Top criptonoticias de la semana Bitcoin pudiera llegar a los 50.000 dólares, nueva criptomoneda sube 1,490% en un mes y mucho más
En lo que se refiere a Bitcoin, el evento estelar de esta semana fue la ruptura desganada de la resistencia de los $12K. Claro que no llegó a nada. Fue un rompimiento sin fuerza que formó un soporte sumamente débil. Eso se volvió evidente desde el principio. En otras palabras, no tuvo breakout.
Necesitamos más pruebas. Lo ideal es romper con un repunte de por lo menos 10%. O sea, romper e ir a los $13K. Luego, mantenernos ahí por varios días. Al superar el máximo del 2019, ya podemos ir pensando en superar el máximo histórico. Y, al superar nuestro máximo histórico, ahí sí la cosa cambia. Nuestro destino sería duplicarse. O sea, la carrera por los $40K. En cuestión de meses o en un par de años. No lo sé.
¿Volveríamos a estar por debajo de los $10K este año? Lo dudo mucho. Todavía es posible, pero muy improbable. Con Wall Street en la cúspide de la montaña y con un nuevo paquete de estímulos a la vuelta de la esquina, la balanza está a nuestro favor. ¿Hasta cuándo durará la consolidación? Tampoco lo sé, pero el tiempo nos favorece porque nuestro piso se va endureciendo.
Ahora bien, hablemos de las criptonoticias más leídas de la semana.
Yo había escuchado argumentos rebuscados. Pero algo como esto ya es demasiado. Lo que básicamente está pasando aquí es que quieren meter un elefante en una caja de fósforos. O sea, Bitcoin tiene que ser como el oro a toda costa. Es como el niño que quería un caballo para Navidad, pero le regalaron un perro. Entonces, se viste como jinete y anda por los campos montando en su “caballo”. Se cree el Llanero Solitario, pero en realidad todo es una gran ridiculez. Todo este asunto de forzar un casamiento (obligado) entre Bitcoin y el oro ya está llegando a niveles absurdos.
Max Keiser es como aquel primo que queremos y admiramos, pero cada vez que lo vemos no dejamos de pelear con él, porque no soportamos las sandeces que siempre dice. Eso es exactamente lo que me pasa a mi con él. Hace unos meses llamó “idiota” a Warren Buffett por no invertir en Bitcoin y ahora está diciendo que será el principal responsable por su subida a los $50k. Pero todo será al estilo del efecto mariposa. Es decir, la mariposa aletea un poco por aquí y en el otro lado del mundo tenemos un huracán.
Según el primo Max, el oro subirá porque Warren Buffett compró una compañía minera canadiense. Y la subida del oro impulsará la subida de Bitcoin en 4X. Ni Cantinflas habría podido articular un enredo así. No sé cuántos principios de la lógica Max rompió aquí con tantas falacias, pero si me dieran un dólar por cada una, seguramente podría comprar todo el oro del mundo. O sea que, si un buen día Warren Buffett decide comprar una bicicleta en vez de un Cadillac, esto quiere decir que SpaceX de Elon Musk subirá de precio como nunca. Solo en el mundo de Max.
Claro que estamos en una burbuja. Casi todo está sobrevalorado. La euforia está siendo alimentada por la codicia y no por los fundamentales. El mercado lleva años sobrevalorado. Eso no es nuevo. Por años, hemos tenido un crecimiento generado con déficit. Antes del coronavirus, los números estaban bien en papel. Pero las señales de agotamiento eran claras. La economía se ha mantenido viva mediante los artificios monetarios de Papá Estado. La crisis del coronavirus fue una bajada de marea y nos reveló que en realidad estábamos desnudos. ¿La solución? Lluvia de billetes.
En medio de una crisis terrible, los mercados financieros ya se recuperaron del crash de marzo y borraron por completo las pérdidas. Es decir, aquí no ha pasado nada. Los billetes nos llegan hasta el cuello, pero en el fondo todos sabemos la cruda verdad. Todavía estamos desnudos. Siguen los artificios y siguen la magia de nuestra hada madrina, la Reserva Federal.
Ahora bien, nadie sabe a ciencia cierta cuándo exactamente explotará la burbuja, pero podemos apostar que los estímulos no pararán antes de las elecciones presidenciales de noviembre. Claro que esto no implica (necesariamente) que los estímulos pararán después de las elecciones. En todo mandato, los 100 primeros días son claves y bien sabemos que se debe comenzar con fuerza. Trump seguro querrá seguir con los estímulos. Y Biden, pese a no ser el candidato preferido de Wall Street, con toda probabilidad buscará un generoso paquete. ¿Colapsará el mercado si gana Biden? Es posible. A corto plazo. Pero debemos recordar que los demócratas son más agresivos que los republicanos en materia fiscal. Sus estímulos serán más grandes.
¡Qué viva España! ¡Qué sabroso el aceite de oliva! Con todo esto del coronavirus, el turismo ha recibido un duro golpe en todas partes, pero España es particularmente dependiente de esta industria. Pero afortunadamente está la agricultura. Importando aceite de oliva de Italia fue que Don Vito Corleone hizo su fortuna. En aquella época no existía la tecnología blockchain y el mercado se organizaba a la manera Corleone de hacer las cosas. Pero blockchain ha llegado a Andalucía. ¡Olé! El trabajador del campo con frecuencia cae en manos de cadenas de comercialización muy ineficientes que terminan beneficiando al hombre del medio. He aquí una solución.
Lamentablemente, uno suele enterarse demasiado tarde de oportunidades como esta. Más allá de las bondades o vicios del proyecto como tal, desde el punto de vista especulativo, 1,490% en un mes es una cifra que impresiona.
¿Por qué tanto alboroto con Yearn Finance (YFI)? Bueno, lo primero que debemos mencionar es el suministro reducido. Sobre todo, para ser una altcoin. Solo 30 mil unidades. Entonces, aquí la escasez hace su magia.
Por otro lado, hay varios factores que podrían estar en juego aquí. Considerando que es un proyecto que solo tiene un mes. Por brevedad lo resumiré así: Efecto Binance, Efecto Defi-mania, aire alcista del momento y FOMO (alimentado por las criptocelebridades).
Cada vez que alguien me comienza a hablar de futuros me da dolor de muela. Los futuros son como un pase gratis para el analista que no sabe muy bien lo que está pasando, pero debe escribir un artículo rápido antes de la hora de cierre (chiste). “Bitcoin subió” Los futuros. “Bitcoin bajó” Los futuros. Es como el comodín de la misteriosa ballena que está detrás de todo lo que pasa. Es como el duende de antaño que se utilizaba para explicar lo inexplicable. Futuros esto y aquello. No sé. En mi experiencia, los futuros emiten demasiadas señales falsas.