¿Por qué tantos bitcoiners no comprenden el concepto de “deflación”?
El fantasma de la deflación recorre el mundo y las autoridades monetarias en las economías avanzadas están en constante preocupación por ello. Hablando específicamente de Europa. La caída de los precios se puede ver en todas partes, ya que las restricciones debido al covid-19 y la inseguridad laboral ha deprimido el gasto significativamente. En España, por ejemplo, los precios de las habitaciones de los hoteles han bajado en algunos casos hasta un 60% y se estima que podrían pasar por lo menos un par de años para poder volver los precios precoronavirus. Esto es, por supuesto, un gran desafío para el Banco Central Europeo y su nueva directora, cuyo mandato es la estabilidad monetaria. Esta crisis es deflacionaria. Esa es la causa principal del desempleo. Sin embargo, la mayoría de los bitcoiners están en guerra declarada contra la inflación. ¿Qué está pasando aquí?
El término “inflación” siempre toca una tecla incómoda en muchas personas. Esta no es la primera vez que hablo del tema. Y ya me estoy acostumbrando a que en el momento que escribo la frase: “No hay inflación”, me comienzan a llegar los mensajes de odio provenientes de todo el mundo. En una oportunidad, compartí los datos para el 2020 del Índice de Precios al Consumidor de Estados Unidos. Ese es un estudio realizado por el Buró de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos y es la referencia oficial para determinar el aumento de los precios de los bienes y servicios en el país. Pese a que la Reserva Federal de los Estados Unidos ha hecho todo lo posible para subir la cifra de inflación, lograr la meta anual de 2% no ha sido fácil.
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En fin, a alguien en Twitter no le gustó mucho la cifra citada en aquel artículo mío sobre la inflación. E, indignado, me reclama diciendo que en Turquía hay mucha inflación. Y, además, agregó que los bienes raíces en Nueva York están muy altos, porque los apartamentos están incobrables. “¿Cómo vas a decir tú que no hay inflación?”, escribió obviamente muy molesto conmigo aquel tuitero. Bueno, les comento que entiendo perfectamente en el lío que me estoy metiendo al hablar de inflación. Sobre todo, dentro de la comunidad Bitcoin, porque ese es un tema sumamente delicado. Es como hablar de las delicias de la carne asada en una conferencia de veganos.
En Wall Street, la inflación no es tan importante, porque la meta ahí no es protegerse de la inflación, sino ganarle al S&P 500. Es decir, la misión es que nuestras inversiones crezcan todos los años en por lo menos un 10% o 20%. El S&P 500 se utiliza como referencia, porque es el promedio. Entonces, es sabido que por debajo del S&P 500 estamos ante un desempeño mediocre y por encima del S&P 500 estamos ante un desempeño bueno o excelente. En caso de Bitcoin, eso parece ser diferente. Según la narrativa dominante, parece ser que la meta es ganarle a la inflación del dólar. O sea, no perder ese 2% anual. Me parece sumamente irónico que un activo tan lucrativo como Bitcoin tenga una narrativa tan mediocre. ¿2%? ¿Esa es la gran tragedia? ¿Ese es el gran problema que soluciona Bitcoin? ¿En serio?
Desde el punto de vista de las inversiones personales, el problema de la inflación se solucionó hace muchísimos años atrás. Se llama “comprar activos”. Si el problema es ese 2%, entonces, hay muchas opciones. Uno puede comprar bonos. Pero también se puede comprar una casa. O podemos hacer lo que muchas personas hacen. Podemos invertir en el S&P 500. Listo. Solucionado el problema.
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La inflación es el aumento generalizado del precio de los bienes y servicios en un país. Si hablamos del dólar, estamos hablando de los precios de los bienes y servicios en los Estados Unidos. Y si hablamos del euro, estamos hablando de los precios de los bienes y servicios en Europa. Pero también debemos recordar que la inflación es un promedio. Si el restaurante chino cerca de tu casa aumentó su menú, si el precio de la Coca-Cola aumentó dos centavos o si el precio de los inmuebles en el centro de la ciudad aumentó, eso no quiere decir que la inflación del país haya aumentado.
Ahora bien, cuando decimos que la tasa de inflación en España para el 2020 es de -0.3. No estamos hablando de Turquía o de los bienes raíces en Nueva York. Estamos hablando de una cifra oficial que evalúa la evolución de los precios de los bienes y servicios en España durante el año 2020, usando unos criterios muy específicos. La caída de la demanda genera una caída de precios. Esto a su vez afecta los ingresos de los negocios, creando despidos. A eso normalmente llamamos “crisis”.
La autoridad monetaria tiene la obligación de mantener la estabilidad monetaria. Esto normalmente significa una inflación del 2% anual. Como nos podremos dar cuenta, una inflación es de -0.3% coloca a España en una cuadra deflacionaria. Eso explica la alta tasa de desempleo actual. Ahora bien, la solución es subir la demanda inyectando liquidez. De este modo, permitir que los precios vuelvan a subir para que los negocios vuelvan a contratar gente y la economía se recupere. Este proceso se llama “reflación”. Es decir, corregir la deflación para restaurar la estabilidad. O sea, el famoso 2% anual.
¿Cuál es la solución libertaria al problema de deflación? ¿Qué nos recomienda la Escuela Austriaca de Economía? Hablo de esto porque muchos bitcoiners están en esta onda anarcocapitalista. Ubiquemos en marzo del 2020. Llega el coronavirus y nos cambia la vida. Comienza la crisis. Los negocios cierran, los precios bajan y la gente pierde sus empleos. ¿Cuál es la solución de un libertario? Bueno, la solución es no hacer nada y dejar que el libre mercado se encargue. En medio de este baño de sangre, mueren los malos actores y sobrevivirán los mejores. Este “dolor temporal” es necesario para depurar la economía y hacerla más eficiente. Es una visión muy espartana al estilo de “Lo que no me mata me hace más fuerte”. Es el costo de la libertad.
La idea de promover un sistema de moneda dura es la eliminación de la posibilidad de tener inyecciones de liquidez creando estas constantes crisis deflacionarios para que estos baños de sangre depuren constantemente la economía. La libertad conlleva responsabilidad. O sea, es una economía de machos vernáculos.
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He ahí el detalle con la deflación. Los economistas modernos ven la deflación como algo malo. Pero muchos libertarios inspirados por economistas como Ludwig von Mises dicen que esta visión es errada. La deflación es buena. El único demonio es la inflación. Y la estabilidad monetaria no es requisito necesario, porque es artificial. Por ende, el patrón oro es bueno. La dureza de la moneda es algo muy positivo. O sea, ¿para que tomar medicina si el cuerpo se puede sanar por sí solo a lo macho? Grrr.
Supongamos por un momento que estamos en marzo del 2020 y la Reserva Federal y el Banco Central Europeo deciden hacerle caso a Mises y se van de lleno por la vía libertaria. Bueno, podríamos estar hablando de una crisis de por lo menos 20 años de duración. Sería un verdadero infierno. Y la tensión social y política en las calles habría llegado a niveles terriblemente peligrosos. Las calles seguramente estarían en llamas en estos momentos. Es posible que los libertarios tengan razón. Pero el precio de esa “libertad” es mucho más alto de lo que la sociedad actual está dispuesta a pagar.