¿Por qué la cruzada de la vieja guardia contra de los intermediarios fracasará?
El precio de Bitcoin ha subido dramáticamente durante los últimos meses y todo parece indicar que se debe al gran interés por parte del capital institucional. PayPal, Square y Grayscale, al parecer, estamos comprando virtualmente todos los nuevos bitcoins generados por la minería. El inversor tradicional, por fin, está tomando en serio a Bitcoin. Los bancos, los Gobiernos, y los grandes capitales están aceptando a Bitcoin. Y ya podemos decir que llegó para quedarse. Te guste o no, Bitcoin es ya un actor de importancia en el juego de las altas finanzas. Sin embargo, ciertos bitcoiners no están muy contentos con estos cambios. Piensan que este espacio debe mantenerse puro y libre de intermediarios. ¿Ah?
Debemos recordar que la comunidad Bitcoin está repleta de personas con ideas políticas muy particulares y poco convencionales. Algunos usamos Bitcoin por los beneficios de la tecnología y por la rentabilidad de la inversión. Es decir, usamos Bitcoin por conveniencia. El producto es bueno. Nos encanta, pero hasta ahí. O sea, no tenemos nada en contra de los bancos, de los Gobiernos, o de las grandes corporaciones. No somos enemigos del dólar o de la Reserva Federal. No tenemos enemigos. Simplemente somos amigos de Bitcoin por sus virtudes.
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Sin embargo, hay un grupo que no piensa de esta manera. Los criptolibertarios, sobre todo, tienen toda una agenda montada alrededor de Bitcoin. Para ellos, Bitcoin es una revolución que cambiará al mundo. Y no me refiero a una revolución como la revolución del computador personal o del Internet. Me refiero a un cambio mucho más profundo. Un cambio político. El plan es que Bitcoin se convierta en la moneda universal de todo el planeta. De esta manera, privatizar el sistema monetario mundial. En otras palabras, es la separación del Estado y la economía, la abolición del sistema fiat, la eliminación de los bancos centrales, y la eliminación de la banca. Así mismo. Increíble, pero cierto.
Muchos piensan que comprar Bitcoin es una especie de plebiscito al sistema. Es decir, compramos Bitcoin, porque estamos descontentos y queremos una gran reforma libertaria. Sin embargo, esto no siempre es cierto. Muchos compran Bitcoin por razones especulativas. O sea, ven en Bitcoin una buena oportunidad para hacer dinero. Otros usan Bitcoin, porque es útil. Con Bitcoin, es muy fácil hacer transacciones internacionales e intercambiar divisas, entre otras cosas.
Gran parte de mis inversiones líquidas, por ejemplo, están en Bitcoin. Sin embargo, no me considero un puritano de Bitcoin. Es decir, uso fiat, cuando me conviene. Uso la banca, cuando me conviene. E invierto en otras cosas cuando pienso que me conviene. En la práctica, vive en un mundo mixto. Como regla general, no me gusta gastar mis bitcoin. Pienso en Bitcoin como una inversión y, por esta razón, prefiero hacer mis gastos en fiat.
Por otro lado, no desconfió de una buena compañía. Me refiero a una buena compañía, de reconocida trayectoria, debidamente regulada, y en un país con un buen sistema judicial. Pese a tener algunos de mis Bitcoin en una cartera fría, sé que tener la autocustodia de mis fondos también tiene sus limitaciones, riesgos y peligros. Por esta razón, uso plataformas centralizadas en el caso que me resulte conveniente.
Localbitcoins, por ejemplo, es pan nuestro de todos los días para mí. ¿Tengo mi llave privada? No. Porque no me importa. Tampoco tengo millones de dólares ahí. Estamos hablando de $50 o $100 en promedio. Lo necesario para hacer mi transacción a fiat, que por lo general es pequeño. No es nada del otro mundo. Pero la utilidad para mi vida cotidiana de esa plataforma es increíble. ¿Vale la pena? Sin lugar a dudas.
