¿Por qué Ethereum tiene un valor intrínseco?
Ethereum está migrando de un mecanismo de gobernanza de proof-of-work (PoW) a uno de proof-of-stake (PoS) en el futuro previsible, lo que dará como resultado una cadena de bloques más rápida y eficiente.
La red Ethereum ha experimentado un pico considerable en el volumen y el tamaño de las transacciones desde que las DeFi y los NFT han capturado el mundo de las finanzas y el arte. Este tráfico ha provocado a menudo cuellos de botella sistémicos con un aumento significativo de las tarifas que han hecho insostenible la blockchain.
Para llevar a Ethereum al mundo tradicional y soportar un número creciente de transacciones, surgió la necesidad de una transformación sustancial. La actualización de PoW a PoS hará que Ethereum sea más escalable, eficiente y sostenible, al tiempo que asegurará su descentralización fundamental.
La actualización se producirá solo en el backend dentro de un marco técnico sin afectar a la forma en que los usuarios realizan las transacciones y mantienen los activos en la red. La hoja de ruta de Ethereum prevé las siguientes tres fases para completar la actualización:
La fase 0, también conocida como la Beacon Chain
Esta actualización ya está en marcha, e implementa el “staking” en Ethereum. Sienta las bases para futuras actualizaciones y coordinará el nuevo sistema.
La fusión
La mainnet de Ethereum, que es la red actual, tendrá que fusionarse con la Beacon Chain en algún momento, y se espera que esto ocurra en 2022. La fusión permitirá el estacionamiento de toda la red e indicará el fin de la minería de alto consumo energético.
Shard Chains
Se espera que las “shard chains” se inicien en 2023. Sin embargo, el sharding es una actualización de varias fases para mejorar la escalabilidad y la capacidad de Ethereum. Las shard chains permiten que las soluciones de capa 2 ofrezcan bajas tasas de transacción al tiempo que mejoran el rendimiento de la red.
El “sharding” es el proceso que permite a conjuntos más pequeños de nodos procesar transacciones en paralelo sin necesidad de lograr un consenso en toda la red. Ethereum 2.0 promete llevar la velocidad de las transacciones hasta 100,000 transacciones por segundo (TPS) mediante el despliegue de las shard chains, en contraste con los 30 TPS actuales.
La transición de Ethereum a PoS ha generado un acalorado debate dentro de la comunidad de criptomonedas. Mientras que algunos de los beneficios resultantes son claros, incluyendo la escalabilidad y la sostenibilidad debido a un sistema más eficiente energéticamente, muchos temen que la descentralización pueda estar en riesgo debido a su implementación.
El proceso de validación del PoS puede tropezar con grandes validadores que pueden tener una influencia excesiva en la verificación de las transacciones, afectando así a la verdadera naturaleza de la descentralización. Los detractores de la transición también ven el sharding como una amenaza para la seguridad de la red. Dado que se necesitarán menos validadores para asegurar las múltiples y pequeñas shard chains, existe un mayor riesgo de que puedan estar más expuestos a actores maliciosos.
¿Cómo afectará Ethereum 2.0 al valor intrínseco de Ether?
Muchos criptoexpertos creen que 2022 será un año decisivo para el precio del Ether. La moneda digital experimentó un aumento extraordinario desde su lanzamiento en 2015, pasando de apenas USD 0.30 a un máximo de 4,800 en 2021, incluyendo movimientos muy volátiles en el camino.
¿Mantendrá Ether su enorme crecimiento con el cambio a ETH 2.0? Si bien es imposible predecir el precio de cualquier activo basado en el análisis técnico o fundamental, los criptoinversores creen unánimemente que ETH 2.0 tendrá un impacto en el valor intrínseco de Ether, y mucho dependerá de la implementación sin problemas de la actualización.
Como con cualquier transformación significativa, el despliegue inicial de ETH 2.0 podría ser una causa directa de volatilidad. Hasta que la actualización se pruebe a fondo, se apruebe y sea efectiva en toda la red, los expertos predicen meses de incertidumbre que inevitablemente afectarán al precio de ETH.
A largo plazo, la transición a un PoS más sostenible y eficiente beneficiará la adopción de Ethereum para los usuarios y las empresas que construyen sobre la plataforma. Sin embargo, la forma y el momento en que todo esto se desarrolle es motivo de duda entre los inversores que muestran signos de precaución con su asignación hasta que haya una perspectiva más precisa.
Mucho dependerá del éxito de la actualización resultante en cuanto a demanda y funcionalidad y de si la renovada plataforma podrá mantener su posición de liderazgo entre todos los demás innovadores competidores de la red.