¿Por qué la Fed no está satisfecha con los datos de inflación pese a la desaceleración en mayo?
El problema de la inflación nos ha afectado por mucho tiempo. Por eso, nos sentimos un poco mejor cuando vemos que la inflación de EEUU está bajando a niveles normales.
La Oficina de Estadísticas Laborales informó este martes que los precios al consumidor en mayo apenas se movieron, como si fueran un caracol. Eso quiere decir que los precios no se han disparado como en los meses pasados, cuando parecía que iban a alcanzar el cielo y más allá. El Índice de Precios al Consumidor, que mide cómo cambian los precios de las cosas que compramos, subió un 4% en el año hasta mayo. Eso es mucho menos que el 4,9% de abril y un poco menos de lo que esperaban los economistas, según Refinitiv. Es el undécimo mes seguido que la inflación se ha frenado.
¿Por qué la inflación se ha calmado? Pues por varias razones. Una bajada en los precios de la energía y una menor subida en los precios de la comida ayudaron a bajar el número total. También ayudó que el año pasado, la inflación estaba por las nubes, y eso hace que las comparaciones sean más fáciles este año.
Si no contamos los alimentos y la energía, que son más inestables, el IPC subyacente fue del 5,3% en el año, un poco menos que el año de abril. Subió un 0,4% al mes. Estos números son lo que los economistas habían pronosticado.
¿Qué nos importa todo esto? Pues que podemos estar un poco más contentos, porque la inflación no se ha vuelto loca. Aunque sigue siendo alta, parece que se ha estabilizado y que no vamos a tener una hiperinflación como la de Venezuela o Zimbabue. Pero no hay que confiarse, porque la inflación puede volver a subir si pasa algo raro o si la economía se calienta demasiado. Así que mejor seguir ahorrando y gastando con cabeza.
Los costos de la vivienda, sin embargo, no están bajando. Sí, esa cosa que cada vez cuesta más y que muchos no podemos ni soñar con tener. Pero los expertos dicen que supuestamente pronto bajará. ¿Cómo lo saben? Pues porque se basan en unos datos que recogen cada medio año y que reflejan lo que pagan los que alquilan. Bueno, parece que algunos sí han bajado un poco últimamente, así que eso se notará, tarde o temprano, en el índice de precios al consumidor (IPC)
Este martes pasado se ha publicado el último informe del IPC, justo cuando los jefes del banco central se reúnen para decidir qué hacer con los tipos de interés. Esos son los que llevan más de un año subiéndolos cada vez que pueden para intentar frenar la inflación, pero en esta reunión decidieron parar. ¿Por qué? Pues, porque, de pronto, necesitamos una tregua y que nos dejen respirar un poco.
La inflación es como un monstruo de muchas cabezas que no se deja atrapar fácilmente. No basta con mirar el índice general de precios para saber si estamos ganando o perdiendo la batalla contra este enemigo de la economía. Hay que ir a los detalles, a las causas y a los efectos de cada variación. Por eso, no hay que dejarse llevar por lo que dice la prensa, que simplifica todo el asunto, celebrando cuando baja la inflación y alarmando cuando sube. No es tan binario. En estos asuntos, no todo es lo que parece. A veces, una aparente victoria puede ser un espejismo. Por eso, hay que ser prudentes y no contar los pollos antes de nacer. En este sentido, la Fed celebra los avances, pero con cautela, porque sabe que esta batalla no se ha terminado y está por ponerse más dura.
¿Qué pasará con la bolsa y la economía de Estados Unidos? El profesor jubilado de Wharton, Jeremy Siegel, tiene algunas ideas. Y no son muy optimistas. Sin embargo, el mercado parece ignorarlas y se muestra optimista. Pronostica lo que desea, no lo que es probable. Esto se debe al interés de los inversores por mantener las ganancias, lo que genera un sesgo alcista poco realista. En esta oportunidad, escuchemos los planteamientos del profesor. No para que los aceptemos sin masticar. Ni para que los rechacemos sin pensar. Escuchemos para reflexionar.
Según Siegel, el repunte bursátil que hemos visto últimamente se va a agotar pronto. No espera que las acciones sigan subiendo mucho, ni que bajen por debajo de los mínimos de octubre. Es decir, que estamos cayendo en un limbo. Y no solo es que el mercado deje de crecer. También es posible que no se produzcan nuevos descensos. O sea, se podría entrar en un largo estancamiento.
¿Y qué hay de la Reserva Federal, el banco central que sube y baja los tipos de interés para controlar la inflación y el crecimiento? Pues Siegel piensa que ya no va a subir más los tipos, porque eso podría provocar una recesión fuerte y enfadar a los políticos que se presentan a las elecciones del año que viene.
Siegel espera una recesión leve, de esas que no se notan mucho, pero que ya están descontadas por el mercado. Dice que hay que estar atentos al desempleo, porque si empieza a subir, la Reserva Federal podría cambiar de estrategia y dejar de preocuparse por la inflación para evitar que millones de personas pierdan su trabajo.
También sugiere que la Reserva Federal podría permitir una inflación más alta en el futuro, del 3% en vez del 2%, para tener más margen de maniobra cuando las cosas se pongan feas. Porque según Siegel, las cosas se van a poner feas tarde o temprano, por culpa del envejecimiento de la población y la falta de productividad.
En resumen, Siegel nos dice que no nos ilusionemos con la bolsa, que nos preparemos para una recesión suave, y que no nos sorprendamos si la Reserva Federal cambia de opinión sobre la inflación. Todo muy tranquilizador, ¿verdad?
¿Crees que después de tocar fondo, la recuperación en forma de V es inevitable? ¡Cuidado! Estamos en tiempos muy atípicos, donde lo normal es lo anormal. No descartes la posibilidad de caer en un limbo antes de que llegue la próxima temporada alcista. ¡No hay que confiar mucho en las viejas suposiciones!
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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