se dan cuenta de la profundidad de los cambios que el espacio ha atravesado en los últimos años. Las emociones son el peor enemigo de un inversor o trader en un ecosistema de activos digitales de rápido crecimiento. Vale la pena mirar desapasionadamente los hechos y analizar los cambios para comprender el verdadero valor de los ecosistemas que crecen en el suelo fértil de la blockchain.
El viento del cambio
La mentalidad de la inversión ha cambiado en los últimos años. Aunque sigue estando dominada por un componente altamente especulativo, también existe una aplicación práctica para la liquidación. Los inversores han pasado de las especulaciones a corto plazo al juego a largo plazo. El número de cajeros automáticos de Bitcoin se ha duplicado desde 2020. Este espectacular aumento demuestra claramente una creciente demanda de los mayores criptoactivos del mundo. De ser un nicho, la industria de las criptomonedas ha evolucionado hasta convertirse en una industria multimillonaria.
Las stablecoins —que son tokens vinculados a su correspondiente activo fiat, como el dólar estadounidense, el euro, etc.— han ganado un peso significativo en 2020-2021. Por ejemplo, con la aparición de nuevas plataformas conocidas como protocolos financieros descentralizados, o DeFi, aparecieron oportunidades para ofrecer beneficios sin riesgos del activo principal. Estas plataformas no son más que programas distribuidos que proporcionan servicios de compensación, custodia y liquidación. Cada año se llevan un trozo más grande del pastel de las instituciones financieras tradicionales. El aumento de la actividad en el entorno de las plataformas de negociación descentralizadas también se ha producido porque no tienen las mismas vulnerabilidades comunes que las plataformas de negociación centralizadas en su infraestructura.
Los exchanges descentralizados superan a los centralizados en términos de volumen de trading, demostrando un crecimiento de mil veces en los volúmenes de trading solo en el último año. Las interfaces para interactuar con DeFi pueden ser creadas por cualquier programador en cualquier lugar del mundo, y la esencia de esta interacción es el desarrollo de un ecosistema financiero que funciona en la blockchain global. Por el momento, la capitalización de mercado de DeFi ha alcanzado más de 100,000 millones de dólares, y sin duda esta tendencia continuará pronto.
Hablando de ejemplos, podemos esbozar que incluso grandes empresas como Deutsche Telekom han abandonado las blockchains privadas y están estudiando la infraestructura pública, apoyando nodos en redes como Ethereum, Solana, Algorand, Celo, etc. Este hecho sugiere que el mundo de las finanzas descentralizadas está ganando terreno en el mercado global de los servicios de compensación, custodia y liquidación, al igual que Bitcoin se había asegurado el estatus de activo de refugio, desbancando al oro de su trono.
Observamos que la demanda de las empresas se aceleró cuando las tasas reales de los depósitos en dólares se volvieron negativos (tasa del banco central menos inflación). Las expectativas inflacionistas se han intensificado durante el último año, alimentando la demanda de preservación del capital a largo plazo. En la actualidad, Bitcoin se está ganando con éxito los corazones y las mentes no solo de los especuladores y los fondos de cobertura que, al darse cuenta de la inevitabilidad de la devaluación de los saldos en dólares, votan con su dinero y transfieren parte de la liquidez del tesoro a los activos digitales.
Todavía hay desafíos
Mientras tanto, continúan las divergencias en el enfoque normativo. Algunas jurisdicciones han creado proyectos de ley, pero no tienen aplicación práctica. Al mismo tiempo, otros países están apenas en el inicio del camino para crear regulaciones, y algunos prohíben banalmente el uso de criptomonedas: la reciente postura de China es un ejemplo de ello.
En Estados Unidos, por ejemplo, se permitió a los bancos prestar servicios de custodia de activos de criptomonedas. Los mercados emergentes de países como China, Rusia e India se mantienen al margen, pendientes de lo que se presenta, permaneciendo en la incertidumbre y tratando de propagar algo a nivel estatal, ofreciendo a los potenciales inversores el llamado “caramelo tecnológico”. Por desgracia, en la práctica, todos los proyectos que llegan a nivel mundial suelen trasladarse a otras jurisdicciones, lo que es muy triste.
El futuro del sector de las criptomonedas es sin duda optimista. Cualquier periodo de “limpieza” y vertido de los contrapesos de los precios, de corrección y de descenso, debería percibirse como otra ronda de evolución. En un futuro próximo, cabe esperar que los inversores cambien su atención del seguimiento meticuloso del mercado, la publicidad exacerbada de las monedas (que no tiene ningún valor para la comunidad) y la expectativa de nuevos récords de precios a la construcción de productos en áreas en desarrollo. La esfera de las criptomonedas espera la aparición de interfaces más cómodas, fiables y accesibles para los inversores convencionales que interactúan con el mercado de activos digitales, así como de blockchains de generación 3.0, por los que estallará una feroz competencia en los próximos años.
Este artículo no contiene consejos o recomendaciones de inversión. Todas las inversiones y trading implican un riesgo, y los lectores deben llevar a cabo su propia investigación a la hora de tomar una decisión.
Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados aquí son únicamente del autor y no reflejan ni representan necesariamente los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph.
Gregory Klumov es un experto en stablecoins, cuyas ideas y opiniones aparecen regularmente en numerosas publicaciones internacionales. Es el fundador y CEO de Stasis, un proveedor de tecnología que emite las stablecoins respaldadas por euros más utilizadas con un alto estándar de transparencia en la industria de los activos digitales.
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