¿Por qué es inteligente diversificar nuestras inversiones?
El sentido común nos sugiere que no es muy sabio colocar todos los huevos en una misma canasta. En muchos sentidos, la diversificación financiera es una estrategia prudente que demuestra bastante moderación de nuestra parte. Los más temerarios, sin embargo, no piensan lo mismo. Algunos inversores se enamoraron tanto de su activo predilecto que pierden toda noción de sensatez. ¿Para qué diversificar? ¿Por qué diversificar si la solución al “problema del dinero” es Bitcoin?
Michael Saylor, CEO de Microstrategy, es un ejemplo vivo del exceso y la imprudencia en su fanatismo hacia Bitcoin. ¿Cree Michael Saylor en la diversificación? No lo creo. El fanático enfermizo no escucha razones. Todo lo simplifica. Y todo lo lleva a un extremo. Tenemos Bitcoin hasta en la sopa. Ese individuo, Michael Saylor, hace unos meses le recomendaba a la gente hipotecar sus casas para comprar Bitcoin con un Bitcoin a 50 mil dólares por unidad. En su visión del mundo, es un sinsentido comprar dólares, acciones bursátiles, bonos, bienes raíces, oro o cualquier otro activo que no sea Bitcoin. Claro que, en este espacio, Saylor no es el único de su especie.
Si la cosa va a ser así de radical, yo preferiría que la “moneda del futuro” sea el chocolate. El chocolate se puede comer. Con chocolate, se pueden construir casas y muebles. El chocolate, sin lugar a dudas, es mucho más versátil en la práctica que un código criptográfico. Francamente, me cuesta mucho trabajo imaginar un mundo cuyo único activo de valor sea Bitcoin. Todo el fanatismo pseudo-religioso en torno a Bitcoin es muy bonito para pelear con los demás en las redes sociales. Pero, en la vida real, nos vemos en la obligación de ser mucho más pragmáticos. Todo lo que consumimos ha sido producido por alguien más. Y todo ese esfuerzo requiere de apoyo y financiamiento.
¿Qué es Bitcoin? Bitcoin es un código. Cierto, es un código genial y sumamente versátil. Pero no deja de ser un simple código en una red de computadoras. O sea, existe un mundo más allá después de Bitcoin. El inversor inteligente piensa en Bitcoin como un instrumento a su servicio. No se fanatiza. No se enamora. No lo romantiza, ni lo idolatra. Lo utiliza. Es un error poner Bitcoin en un pedestal. Aquí lo que más importa es cuidar nuestro bolsillo. Poner un techo sobre nuestra cabeza y poner el pan en la mesa. En lo que se refiere a nuestro portafolio, lo más importante no es promover la propaganda de la utopía cripto-libertaria, lo más importante es nuestro crecimiento financiero. Punto. Así de sencillo. Nada de peros.
La diversificación es una estrategia utilizada en gran parte para protegernos contra la volatilidad. Bitcoin al ser un activo tan volátil exige una mayor diversificación de nuestra parte. Cierto que la volatilidad es más aceptable para los que invierten a largo plazo. Sin embargo, para poder invertir a largo plazo, hay que estar ya plenamente diversificado. Después de todo, las obligaciones no esperan. En el supermercado, no podemos poner como excusa de que “el dinero del futuro” está entrando en un ciclo bajista y lo mejor es esperar la recuperación. Hay que comer todos los días. Los bonos de Microstrategy y los bonos salvadoreños tienen fecha de vencimiento, por ejemplo. Si no se cuentan con reservas en otros activos, es posible que entremos en riesgo de impago.
Cabe destacar que, para los inversores con mucha volatilidad en su portafolio, lo más inteligente es diversificarse añadiendo activos más estables. En lo personal, recomiendo activos de renta fija como bonos y cuentas de ahorro. En un ciclo bajista como el actual, tampoco es mala idea invertir en buenas empresas defensivas (alimentos, cosméticos, medicamentos), en petroleras eficientes y en mercancías. Aquí el secreto es darle una mayor importancia a la estabilidad. Sin embargo, también es posible invertir en sectores que normalmente se comportan bien en condiciones como las actuales.
Ahora bien, la diversificación no es únicamente el simple acto de no colocar todos los huevos en una misma canasta. Si diversificamos de modo superficial, es posible que la meta no se cumpla. Supongamos que tenemos Bitcoin, pero decidimos diversificar nuestro portafolio comprando altcoins. En teoría, nos diversificamos. Pero, en la práctica, es más de lo mismo. Añadir altcoins a un portafolio con mucho Bitcoin, no le aporta más estabilidad al asunto. En el momento de un colapso, por ejemplo, esa configuración no nos protege mucho.
El fanático piensa en absolutos. Los inversores piensan en porcentajes. Lo que implica que podemos invertir en distintos activos al mismo tiempo, pero no necesariamente en la misma proporción. Si bien es cierto que el riesgo de invertir en un activo muy volátil es relativamente alto, eso no implica que debemos descartar al activo en su totalidad. Todavía podemos invertir en activos volátiles. Sin embargo, la inversión debe realizarse escogiendo el monto adecuado, considerando detenidamente los riesgos y las oportunidades.
¿Ya tienes tu casa en regla? ¿Cómo están las deudas? ¿Cómo van los gastos? ¿Cómo va el flujo de ingresos? Lo primero es poner la casa en orden. Eso significa estar al día con los acreedores, el gobierno, la familia y los seguros. Luego, podemos comenzar a invertir. Pero invertir no es un casino. Invertir no es una lotería. Invertir no es dinero fácil sin trabajar. Invertir es poner a trabajar nuestro capital, para más adelante, obtener ingresos adicionales.
Nuestro primer deber, entonces, es no perder dinero debido a la codicia. He aquí un secreto de este negocio. La promoción es el mejor amigo del precio. Por ende, las partes interesadas (los exchanges, los fondos, youtubers, tuiteros, la prensa, las empresas, etc.) siempre promueven la narrativa optimista para subir los ánimos entre los inversores. ¿Por qué? Porque la ganancia está en mantener el entusiasmo vivo. Mucho cuidado con eso. Los intereses de estas partes interesadas no siempre están alineados a nuestros intereses.
El vendedor de palas siempre es optimista en torno a la minería. Obvio. Su ganancia está en venderte la pala. Después de todo, la gente quiere tu dinero. Válido. Pero nuestra tarea es cuidar nuestro bolsillo. Eso implica protegernos ante la volatilidad. En este sentido, debemos ser estrategas. No hay que dejarse engañar por la “ideología” de los vendedores de palas. Se compra lo que necesitemos comprar y en la proposición que necesitemos comprar. O sea, compramos según nuestra conveniencia, sopesando, por supuesto, los riesgos y las oportunidades. Reflexiona muy bien sobre tu portafolio de inversiones. Diversifica. Diversifica bien.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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