Un hombre y su “SCAM”: el esfuerzo de un desarrollador para hacer de su memecoin algo real

Puede que no conozcas a Dreesus, pero si has estado siguiendo el espacio cripto en los últimos meses es probable que estés familiarizado con su trabajo.

Tras el lanzamiento de su token Simple Cool Automatic Money (SCAM), el seudónimo desarrollador obtuvo la cobertura de una lista aparentemente interminable de medios convencionales y de criptomonedas, incluyendo Vice, The Wall Street Journal, Benzinga, Mic, The Verge, The Week y CNBC, entre otros.

Lanzado a principios de mayo en el pico de la burbuja de las monedas basadas en memes, SCAM era en parte un experimento (Dreesus nunca había lanzado un token antes) y en parte un esfuerzo por burlarse de otras shitcoins sobrevaloradas. Sin embargo, en medio de todo el revuelo, de alguna manera se las arregló para despegar contra todo pronóstico, y ahora su creador tiene la tarea de dirigir un proyecto de criptomoneda “Frankenstein” que comenzó esencialmente por accidente.

“Hay mucho que es más grande que yo actualmente… la gente pone dinero en esto, así que ahora tengo que hacer de esto algo útil”, dijo Dreesus a Cointelegraph en una entrevista en Miami.

“Una vez que puse esa moneda, ese pool de liquidez, una vez que hubo un gráfico, eso se convirtió en una conciencia fuera de mí. Tengo que utilizar todo lo que esté a mi alcance para mejorarlo”.

Los memes se hacen realidad

Parte de lo que impulsa a Dreesus es un ardiente deseo de demostrar que sus escépticos están equivocados. Apuntó en particular al corresponsal de la CNBC, Douglas Boneparthe, a quien describe como “un hijo de put* de la CNBC”.

La falta de investigación de los antecedentes es lo que le molestó: con unas pocas búsquedas rápidas en Google es fácil encontrar su nombre real, y a partir de ahí sus docenas y docenas de créditos en IMDB, es un exitoso director de producción que una vez tuvo dos programas consecutivos en un canal de máxima audiencia. Sin embargo, los medios insistieron en describirlo como un “Tik-Tokker”, una etiqueta infantil que él cree que fue diseñada para hacer que el éxito de su moneda pareciera una rareza.

It’s the year 2040. Lumber replaces the dollar as the world’s reserve currency, Scamcoin reaches a $1 trillion market cap and the top capital gains rate is 100%.

— Douglas A. Boneparth (@dougboneparth) April 24, 2021

Es el año 2040. La madera sustituye al dólar como moneda de reserva mundial, Scamcoin alcanza una capitalización de mercado de un billón de dólares y su tasa de ganancias de capital es del 100%.

“Hablan con desprecio de algo que no entienden. Estos [periodistas] siguen hablando de las mismas cinco empresas FAANG que poseen el 95% de la cuota de mercado, y luego hablan de las criptomonedas como si fueran un esquema Ponzi”, afirma.

La mejor manera de vengarse, según él, es aportando un valor real al mundo, algo de lo que los tertulianos arribistas no saben mucho, dice.

“Ahora me gusta hacerlos molestar. Me hace ir más fuerte. Voy a hacer algo que sea útil para este mundo, y ellos van a hablar de mi moneda. Fueron a la escuela diez, veinte años, hicieron todo esto de las finanzas y derecho, se abrieron camino desde el chico del café… y tienen que hablar de mi proyecto”, ríe.

En este momento, los planes para que el proyecto sea legítimo adoptan la forma de una plataforma educativa en la que Dreesus explica los fundamentos del uso de las aplicaciones y cadenas DeFi más populares. En su opinión, existe una profunda asimetría de información para los inversores ocasionales, todo aquello a lo que tienen acceso ya ha subido.

“Lo que intento enseñar a la gente es a ser de los primeros. Y se puede llegar temprano. No hay límites para nosotros, como los hay en las acciones, en ese mercado necesitas entre 5 y 10 millones de dólares para entrar en Coinbase a USD 0.2, y dicen ‘proteger a los inversores minoristas’… ¿vas a proteger a los inversores haciéndoles esperar hasta que las acciones estén a USD 400 y dejar que vendan las acciones sobre ellos?”

Ganadores y perdedores

Su perspectiva está algo sesgada, dado que creó un meme token que atrajo, en su máximo, USD 70 millones de liquidez, Dressus sabe mejor que la mayoría lo irracional que es este mercado. Su objetivo en la educación no es hacer que la gente piense que todos pueden ganar, de hecho, cree que la mayoría de la gente va a perder.

“Es parte del juego, es la vida, aunque pongas todo tu dinero en una cuenta de ahorros, no vas a ganar. Se trata de dar a la gente la oportunidad de ganar de verdad. Puede haber alguien ahora mismo con menos dinero pero más hambre que yo, y si le das las herramientas para salir ahí fuera, va a tener éxito. Algunas personas van a fracasar todo el día, les ayudes o no, pero mi objetivo es ayudar a la gente que puede ayudarse a sí misma”.

Es una posición para la que Dreesus será el hombre adecuado. Es locuaz sin esfuerzo, pero sin el menor atisbo de pretensión; en otra vida podría haber sido predicador. Además, hace poco alguien le señaló que es uno de los pocos desarrolladores negros en la industria, dijo, y por ello se siente obligado a seguir trabajando.

“Sé que he dedicado mi vida al espacio cripto… no sólo a mi proyecto, sino a lo que las criptomonedas pueden hacer por el mundo. Tengo tiempo para caer de culo un poco, y tengo tiempo más que suficiente para tener éxito”.

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