¿Por qué hay tantos despedidos en el sector tecnológico?
Amazon, Alphabet (Google), Microsoft, Meta y Apple —las big tech, los cinco gigantes tecnológicos, dominan por tamaño e importancia el mercado bursátil estadounidense. En lo que respecta a su capitalización de mercado, los gigantes tecnológicos (combinados) ya superan a los gigantes energéticos (Big Oil: Exxon Mobil, BP, Chevron y Shell). Su valoración combinada excede los 3 billones de dólares y representan más del 40% del Nasdaq 100. La correlación positiva entre Bitcoin y las big tech ya es evidente.
En un principio, se pensaba que Bitcoin tendría una correlación positiva con el oro debido a las coincidencias ideológicas de los dos bandos promotores. Bitcoin, al ser el “oro digital”, era presentado por la comunidad como un refugio seguro por la escasez de su suministro. Tanto el escarabajo de oro como el bitcoiner militante comparten, a nivel ideológico, raíces libertarias. Son corrientes esencialmente conservadoras y anti-estatistas. Es decir, en teoría, ambos activos serían comprados por las mismas razones. (En teoría), la intencionalidad sería la misma. Lo que convertiría a ambos activos en gemelos de conductas.
El asunto va así. La emisión “flexible” del dólar se rige por una visión progresista/keynesiana del dinero. Eso hace que su valor se diluya con el tiempo. Un sistema de dinero duro, por otro lado, preserva el valor del dinero en el tiempo. Aquí los elementos claves son el suministro y la no-intervención estatal. En este sentido, los defensores del patrón oro y los promotores del patrón Bitcoin manejan narrativas prácticamente idénticas. Debido a esto, se puede llegar a pensar que el comportamiento de ambos mercados puede ser bastante similar. No es el caso.
¿Por qué hablar del oro en un artículo sobre big tech? Bueno, se relaciona al tema de las correlaciones. A nivel de discurso, el bitcoiner idiosincrático siempre ha insistido que el oro y bitcoin se mueven a ritmos muy similares. Sin embargo, esa noción contrasta con la realidad. En la práctica, big tech y Bitcoin han demostrado ser los verdaderos compañeros de baile. Al parecer, nos guste o no, Bitcoin es más un activo de riesgo que un refugio seguro. Obvio que es un activo de crecimiento más que de estabilidad. Su elevada volatilidad es lo que delata su verdadera naturaleza. ¿Por qué? Bueno, porque un refugio seguro volátil es un oxímoron.
En tiempos de volatilidad e incertidumbre, el inversor en busca de seguridad (financiera) no se refugia en la escasez. Se refugia en la estabilidad. Esto convierte a la volatilidad de Bitcoin en un gran riesgo. Durante un boom especulativo, la volatilidad se torna una gran oportunidad. Sin embargo, durante un periodo bajista, se voltea la tortilla.
Durante la pandemia, big tech y cripto fueron los grandes beneficiados del boom especulativo causado por los estímulos de la Reserva Federal. Curiosamente, el confinamiento impulsó todo lo digital. De hecho, Amazon, Alphabet, Microsoft, Meta y Apple casi duplicaron su plantilla total en los tres últimos años. Con tanto dinero cayendo del cielo, un crecimiento espectacular fue posible. Big tech y cripto crecieron muchísimo en el periodo 2020-2021.
Durante la pandemia, se registró una fuerte demanda de productos y servicios de las empresas tecnológicas. Sin embargo, esta realidad económica ha cambiado dramáticamente en la medida que hemos vuelto a la “normalidad”. En esta nueva etapa, los ingresos no están creciendo al mismo ritmo que antes. Por ende, ha sido necesario realizar despidos masivos. De hecho, se han anunciado más de 50.000 despidos. La única empresa que no se ha unido a los recortes de personal es Apple. En fin, la circunstancia ha cambiado de manera importante.
¿Qué significa todo esto? Bueno, significa que big tech y cripto son animales que comen del mismo pasto. Son sectores que prosperan con el optimismo y la liquidez. La codicia y el apetito por el riesgo son la clave en un boom especulativo. Pero esos sentimientos surgen en determinadas condiciones. Y me temo que la política monetaria es uno de los factores más relevantes en este proceso.
El comprador promedio de Bitcoin, en el fondo, no está buscando una insurrección monetaria al estilo libertario. Lo que, en realidad, busca es hacer dinero. Quiere comprar barato hoy para vender más caro mañana. Se trata de un movimiento esencialmente especulativo. Así de sencillo. En la mayoría de los casos, no se trata de una lucha heroica contra el sistema establecido. En realidad, es una lucha por el bolsillo. Lo que, por supuesto, no tiene nada de malo. De hecho, me parece genial. Me encanta.
¿Es posible un boom especulativo al estilo del 2020-2021 con una política monetaria de endurecimiento? Difícilmente. Después de la inyección de liquidez más grande de la historia, Bitcoin logró su máximo histórico actual ($66K) en un periodo aproximado de 2 años. En aquella oportunidad, las condiciones estaban dadas. Se trató de la receta perfecta. Ahora, sin embargo, las condiciones son otras. Caer en la negación solo hará el proceso más doloroso. ¿Es probable obtener mejores resultados en menor tiempo y en condiciones mucho más adversas? Ya hay personas hablando de un btc a $200K para fin de año. ¿Es eso probable?
Estamos ante un cambio de paradigma a nivel macroeconómico. Lo que, naturalmente, afecta las valoraciones. La época del dinero barato quedó atrás. Porque la inflación se salió de control y los bancos centrales se han visto en la obligación de subir los costos de crédito para reducir la demanda. Eso implica que el gasto no será el mismo. Se vienen vientos de recesión. Y medio mundo se está ajustando el cinturón.
Un aumento en los costos del crédito disminuye la demanda. La caída de la demanda reduce los ingresos. Y, con la reducción de los ingresos, aumentan los despidos. He aquí un detalle importante. Las valoraciones de las big tech normalmente no se basan en sus fundamentales. Se basan en proyecciones de sus ingresos futuros. Lo que normalmente se conoce como “crecimiento”. Claro que, en el fondo, la palabra “crecimiento” en este contexto no es otra cosa que un eufemismo para evitar decir que son activos muy especulativos. O, dicho de otro modo, sus fundamentales no justifican su precio.
Big tech y Bitcoin son cocodrilos del mismo río en muchos sentidos. Dependen bastante del minorista codicioso con gusto por la especulación. Ahora bien, estos boom especulativos no se forman de la nada. Lamentablemente, hace falta mucho más que voluntad. Hace falta liquidez.
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