Top criptonoticias de la semana: Bitcoin camino a un nuevo máximo histórico, los planes de Facebook para Diem, controles cambiarios más estrictos en Argentina y más
Al parecer, esta semana también cerrará en verde. Lo que vendría siendo la segunda semana consecutiva en positivo. ¿Por qué tanto optimismo? Sencillo. Los ingresos corporativos. En otras palabras, pese a la inflación y al “tapering” de la FED, los negocios están haciendo dinero. Y eso es lo que tiene más peso. Para los inversores, los ingresos son lo primero. Estamos en la presencia de una gran recuperación. Y los buenos resultados empresariales están impulsando alzas.
El sector financiero, en particular, es el principal responsable de esta buena racha. O sea, los bancos registraron buenos numeros en sus últimos reportes. JPMorgan, Bank of America, Citi, Wells Fargo, Goldman Sachs y Morgan Stanley tuvieron números mejores de lo esperado. ¿El fin de la banca? No lo creo. Las preocupaciones macroeconómicas y monetarias pasan a un segundo ante la presencia de unos buenos ingresos corporativos. Así de sencillo.
Mientras tanto en el espacio cripto, todos estamos muy pendientes del precio de Bitcoin. En esta oportunidad, el precio está tratando de romper nuevamente la gran barrera de los USD 60.000. Sin embargo, la tarea no es tan fácil. No se trata solamente de romperla. Romperla es relativamente sencillo. Lo que se quiere es una ruptura importante y definitiva. Todavía es posible, pero necesitamos más fuerza. Todo lo que tiene que ver con la posible aprobación de un ETF de Bitcoin es combustible para esta fogata. Necesitamos más fuego.
Ahora bien, hablemos de las criptonoticias más populares de la semana.
Nunca subestimes el poder de la codicia. Estamos hablando de un proyecto especulativo por excelencia. Se trata de un meme coin, inspirado por un meme coin. ¿Fundamentales? No lo creo. Lo que, en realidad, tenemos es una moda. Tenemos un perrito, un Elon Musk y un grupo de personas buscando grandes ganancias. Un mercado pequeño, de poca liquidez y alta volatilidad, reacciona explosivamente con la promoción adecuada. ¿Cuál es la señal? Los tuis de papá Musk, el rey del Pump and Dump.
Aquí no pretendo decir que comprar Shiba Inu sea una terrible idea. Si lo que quieres es adrenalina pura, esta puede ser una opción para ti. No obstante, hay que tener mucho cuidado. No seas ingenuo. Este es un activo de altísimo riesgo. Se trata de algo que sube y baja violentamente. Se puede ganar, pero también se puede perder. Es un esquema altamente especulativo.
Seguimos hablando de la controvertida moneda de Facebook. Todo suena de las mil maravillas. Sin embargo, volvemos a lo mismo: La regulación. Facebook con su propia moneda global es probablemente demasiado. No lo sé. Pero el gran obstáculo en este caso es la regulación. Estamos hablando de una gigantesca red global perfectamente entrelazada. ¿Ahora con su propia moneda?
Facebook no está en la cúspide de la popularidad en estos momentos. Lo que significa que seguramente los políticos no le colocarán una alfombra roja al proyecto. Bien se sabe que el proyecto original no va. En todo caso, estaríamos hablando de un proyecto bastante modificado. ¿Podría Facebook convencer a los reguladores? ¿Cuáles serán los términos? ¿Qué países sí? ¿Qué país no?
La popularidad de las criptomonedas en países como Argentina y Venezuela se vincula estrechamente con los controles cambiarios de dichos países. Me refiero a la fuga de capitales por vías extraoficiales. O sea, el mercado negro de divisas. Lo que implica que esas restricciones son más una expansión del control cambiario existente que un ataque a las criptomoneda per se. Es el Gobierno buscando evitar la fuga de capitales.
El dólar es muy buscado en Argentina y en Venezuela. Sin embargo, la vía oficial presenta muchas restricciones. Entonces, muchos se valen del mercado de las criptomonedas para obtener dólares en el extranjero. En fin, en estos países, el dólar y las criptomonedas son grandes aliados.
Curiosamente, muchos analistas malinterpretan los datos de volumen en estos países. Se piensa que la popularidad de las criptomonedas en estos países se debe a una elevada adopción comercial. Y no se menciona su importancia en el mercado de divisas.
Siempre me ha llamado la atención que los analistas en este espacio rara vez mencionan la liquidez del dólar y el optimismo de los inversores en general como una variable de importancia para el precio. Al parecer, Bitcoin es una isla totalmente desconectada del mundo exterior. La política monetaria no importa. La economía no importa. Lo único que importa son las gráficas del pasado y los halvings.
¿Por qué tanta ceguera? Ideología. No es fácil para un criptoconservador reconocer que el precio de Bitcoin sube gracias a las políticas de la Reserva Federal. Los conservadores suelen ser pesimistas, porque son antisistema. Pero, irónicamente, el precio de Bitcoin reacciona muy bien ante el optimismo. He ahí el meollo. La solución, hasta ahora, ha sido pretender que Bitcoin es una isla. ¿Por qué sube el precio? La gráfica, la adopción, el having y el suministro. Es prácticamente un pecado buscar explicaciones en el mundo exterior. Lo que es una práctica bastante ridícula. Pero la ideología es así. Y, en este espacio, es la ideología lo que más abunda.
La proliferación de nuevos juegos incrementa la volatilidad. El incentivo es siempre ir por lo nuevo. Lo que implica que las personas se retiran de los juegos viejos para ir a los juegos nuevos. En consecuencia, se crea inestabilidad. Los inversores saben muy bien que el secreto es llegar temprano, porque los juegos se van volviendo menos rentables con el tiempo. Antes fue Axie Infinity. Ayer fue Plant vs Undead. Y mañana será otro. El negocio de los juegos es como el negocio de los restaurantes. Hay mucha competencia. Lo nuevo se vuelve una moda. Pero todo pasa demasiado rápido. Lo nuevo siempre es remplazado por lo más nuevo.
En fin, debemos esperar volatilidad. No es una sorpresa. Es el pan nuestro de todos los días. Vendrán más juegos. Y el dinero saltará de un lugar a otro. Lo nuevo se hará popular. Y luego lo más nuevo se hará más popular. ¿Estabilidad? Difícilmente.