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En términos generales, no me gusta PayPal. En mi opinión, te bloquean por nada y las comisiones son demasiado altas. Sin embargo, tenga una cuenta en el lugar. Porque hay cosas que se pagan por ahí con mayor facilidad. Mi Disney Plus, por ejemplo, lo pagó por esa vía. Entonces, siempre mantengo un saldo de por lo menos $20 ahí. Ahora que PayPal aceptará Bitcoin directamente me voy a evitar pasar por Localbitcoins y hacer esa venta por dólares en PayPal. Repito, para mí, es un asunto de conveniencia. Y me interesa tener distintas opciones para poder escoger.
Luego, voy surfeando por Internet y me encuentro con sujetos como Andreas Antonopoulos diciendo “Nuestra meta no es conseguir la aprobación de Wall Street”, “PayPal no adopta a Bitcoin, pero si se aprovecha de su nombre”, “La meta es un protocolo justo que funcione sin intermediarios”. Ahora bien, no tengo nada en contra de Andreas. Sin lugar a dudas, es un gran maestro, porque explica con gran claridad todo lo relacionado al código Bitcoin. Seguramente, es un excelente programador. En este sentido, su aporte ha sido muy valioso. Yo, en lo personal, aprendí mucho viendo sus videos.
Sin embargo, su cruzada contra los intermediarios es un dolor de cabeza. Me refiero a su visión liberatoria/individualista de todo el asunto. El sujeto habla de los intermediarios como si se tratara de un monstruo en el closet. Los exchanges, PayPal, los bancos, etc. Pero, ¿cuál es el problema? Estos “intermediarios” ofrecen servicios muy valiosos que enriquecen todo el sistema. Si no te gustan, no los uses. Pero no creo que sea buena idea desalentarlos.
Me permito ilustrar el asunto en otro contexto. El capital institucional. ¿Qué es el capital institucional? Es básicamente dinero de otras personas siendo administrado por un tercero. Es decir, aquí no estamos hablando de individuos, sino de colectivos. Supongamos que la asociación de escritores decide abrir un fondo de retiro para sus agremiados. El fondo recibe aportes periódicamente por parte de los agremiados y el dinero va a un plan de retiro gestionado por un administrador de capitales profesional. La mayoría de los libertarios no creen en los gremios y normalmente no pertenecen a uno. Andreas Antonopoulos, tal vez, no participaría en una organización de este estilo. No sé. Sin embargo, no todo el mundo es como el amigo Andreas. En el mundo, los intermediarios ofrecen servicios muy valiosos.
Cuando decimos que Paul Tuder Jones, Ray Dalio o BlackRock, están expresando interés en Bitcoin. No estamos hablando de individuos. En realidad, estamos hablando de administradores de capitales. Ellos, por lo general, representan a grupos. El sindicato de enfermeras, la asociación de contadores, el gremio de la construcción, el gremio de los bomberos. Etc. Toda esta gente confía en ellos con la administración de sus pensiones. Estos “intermediarios” están comprando Bitcoin y son los nuevos miembros de la comunidad. ¿Qué deberíamos hacer? ¿Devolverles su dinero? ¿Boicotear su entrega por el hecho de ser intermediarios?
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PayPal, Square, Grayscale, Galaxy Digital, MicroStrategy, Paul Tudor Jones, y BlackRock son intermediarios. Hablar de capital institucional es hablar de intermediarios. Bueno, los intermediarios son los que están creando este boom. Son los que están subiendo el precio. Los puritanos y su cruzada contra los intermediarios no podrán ganar esta batalla. Porque el bitcoiner promedio no podrá renunciar a tanto dinero. Si nos limitamos a los libertarios, no vamos a crecer nunca. Será difícil para los maximalistas y extremistas, pero llegó la hora de ser un poco más prácticos.
Los dogmas no siempre se adaptan muy bien a los cambios. Pero todo es parte de un proceso. Bitcoin está dejando de ser algo pequeño y extraño, para convertirse en algo realmente grande. En el camino seguramente se tendrán que romper algunos corazones. En este caso, me parece que en tiempos de intermediarios vendrán días muy duros para los puritanos de la descentralización radical. Sorry, Andreas.