Real y Digital: cómo los cajeros automáticos pueden mejorar la experiencia bancaria de los nuevos tiempos
Quienes viven en las ciudades, especialmente en los centros urbanos más grandes de Brasil, ciertamente deben estar de acuerdo en que la rutina es más digital que nunca. Hay aplicaciones y pantallas para casi todo, incluido el momento de los pagos, citas personales y profesionales como también para hacer ejercicios. A raíz de este proceso de digitalización, hoy nos enfrentamos a una nueva era, y se espera cada vez más que Open Banking traiga más innovación a la vida de los clientes. Pero tranquilos: aún con este movimiento, lo cierto es que estamos lejos de abandonar el mundo físico y determinar el fin del efectivo.
Para Matheus Neto, la explicación está en nuestra propia realidad. Según datos de una encuesta reciente promovida por TecBan y publicada por el Instituto Locomotiva, casi dos tercios de la población brasileña (63% de los encuestados) utilizan dinero físico en sus transacciones. Entre los que más utilizan billetes y monedas, destacamos que más del 30% de los encuestados de las clases C, D y E utilizan este medio de pago de forma prioritaria. Pero está mal que este sea un extracto específico. Por el contrario, lo que esta investigación refuerza es que la sociedad en la que vivimos es diversa hasta el punto de decir que lo digital y lo físico pueden, muy bien, coexistir.
“Por eso mismo, es vital que pensemos en puentes que permitan a las personas usar estos dos lados de una manera inteligente y armoniosa. Es precisamente en este punto que los cajeros automáticos pueden asumir cada vez más un papel como enlace en este ecosistema conectado. Permitir que las personas accedan a las redes de manera práctica, sin limitar la presencia de billetes es fundamental”, dice Matheus.
Las soluciones de autoservicio representan un gran elemento en la industria bancaria. En estos tiempos de Open Banking, los cajeros automáticos tienen el potencial de asumir la posición de agencias digitales que convergen servicios electrónicos, numerosos canales de atención y la experiencia física deseada por los clientes.
Un punto importante para este escenario es que el 86% de los encuestados en el estudio realizado por Instituto Locomotiva hace uso de cajeros automáticos, y que a 7 de cada 10 de los entrevistados les gustaría tener una red más completa de terminales. Esto significa que la relevancia de estas máquinas sigue siendo destacada, incluso cuando las aplicaciones y las herramientas digitales también están ganando terreno.
“No se trata de cambiar uno por otro, sino de redefinir lo que ya existía para que los clientes tengan, de hecho, un portafolio de soluciones realmente amplio y eficiente”, agrega Matheus.
El dinero físico siempre será una realidad en una economía basada en el comercio local, como hemos visto en Brasil. Además, es parte de la costumbre de algunas personas creer que están más seguros al elegir este medio de pago o incluso obtener descuentos al preferir el “efectivo” y poder controlar mejor sus impulsos de compra. Tenemos que sumar oportunidades.
Open Banking traerá nuevos productos financieros, abriendo espacio para la innovación y nivelando el campo de juego tanto para personas como para empresas. Además, añadirá interoperabilidad al mundo bancario, lo que permitirá que surjan nuevas experiencias. Sin embargo, el acceso a diversas opciones financieras, de pago y de crédito, seguirá siendo esencial.
Según el gerente de soluciones de hardware de Diebold Nixdorf, una terminal de autoservicio es esencial como alternativa para facilitar aún más las transacciones para todos. Después de todo, el acceso a los métodos de pago en línea depende de la ubicación, el nivel de conexión, la familiaridad con los sistemas y muchos otros factores. Por eso debemos mantener vivas las diferentes opciones y fortalecer un mundo híbrido. De esta manera, es posible superar desafíos, como la falta de sucursales bancarias o la mala cobertura de conexión en regiones más remotas.
“Sí, es un hecho que, en los próximos años, los métodos alternativos de pago digital serán cada vez más aceptados. Aun así, la población seguirá utilizando el efectivo en su vida diaria, ya que es una forma rápida, cómoda y segura de pago, y muy amplia aceptación“. afirma.
Por eso, tener dinero a la mano es fundamental para la inclusión financiera de millones de personas. También es clave facilitar el acceso a ofertas y recursos digitales, para todos. En ambos puntos, los cajeros automáticos pueden ayudar, ya sea ayudando a girar la rueda de la economía local, con depósitos y retiros, o consolidando una nueva oferta de contacto para atender y estimular la relación entre los clientes (incluidas las pequeñas y medianas empresas, los clientes tradicionales) y los bancos. Las soluciones de autoservicio son un remedio para reducir cualquier brecha en el acceso a los servicios, físicos o digitales. En cada máquina siempre habrá un puente disponible para aquellos que quieran ir y venir de un lado a otro de la experiencia bancaria. No ofrecer esta posibilidad, por tanto, es renunciar a una posibilidad real de construir una relación eficiente con el público de ahora y de mañana.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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