Top criptonoticias de la semana: Transacción récord de Bitcoin, último obstáculo para ver a BTC en 20K USD, proyección de posible venta masiva de Bitcoin y mucho más
Las inversiones de Paul Tudor Jones II, las inversiones de Square, las inversiones de MicroStategy, la llegada de PayPal y la llegada de la nueva criptomoneda de JP Morgan Chase. Todo esto en plena pandemia. La noticia de todos estos eventos ha llegado a los oídos de Wall Street. La palabra “ Bitcoin” está sonando como un trueno. No es muy difícil entender las razones tras el actual clima de optimismo. Claro que hay razones para el optimismo.
Pero la desaceleración de estos últimos días es prueba de que no podemos caer víctimas de la codicia con tanta facilidad. Vamos con calma. Poco a poco. El camino es largo y está repleto de altibajos.
Ahora bien, hablemos de las noticias más leídas de la semana.
Como ya es costumbre en estos casos, conocemos el pecado, pero no el pecador. Un hodler anónimo acaba de completar la mayor transacción en dólares de la historia de Bitcoin. Estamos hablando de 88.857 BTC para ser exactos. Y las monedas fueron confirmadas en el bloque 654.364, el 26 de octubre, pagando una comisión de tan solo 3.58 dólares. La transacción rompió récord en términos de valor en moneda fiat. El récord anterior se estableció el pasado mes de abril por una cuenta de Bitfinex.
El honor de ser la transacción más alta en BTC lo tiene el Exchange Mt. Gox en el 2011 por un monto de 550.000 BTC con un valor en fiat, para el momento, 1.32 millones de dólares. Los tiempos cambian.
Lo que más me gustó de esta noticia es que se reportó el hecho, pero no se le atribuye a la ballena ninguna responsabilidad en relación al precio de Bitcoin. La misteriosa ballena, en este espacio, con frecuencia se usa como explicación para lo que no tiene explicación. En esta oportunidad, afortunadamente no caímos en esa tentación.
Si Tim Cook de Apple comenta en una entrevista que el valor de Apple (valorada actualmente en más de 2 billones de dólares) se ubicaría en 8 billones de dólares en los próximos años, diríamos que está exagerando. Es probable que los analistas reciban sus estimaciones con gran escepticismo. Porque no es lo mismo aumentar en millones que en billones. Una compañía de mil millones de dólares podría convertirse en una compañía de 200 mil millones en poco tiempo. Pero saltar de 200 mil millones a 8 billones es una hazaña completamente distinta.
Digamos que llevamos una vida sedentaria y un buen día comenzamos a trotar registrando nuestro proceso en un diario. Durante los primeros meses, notaremos procesos exponenciales. Nuestra resistencia física se podría multiplicar muchas veces. Y, después de varios meses, seguramente seremos más veloces. Podríamos ser tan buenos que es posible pensar en correr en las próximas Olimpiadas. Si usamos nuestro proceso inicial para hacer nuestras proyecciones, eso significa que en cuestión de 10 años estaríamos corriendo a la velocidad de la luz. En otras palabras, se nos olvidó tomar en cuenta los límites de la física y la biología. En la comunidad Bitcoin, en el momento de realizar proyecciones, olvidamos con frecuencia tomar en cuenta los límites del capital. Hacemos las proyecciones asumiendo que el capital es infinito.
Bitcoin en 500 mil, en un millón y en 10 millones. Se habla de billones como si se tratara de granos de arroz. El oro cuenta con una capitalización superior a los 8 billones de dólares. Pero el oro es una pieza clave en la economía mundial. Muchas cosas deben pasar primero para que Bitcoin alcance el mismo estatus. No es cuestión de meter números en una calculadora.
Los gemelos Winklevoss son parte interesada. Son tenedores de Bitcoin, como muchos de nosotros. A todos nosotros nos conviene que Bitcoin suba de valor. Sin embargo, a veces hay que pisar tierra. Y recordar, de vez en cuando, que el capital disponible en el mundo no es infinito.
De pronto, todavía es muy prematuro hablar de 500 mil dólares por unidad. Pero la meta de los 20 mil sí es una meta mucho más accesible. En el 2017, los fundamentales de Bitcoin no justificaban esa valoración, pero pienso que hemos crecido lo suficiente para merecer este precio ahora. No es la primera vez que estamos aquí. En el pasado, hemos estado aquí y al poco tiempo retrocedimos. Me temo que todavía es muy temprano para cantar victoria. Debemos hacer muchas más exploraciones y más pruebas con el precio primero. No será fácil y aún debemos ver cómo terminamos el año.
Pero todo parece indicar que el 2021 será el año para superar nuestro antiguo máximo histórico. Ahora que estamos en la euforia muchos piensan que alcanzaremos esa meta en un par de rallies. Pero seguramente la lucha por los 20 mil será más accidentada de lo esperado. La buena noticia es que hoy estamos más cerca que nunca. Esta vez podríamos cruzar la meta y mantenerla.
Bueno, es lógico que encontramos un techo después de semejante ascenso. En el momento que la vecina y el amigo del abuelo te llaman para decirte que están pensando comprar Bitcoin es cuando uno se da cuenta que la codicia está por las nubes y el precio va caer en picado. La cuestión no es que haya ventas en el tope. Eso es normal. Muchos de nosotros vendimos algo en el tope. Lo interesante es ver la fortaleza del nuevo soporte. Hemos podido caer más. Sin embargo, la corrección fue sumamente modesta. Es decir, no fue una venta tan masiva. Buena señal.
He aquí un problema. Se están usando viejas herramientas para regular nuevos instrumentos. Esto implica que todo es más interpretación que ley. Esto representa un problema para todos, porque las reglas del juego no están muy claras. No es bueno para las autoridades. Y no es bueno para Bitcoin. La ambigüedad regulatoria es perjudicial para la industria. Y nunca falta un funcionario de algún ente regulador que quiere la cabeza de alguien como trofeo para justificar su sueldo.
Parte del problema es que los reguladores van a paso de tortuga con las nuevas regulaciones. Y la comunidad Bitcoin es demasiado anárquica como para presentar propuestas colectivas. Lo que quiere decir que las criptoempresas están caminando sobre hielo. Al no haber claridad regularía, cualquier acción puede ser una falta.