¿Por qué el BCE no se fía de la bajada de la inflación?
¿Por qué ocurre la inflación? Pues porque hay muchos factores que la causan, como la oferta y la demanda, el gasto público, la política monetaria, las expectativas, etc. No es algo que se pueda controlar fácilmente con una sola medida. De hecho, combatirla es un largo y doloroso camino.
A veces, el gobierno nos dice que la inflación ha bajado un poco, y nos ponemos muy contentos. Pensamos que ya hemos ganado la batalla contra la inflación y que pronto volveremos a tener una economía estable y próspera. Pero no podemos cantar victoria antes de tiempo. La inflación es una guerra que se gana con paciencia y perseverancia. No basta con un par de informes positivos, hay que seguir trabajando y haciendo los ajustes necesarios. La lucha es para largo, así que no nos confiemos ni nos desanimemos. Sigamos luchando por un mejor futuro.
De hecho, Christine Lagarde ha dicho que es demasiado pronto para “empezar a declarar la victoria” en el empeño del Banco Central Europeo de domar la inflación, pidiendo a los responsables de fijar los tipos de interés – y a los mercados – que “den tiempo” para ver cómo de rápido actúan las fuerzas desinflacionarias.
Después de subir los tipos de interés sin precedentes en el último año, los responsables de política monetaria de la zona euro dejaron los costes de endeudamiento sin cambios en su reunión de política de octubre y se espera que hagan lo mismo en diciembre.
Esas pausas y el débil crecimiento de la zona euro han aumentado las expectativas de que los costes de endeudamiento podrían bajar, con los inversores apostando a que el BCE podría recortar los tipos de interés tan pronto como en abril. Pero me temo que ese escenario es el más iluso de todos.
Lagarde rechazó las apuestas del mercado, diciendo el martes que el BCE estaba ahora “en una fase de nuestro ciclo de política que yo caracterizaría como de atención y concentración”.
“¿Hemos terminado? No”, dijo la presidenta del banco central en un acto del ministerio de Finanzas alemán en Berlín, añadiendo que la inflación de la zona euro probablemente subiría ligeramente en los próximos meses.
Lo que ocurre es que los mercados son como niños malcriados que solo ven lo que quieren ver. Cuando el banco central les da estímulos, se ponen muy felices y gastan sin parar. Pero cuando el banco central les quita los estímulos, se ponen muy tristes y se quejan de todo. Por eso, siempre están buscando cualquier excusa para creer que el banco central va a volver a darles estímulos. Por ejemplo, si ven una noticia negativa sobre la economía, piensan que el banco central va a tener que actuar para evitar una crisis. Pero no se dan cuenta de que el banco central no puede estar siempre mimándolos.
El BCE tiene como objetivo una inflación del 2%. “La naturaleza del proceso inflacionario en la zona euro significa que tendremos que seguir atentos a los riesgos de una inflación persistente”, dijo Lagarde.
Al señalar “dos fuerzas principales que empujan a la baja la inflación hoy en día” – una reversión de los shocks de energía y de oferta que explicaron dos tercios del repunte de la inflación, y el impacto de unos mayores costes de endeudamiento, Lagarde dijo que la primera se estaba desvaneciendo y que había “cierta incertidumbre” sobre la fuerza de la segunda.
“Esperamos que la inflación general vuelva a subir ligeramente en los próximos meses, debido principalmente a algunos efectos de base”, dijo. “Esto refleja las importantes caídas de los costes energéticos observadas a finales del año pasado, y la reversión de algunas de las medidas fiscales que se pusieron en marcha para combatir la crisis energética”.
Hablando en el mismo acto, Christian Lindner, ministro de Finanzas de Alemania, subrayó la importancia de mantener la “disciplina de la política fiscal” para ayudar a reducir la inflación. Respondiendo a las observaciones de Lagarde, advirtió que unos altos costes de endeudamiento aumentarían los “problemas de sostenibilidad de la deuda” para algunos países muy endeudados.
Elogió el enfoque del BCE en reducir las presiones sobre los precios, recordando el “efecto desastroso” de la hiperinflación alemana en los años 20, cuando el ingreso de muchas personas “no era suficiente para comprar pan”.
Lagarde dijo que mantenía los “pies en el suelo” yendo al supermercado a hacer la compra “al menos una vez a la semana”, lo que le ayudaba a estar en contacto con el aumento del coste de la vida, aunque no “mirara cada etiqueta de precio”.
Pero advirtió que el aumento de los salarios significaba que los responsables de fijar los tipos de interés “tendrán que seguir atentos hasta que tengamos pruebas firmes de que se dan las condiciones para que la inflación vuelva de forma sostenible a nuestro objetivo”.
Añadió: “Todavía nos queda un camino por recorrer”.
Al señalar el aumento anual en el salario medio por empleado de la zona euro en el segundo trimestre, Lagarde dijo que el BCE estaba “monitorizando de cerca” si esto conduciría a que la inflación se mantuviera persistentemente por encima del objetivo.
Pero expresó su confianza en que, a pesar de que los fuertes mercados laborales aumentaban el poder de negociación de los trabajadores, el reciente crecimiento salarial de Europa reflejaba un efecto de “recuperación” vinculado a la inflación pasada “más que una dinámica autocumplida donde la gente espera una mayor inflación en el futuro”. Pronosticó una “debilitación adicional de las presiones inflacionarias generales”.
Para concluir, la inflación es un fenómeno complejo que se ve afectado por muchos factores. Por eso, es importante ser paciente y no cantar victoria antes de tiempo. El BCE está tomando medidas para reducir la inflación, pero aún queda un camino por recorrer.
En los últimos meses, la inflación de la zona euro ha bajado ligeramente. Sin embargo, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha advertido que es demasiado pronto para declarar la victoria. Lagarde ha señalado que la inflación podría subir ligeramente en los próximos meses, debido a factores como la reversión de los shocks de energía y oferta.
En fin, el BCE está actuando para frenar la inflación. No obstante, todavía hay mucho camino por recorrer. Es fundamental ser prudentes y no dar por hecho el éxito antes de tiempo.
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