¿Puede Bitcoin solucionar el problema bancario?
Mark Twain escribió en una oportunidad: “Un banquero es un tipo que te presta su paraguas cuando brilla el sol, pero lo quiere de vuelta en el momento en que comienza a llover”.
Los seres humanos tienen una larga historia con la costumbre de consumir hoy y pagar mañana. El crédito no es algo nuevo. La actividad es antigua. Ya en el paleolítico había gente endeudada. Claro que para efectos de este artículo no tenemos que irnos a la prehistoria. La banca moderna comenzó en el siglo XIV en el norte de Italia. Debido al comercio con Asia, África y las demás regiones de Europa, la riqueza comenzó a acumularse. Y surgió la necesidad de usar ese dinero para producir más dinero. Los banqueros financiaban viajes y cambiaban divisas.
En la práctica, los banqueros servían como intermediarios entre los acumuladores de riqueza (prestamistas) y los comerciantes (prestatarios). Unos tenían el dinero. Los otros tenían la necesidad de dinero. O sea, los primeros financiaban a los segundos. De este modo, la riqueza se ponía a trabajar. El dinero circulaba y no quedaba acaparado. En este sentido, el crédito mueve la economía.
El capitalista tiene el incentivo de prestar su capital por el interés. Se trata de ganar dinero usando dinero. Ahora bien, el crédito es dos cosas al mismo tiempo. Es activo para el prestamista. Y es pasivo para el deudor. Estamos hablando de un negocio de beneficio mutuo. El deudor obtiene el financiamiento que necesita. El prestamista obtiene las ganancias que quiere.
Claro que este “negocio” tiene su riesgo. En el siglo XIV, los barcos se perdían en alta mar con frecuencia y adiós mercancía. La economía de escala y la diversificación se presentaron como las soluciones predilectas para los primeros banqueros como los Médicis. Los banqueros solventan dos grandes necesidades: pedir prestado a corto y prestar a largo. Lo que resulta muy conveniente en la mayoría de los casos. Sin embargo, expone una enorme vulnerabilidad. Si muchos depositantes retiran el dinero al mismo tiempo, eso crea un problema de liquidez. Lo que puede causar una corrida bancaria. Si los pasivos del banco (los depósitos de los ahorristas) son líquidos y los activos del banco (los préstamos dados) son ilíquidos, un retiro masivo resulta bastante problemático.
Por otro lado, tenemos que mencionar el riesgo de impago. Una deuda es una promesa. Toma el dinero hoy y lo devuelve mañana más el interés. El pasivo de uno es el activo del otro. Sin embargo, si el deudor no paga su deuda, ese incumplimiento se convierte en una pérdida para el acreedor. ¿Y si el prestamista realizó el préstamo con dinero prestado? En el caso de un banco, un impago significa una pérdida para el banquero. Y, al mismo tiempo, también podría significar una pérdida para los depositantes del banco. Porque el banco trabaja con el dinero de sus clientes. Al perder el dinero de los clientes, el banco pierde su capacidad de responder a los retiros.
Ahora bien, supongamos que la persona X no confía en los bancos. Y decide guardar todo su dinero debajo del colchón. De cierta forma, al no lidiar con los bancos, la persona X resolvió el problema bancario. Al no prestar su dinero, el riesgo de impago es nulo. Al no prestar su dinero, la falta de liquidez o las corridas bancarias no son una preocupación. Los problemas de la persona X son otros. ¿Qué pasaría en caso de incendios? ¿En caso de robo? ¿En caso de una inundación? ¿Y la polilla? En fin, gana otros problemas. Pero, sin lugar a dudas, logró solventar el problema bancario. ¡Victoria! ¡Bravo!
En efecto, podemos comprar Bitcoin. Y anotar la clave privada en un papel. O podemos guardarla en un dispositivo eléctrico. Podemos ser nuestros propios custodios. Cierto. Podemos guardar nuestro dinero debajo del colchón y listo. Y, de cierta forma, parecemos a la persona X. Hemos solucionado el problema bancario al no colocar el dinero en los bancos. Tradicionalmente, esta ha sido la solución ultraconservadora. Me refiero específicamente al viejito del campo que guardaba su oro en el patio, cultivaba sus propios alimentos en su propiedad y defendía a su familia con una escopeta colgada en la espalda. Paranoico y autosuficiente. Hijo del individualismo radical de la ética protestante.
Sin embargo, volvemos al tema del crédito. ¿Y el crédito? ¿Qué hacemos con la riqueza ociosa? ¿Cómo obtenemos financiamiento? Debemos recordar que el ser humano no se alimenta de códigos digitales. Lo que implica que, con Bitcoin o sin Bitcoin, la sociedad debe trabajar para producir bienes y servicios. Y toda esta operación requiere de capital. El capital necesita ser colocado en actividades productivas. Y la producción necesita financiamiento. Trabajo y capital.
La utilización del oro como dinero nunca solucionó el problema bancario. Porque la utilización de una forma particular de dinero no elimina los riesgos del crédito. Los riesgos del crédito se reducen de múltiples maneras. Los seguros bancarios son parte de la solución. La regulación es parte de la solución. Un “prestamista de última instancia” es parte de la solución. Un sistema judicial efectivo es parte de la solución. Mejores tecnologías. La diversificación. Sistemas de reputación….
¿Qué hacer antes los riesgos? La primera solución es evitarlos a toda costa. No asumir riesgos. ¿Cómo evito el riesgo de robo? No salir a la calle. No tener posiciones. La evasión total es una solución extrema, pero efectiva. Sin embargo, el que no arriesga no gana. Para crecer, hay que tomar algunos riesgos. Lo que nos lleva a la segunda solución. Gestionar los riesgos. O sea, tomar medidas para cubrirnos lo mejor posible de los riesgos.
¿Puede Bitcoin solucionar el problema bancario? No. O, dicho de otro modo, con Bitcoin o sin Bitcoin, los riesgos relacionados al crédito y a los bancos aún deben gestionarse utilizando múltiples mecanismos. La autocustodia no es una solución. Porque el aislamiento no es para todo el mundo. Simple. A la gente le gusta hacer negocios juntos. Y, tarde o temprano, alguien le dirá al otro: “Me llevo esto y te lo pago mañana”.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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