¿Por qué el CEO de Goldman Sachs pronostica “golpes y dolor” para la economía estadounidense?
El CEO de Goldman Sachs, David Solomon, tiene una predicción audaz para la economía de Estados Unidos: puede que no haya una recesión, pero se sentirá como si la hubiera. Según Solomon, el país podría enfrentarse a un crecimiento lento y una inflación persistente, lo que haría que las condiciones económicas fueran más difíciles. Solomon se mostró sorprendido por la resiliencia de los mercados y el empleo, pero también advirtió que la Fed podría seguir subiendo los tipos de interés para combatir la inflación. Solomon dijo que era un momento de incertidumbre y que había que ser cauteloso.
Solomon ve “golpes y dolor” para la economía (EEUU). Incluso con un aterrizaje suave, se sentirá como una recesión para los estadounidenses. Eso es lo que dijo Solomon en una entrevista con CNBC, donde expresó su preocupación por la escasez de suministros y la inflación. Solomon predijo que la economía se desaceleraría en los próximos meses, pero no entraría en una recesión técnica. Sin embargo, dijo que eso no sería un consuelo para los consumidores, que tendrían que pagar más por todo, desde la gasolina hasta los alimentos. Solomon también criticó la política fiscal y monetaria del gobierno, que según él ha creado muchos desequilibrios. Solomon dijo que era hora de ser prudente y realista.
Ahora bien, a la gente le encanta comprar cosas con crédito. Porque así pueden tener lo que quieren sin esperar. Pero el crédito no es gratis, tiene un costo que depende de lo que cobran los bancos centrales por prestar dinero. Estos señores son los que mandan en el mundo financiero, y cuando quieren frenar la inflación, suben los intereses. ¿Y qué pasa cuando suben los intereses? Pues que el crédito se vuelve más caro, y la gente compra menos. ¿Y qué pasa cuando la gente compra menos? Pues que las empresas venden menos, y ganan menos. O sea, que al final todos perdemos. Esto, damas y caballeros, es lo que se llama una desaceleración económica, y es lo que estamos viviendo ahora. Los “golpes y el dolor” son en cierto sentido parte del paquete.
¿Qué opinan los estadounidenses sobre la economía? Hay de todo. Hay quienes ven el lado bueno y el lado malo de las cosas. Y hay quienes solo ven uno de los dos. Entre todos, hay discusión sobre si la economía de Estados Unidos se va a hundir o no, y cuánto y cómo. Pero hay algunos que creen que no hay que ser tan negativos, y que Estados Unidos podrá salir de una posible crisis con poco daño y rápido.
Una reciente de CNBC reveló que el 69% del público tiene una opinión negativa sobre la situación económica. Eso es mucha gente, ¿no? Pero resulta que esos mismos datos también muestran que la economía está creciendo, que hay empleo, que hay inversión, que hay consumo… ¿Cómo se explica esta contradicción? Pues quizás porque la gente se deja llevar por las emociones, por los titulares, por los políticos… Y no se fija en los hechos.
¿Te has dado cuenta de que la gente ya no habla de la realidad? Parece que eso ya no importa. Lo que importa es hacer ruido, confundir y contradecir al otro. Así es como se vive en una sociedad fragmentada, extremista y polarizada. La realidad ha pasado a un segundo plano. Ahora lo que se debate no es lo que pasa, sino lo que conviene. Ahora se dice y se cree lo que sea necesario para que el otro pierda. O sea, que ya no se debate para llegar a un acuerdo y conocer la verdad. Se debate para vencer.
Ahora bien, no se puede negar que hay señales de que la economía se está enfriando y que se avecina una crisis. Por ejemplo, hay menos producción industrial, manufacturera y ventas al menudeo. Pero no todo es malo, los servicios siguen creciendo. Por ejemplo, el ISM respectivo muestra un nivel por encima del promedio de los últimos dos años, según el sitio web Investing.com. El dato más fuerte es el comportamiento del mercado laboral. La tasa de desempleo ha bajado de forma impresionante y constante desde el pico de la recesión en 2020 cuando alcanzó casi 15%, según el informe del Bureau of Labor Statistics. Lo que se puede llamar una tasa de pleno empleo.
Según el economista Krugman, no hay que alarmarse por el bajo desempleo. No es que los estadounidenses se hayan cansado de trabajar, sino que se han hecho más viejos. La población está envejeciendo y eso hace que haya menos gente activa. De hecho, la participación laboral está igual que antes de la pandemia.
Es posible que la recesión no llegará hasta finales de 2023 o principios de 2024. Y será una recesión suave y corta, como un resfriado. La Reserva Federal está haciendo el trabajo para evitar un desastre. Además, el mercado laboral está fuerte y no parece que vaya a haber un desplome del empleo.
En un entorno inflacionario como este, tener una economía tan pujante puede ser contraproducente. ¿Por qué? Porque eso significa que hay mucha demanda y poca oferta, lo que hace subir los precios. Lo que queremos es una economía fuerte, pero con una inflación bajando. Así podemos comprar más cosas con menos dinero. ¿Cómo se logra eso? Esa es la pregunta del millón.
La Fed es como un médico que tiene que controlar la fiebre de la economía. Si la economía está muy caliente, hay mucha inflación y los precios suben. Entonces, la Fed le sube la dosis de un remedio llamado interés, que hace que pedir dinero sea más caro. Así, la gente compra menos y la inflación baja. Pero si le sube mucho el interés, la economía se puede enfriar demasiado y entrar en recesión. Además, hay otros factores que pueden afectar la temperatura de la economía, como las guerras, las crisis o los extraterrestres. Por eso, el trabajo de la Fed no es nada fácil.
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