ShapeShift: las stablecoins algorítmicas prometen reducir la volatilidad
Las prometedoras innovaciones en DeFi han dado lugar a una nueva generación de stablecoins que tienen el potencial de reducir la volatilidad y promover una mayor descentralización, según un nuevo informe de investigación de ShapeShift.
En su último estudio de investigación, New Frontiers, ShapeShift explora el reciente crecimiento de las “stablecoins algorítmicas”, que describe como criptomonedas que se ajustan automáticamente la oferta de un activo y otros parámetros importantes para reducir la volatilidad. El autor, Kent Barton, que dirige la investigación y el desarrollo en ShapeShift, se centra en tres activos: RAI, FRAX y FEI.
Barton resume la propuesta de valor potencial de las stablecoins algorítmicas de la siguiente manera:
“La noción básica aquí es que si un protocolo de stablecoin tiene la capacidad de gestionar automáticamente la oferta acuñando y quemando activos en respuesta a las condiciones del mercado, puede garantizar que el activo se mantenga cerca de su precio fijado. Esto puede conducir a una menor dependencia de la gobernanza, así como a menores requisitos de colateralización”.
El autor explica que las stablecoins basadas en algo se diferencian de sus homólogas respaldadas por fiat y colateralizadas por criptomonedas, pero también señala que las variantes algorítmicas y las cripto-colateralizadas no son necesariamente excluyentes. Estas stablecoins “están respaldadas hasta cierto punto, pero también cuentan con mecanismos dentro del protocolo para gestionar la oferta y reducir la volatilidad”, dijo.
RAI, FRAX y FEI han recibido diversos niveles de apoyo de la comunidad cripto, aunque FEI es la mayor de las tres en términos de capitalización de mercado, con unos USD 350 millones. En comparación, FRAX tiene un valor total de mercado de USD 245 millones, mientras que RAI está valorada en unos USD 28 millones, según los datos de Coingecko.
RAI sigue un protocolo de “precio de reembolso” que se dirige a las ventas en el mercado secundario, lo que le permite mantener la estabilidad frente al activo subyacente basado en ETH a lo largo del tiempo. Barton dice que RAI es una mejor opción para los traders frente a los inversores a largo plazo.
FRAX está colateralizada por USDC, aunque su respaldo total es siempre menor que el suministro de FRAX. Esto hace que esté infra-colateralizada y que el mecanismo de estabilidad se apoye en el uso de USDC en lugar de ETH.
FEI difiere notablemente de estos proyectos al utilizar una curva de vinculación que vende FEI por ETH. La riqueza que entra en el sistema se bloquea en algo llamado Protocol Controlled Value (lit, “Valor Controlado por Protocolo”), que se utiliza para mantener la vinculación a través de la gestión de la liquidez en los exchanges.
Barton concluye afirmando que las stablecoins algorítmicas están todavía en sus primeras etapas, lo que significa que su éxito está lejos de estar garantizado. No obstante, esta clase de activos emergentes es única por su perfil regulatorio, su impacto potencialmente positivo en el espacio DeFi y su capacidad para facilitar casos de usos específicos.
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