¿Qué harán el BCE y la Fed con los tipos de interés: detenerlos o aumentarlos?
¿Sabes qué es lo que más preocupa a los inversores esta semana? No, no es el precio del petróleo, ni el cambio climático, ni siquiera el último capítulo de la serie de moda. Lo que más les inquieta es saber cuándo y cómo van a dejar de subir los tipos de interés los bancos centrales. ¿Y por qué les importa tanto? Pues porque los tipos de interés son el precio del dinero, y eso afecta a todo: a las hipotecas, a los créditos, a las inversiones, a la inflación…
Los bancos centrales llevan un tiempo subiendo los tipos para frenar la inflación, que es cuando los precios suben más de lo normal. Pero no pueden subirlos indefinidamente, porque eso también tiene consecuencias negativas para la economía. Por eso, tienen que encontrar el punto justo en el que los tipos sean suficientemente altos para controlar la inflación, pero no tanto como para ahogar el crecimiento. Ese punto se llama punto final, y es el que están buscando ahora con mucho cuidado y mucha paciencia.
Esta semana se reúnen la Reserva Federal de EEUU y el Banco Central Europeo, que son los bancos centrales más importantes del mundo. Todos los ojos están puestos en ellos, porque de sus decisiones depende el futuro de la economía global. ¿Encontrarán el punto final? ¿Cuánto tardarán en hacerlo? ¿Qué harán después? Estas son las preguntas que se hacen los inversores, y que quizás tú también deberías hacerte. Porque, al fin y al cabo, el dinero mueve el mundo, y los tipos de interés mueven el dinero.
El Banco Central Europeo (BCE) ya nos ha avisado de que va a subir los tipos un poco el jueves, porque dice que la economía se está recuperando y hay que controlar la inflación. Eso significa que nos va a salir más caro pedir un crédito o una hipoteca, pero también que vamos a ganar más por nuestros ahorros. Pero esta no será para tanto, solo va a ser un pequeño ajuste.
Pero la Reserva Federal está más indecisa. Su jefe dijo que iba a esperar, porque no quería frenar la recuperación económica con una subida de tipos. Pero resulta que la inflación y la economía siguen altas, así que quizás tenga que subirlos también. El problema es que no sabemos cuándo ni si lo hará, y eso genera incertidumbre en los mercados. Los inversores no saben si comprar o vender, si apostar por el dólar o por el euro, si confiar en la Fed o en el BCE.
Según algunos expertos, como los del Bank of America, la economía estadounidense está aguantando bien el chaparrón de la pandemia y la inflación, y la Fed podría dar pistas de que, aunque no suba los tipos ahora, lo hará pronto. Para confirmar esta hipótesis, habrá que estar atentos al dato de inflación que se publicará pronto, justo cuando empiece la reunión de la Fed. Si el dato sale alto, puede que la Fed se ponga nerviosa y decida apretar el botón rojo.
Pero no hay que descartar una sorpresa. La semana pasada, dos bancos centrales, el de Australia y el de Canadá, subieron los tipos sin avisar. Dijeron que la inflación sigue siendo un problema y que hay que combatirla con más fuerza. ¿Será la Fed tan valiente como ellos? ¿O preferirá esperar a ver cómo evoluciona la situación? Lo sabremos pronto. Mientras tanto, crucemos los dedos y confiemos en que la Fed no nos dé un susto.
¿Subirá el Fed los tipos de interés o los mantendrá sin cambios? Esta es la pregunta del millón que se hacen los inversores, los analistas y los periodistas económicos. Y es que la decisión que tome el banco central de EEUU tendrá consecuencias para todo el mundo, incluyendo al BCE, que también tiene que lidiar con la inflación y el crecimiento.
La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) tiene que decidir si aumenta o no el precio del dinero. Por un lado, la economía estadounidense se está recuperando con fuerza de la crisis provocada por la pandemia de covid-19. Esto hace que la inflación se haya disparado. Si la Fed quiere evitar que los precios se descontrolen y erosionen el poder adquisitivo de los ciudadanos, posiblemente tendría que subir los tipos para enfriar la demanda y frenar el crédito aún más.
Por otro lado, la Fed también tiene que tener en cuenta que no tiene que subir los tipos de interés más de la cuenta porque eso haría sufrir la economía. Una subida excesiva de los tipos podría tener efectos negativos sobre el consumo, la inversión y el empleo, y así ahogar la recuperación económica y provocar una recesión más fuerte y prolongada de lo necesario. Por lo tanto, la Fed tiene que actuar con prudencia y equilibrio, y ajustar los tipos según la evolución de la inflación y el crecimiento.
La Fed se enfrenta a un dilema: ¿debe subir o no los tipos de interés? No hay certeza sobre qué hará Powell, el presidente de la Fed, pero la mayoría del mercado espera que mantenga los tipos sin cambios en la próxima reunión. Sin embargo, eso no es seguro. Tal vez Powell prefiera esperar a ver más datos antes de actuar, o tal vez quiera sorprender al mercado y demostrar su autoridad.
Sea como sea, lo que haga la Fed influirá en lo que haga el BCE. Lagarde, la presidenta del BCE, tiene un problema similar al de Powell: una inflación alta y una economía débil. Ya sabemos que se espera que el BCE suba los tipos un cuarto de punto esta semana, y quizás otro más en julio, pero no mucho más. Lagarde tendrá que buscar el equilibrio entre controlar la inflación y apoyar el crecimiento, sin seguir ciegamente los pasos de la Fed.
En definitiva, esta semana será clave para conocer el rumbo de la política monetaria en EEUU y en Europa. Los bancos centrales tendrán que decidir si ponen el pie en el freno o siguen pisando el acelerador. Y nosotros tendremos que estar atentos a sus señales y a sus palabras. Porque como dice el refrán: cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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