¿Por qué le urge la creación del dólar digital a la Administración Biden?
El presidente de los Estados Unidos anunciaba a principios de mes que el gobierno estaba estudiando la posibilidad de que el banco central del país, la Reserva Federal, emitiese una nueva moneda digital en el futuro. El debate sobre las implicaciones del supuesto dólar digital, respaldado por la Fed, provocó que los principales criptoactivos del mercado registrasen nuevos repuntes en su valor. Aun así, Biden subrayó que busca actuar con prudencia y tras el decreto el presidente se encuentra a la espera de recibir un informe por parte del Departamento del Tesoro estadounidense, el cual tiene seis meses para emitir un análisis sobre cómo sería el futuro de esta moneda.
La Administración Biden busca conocer en profundidad los detalles acerca de las consecuencias de esta iniciativa del dólar digital y saber cómo podría afectar al sistema financiero. En concreto, cuáles serían los sistemas de pago, cómo afectaría esto al crecimiento económico, y qué posibilidades de acceso tendrían los ciudadanos. También, no menos importante, es cómo afectaría la creación del dólar digital a la seguridad del país. Además de este informe, el presidente pidió a la Fed que continuase indagando sobre este tema para valorar cuáles serían las etapas necesarias para su eventual lanzamiento.
Uno de los motivos de esto es que Estados Unidos no quiere quedarse rezagado respecto a otros países. En la actualidad, de acuerdo con lo anticipado por el FMI (Fondo Monetario Internacional) cerca de un centenar de países estarían explorando la viabilidad de emitir sus monedas en forma de divisa digital, siempre con apoyo de sus bancos centrales.
Si tenemos en cuenta que hay al menos más de 36 billones de dólares en billetes de dólares en circulación a nivel mundial y cientos de billones en cuentas podemos apreciar la envergadura de las transacciones digitales en la actualidad. Por este motivo, la existencia de divisas puramente digitales cobra más relevancia en 2022. Desarrollos como la eKrona de Suecia o la eNaira de Nigeria nos muestran que está llegando el momento de materializar divisas digitales. Si bien esto no supondrá el final del dinero metálico, ni mucho menos, es de esperar que el uso de estos activos introduzca nuevos métodos de seguridad en las transacciones que realicemos en el futuro desde nuestros dispositivos.
China lleva dos años experimentando con el Yuan Digital
China parece habérsele adelantado, puesto que el yuan digital lleva ya casi dos años en fase experimental. Algunos podrían pensar que Estados Unidos ve esto como una posible amenaza, ya que de momento el dólar mantiene la hegemonía en lo que se refiere a divisas, y las monedas digitales podrían revolucionar las finanzas mundiales. No cabe duda de que la mayoría de las transacciones monetarias que realizamos en el día a día se registran de forma digital, por lo que no es de extrañar que tantos países estén pensando en desarrollar una contrapartida a su divisa fiduciaria pero 100% digital.
Sin embargo, un alto funcionario de la Casa Blanca declaraba que el país norteamericano debía ser muy cuidadoso en su análisis porque “las implicaciones en caso de adoptar el dólar digital serían muy profundas para el país, cuya divisa es la principal moneda de reserva mundial”. Esta misma fuente aseguraba, asimismo, que los proyectos de otros países si bien estaban más adelantados, no suponen una amenaza para el dominio del dólar, pero que son un arma estratégica.
¿A qué se refieren cuando hablan de “implicaciones”? Lo primero es que si una moneda digital es oficial, esta podría utilizarse sin necesidad de pasar por la intermediación de ningún banco, como ocurre con las monedas tradicionales en formato físico. Los pagos digitales que existen a día de hoy utilizan intermediarios financieros, y los Estados parecen querer evitar dejar este espacio a potencias extranjeras y actores privados.
¿Estados Unidos intenta ponerse a la par con un e-dólar?
Además de esto, otro de los principales motivos es que a Biden le interesaría poner coto a las criptomonedas privadas, ya que se han multiplicado en los últimos años pero son instrumentos extremadamente volátiles y descentralizados. No obstante, algunos analistas no creen que esta decisión vaya a tener un impacto negativo en el mercado de divisas digitales, ya que una divisa digital podría incrementar la eficiencia de los bancos centrales o la forma de recaudar impuestos por parte del gobierno. Al existir de forma completamente digital, la sinergia con las transacciones online que se realicen con esta divisa sería máxima y podría mejorar el rendimiento de la red de bancos. Si bien no se tendrán datos contrastados hasta que inicie la fase experimental hay indicios para creer que esta iniciativa puede potenciar la economía.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, está por ver si la coyuntura actual y las tensiones geopolíticas motivan que Estados Unidos acelere este proceso de creación del dólar digital para estar a la par de otras potencias mundiales. Hay especial atención a China en este sentido, ya que el yuan digital tiene la delantera a pesar de las dificultades que la economía ha tenido que superar en los años recientes, como todo el parón de actividad desencadenado por la pandemia en 2020. Sin embargo, el interés por desarrollar divisas digitales nos lleva a pensar si tendrán caso de uso para el blockchain y lo que supondrá para el mercado de las criptodivisas, ¿podremos acceder todos al “eDólar” en unos años con la misma facilidad que al dólar fiduciario?
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