¿Por qué Bitcoin sube y el S&P 500 baja?
Imagina que tienes dos amigos que se llevan muy bien, pero no siempre están de acuerdo en todo. A veces van juntos al cine, al parque o a la playa, y otras veces prefieren hacer planes diferentes. Pues así son los mercados financieros: tienen sus afinidades, pero también sus diferencias.
Cuando decimos que dos mercados tienen una correlación positiva, no significa que sean clones o que hagan lo mismo todo el tiempo. Significa que, en general, tienden a moverse en la misma dirección: si uno sube, el otro también; si uno baja, el otro le sigue. Pero eso no es una regla fija ni una garantía de nada. Hay momentos en que los mercados se desvían de su patrón habitual y hacen lo contrario de lo esperado.
¿Cómo medimos esa tendencia a moverse juntos? Con un número que va del 0 al 100%, llamado coeficiente de correlación. Cuanto más alto sea, más fuerte será la relación entre los mercados. Por ejemplo, si dos mercados tienen una correlación del 60%, significa que coinciden en el 60% de las ocasiones, pero no en el 40% restante. Así que no te fíes demasiado de las correlaciones, porque a veces te pueden sorprender.
¿Qué tienen en común Bitcoin y el S&P 500? Aparte de ser dos activos financieros que atraen la atención de muchos inversores, también comparten una cierta relación entre sus movimientos de precios. O al menos, así ha sido durante gran parte de este año. Veamos cómo ha evolucionado esta relación y por qué se ha roto recientemente.
A principios de año, tanto Bitcoin como el S&P 500 comenzaron a subir debido a la expectativa en torno a un giro en la política monetaria por parte de la FED. Es decir, que la Reserva Federal de Estados Unidos más temprano que tarde dejaría de subir los tipos de interés y volvería a los estímulos para evitar una recesión. Ese optimismo hizo que la gente comenzara a comprar de nuevo, tanto acciones como criptomonedas, pensando que la economía se iba a recuperar pronto del impacto de la pandemia.
Luego, a medida que avanzaba el año, las cosas se comenzaron a complicar debido a la incertidumbre en torno a la inflación y a que lo más seguro es que ese supuesto giro tan anhelado no llegaría en el futuro cercano. El S&P 500, que es un índice que agrupa las 500 empresas más grandes de Estados Unidos, comenzó a desacelerarse bastante. Y en algunos momentos ha bajado, sobre todo en tiempos de incertidumbre. Mientras tanto, Bitcoin comenzó a oscilar en un canal lateral de 24-31K. A veces sube, a veces baja… Pero todavía no ha podido salir de ese canal.
Lo que ocurre es que el S&P 500 y Bitcoin responden a diferentes factores y estímulos. El S&P 500 depende mucho de lo que diga y haga la FED, ya que sus decisiones afectan al valor del dólar y al coste del crédito. Bitcoin, en cambio, es un mercado emergente, que también puede verse afectado por factores internos específicamente relacionados con ese mercado, donde hay muchos actores e intereses en juego. Por ejemplo, recientemente Bitcoin ha subido un poco debido a las expectativas en torno a la posible aprobación de un ETF (fondo cotizado) que permitiría invertir en Bitcoin sin tener que comprarlo directamente.
Entonces, debido a esto, la correlación entre el S&P 500 y Bitcoin se ha roto por un momento. Es decir, que ya no se mueven al mismo ritmo ni en la misma dirección. Esto puede ser bueno o malo, dependiendo de cómo lo mires. Por un lado, puede ser una oportunidad para diversificar tu cartera y aprovechar las diferencias entre ambos activos. Por otro lado, puede ser un riesgo mayor si uno de los dos se desploma y arrastra al otro.
Ahora bien, el S&P 500 y Bitcoin son dos activos financieros muy interesantes y volátiles, pero también muy diferentes entre sí. No hay que asumir que siempre van a tener una relación estable o predecible, sino estar atentos a los cambios y adaptarse a ellos. Y, sobre todo, no invertir más de lo que puedas perder.
El S&P 500 es una referencia sumamente importante para los inversores, porque refleja el rendimiento del mercado más grande y poderoso del mundo. Digamos que el S&P 500 es un promedio que todos quieren superar. Por ejemplo, si el promedio anual de S&P 500 es de 10%, todo inversor, gestor de fondos e institución quiere poder decir que ha superado al S&P 500. Para un inversor, superar al S&P 500 es una prueba de su competencia. O al menos eso es lo que se piensa. Eso crea un sesgo, porque solo se destacan los casos en los que se logra ese objetivo, y se ignoran los que no.
Un caso muy ilustrativo es el de Bitcoin. Bitcoin es un activo que no tiene “nada” que ver con el S&P 500, ni con ninguna otra cosa. Su valor depende de la oferta y la demanda, de la confianza de sus usuarios, de la innovación tecnológica y de muchos otros factores difíciles de predecir. Por eso, Bitcoin puede subir o bajar mucho en poco tiempo, sin seguir ninguna lógica aparente.
Entonces, es muy común leer noticias que nos dicen que Bitcoin ha superado al S&P 500, pero cuando Bitcoin cae y el S&P 500 supera a Bitcoin… No hay el mismo entusiasmo en reportar este hecho. Esto se debe a que hay una tendencia a exaltar las virtudes de Bitcoin como una alternativa al sistema financiero tradicional, y a minimizar sus riesgos y desventajas.
Entonces, en mi opinión, no hay que darle mucha importancia a que por un par de semanas Bitcoin suba mientras el S&P 500 baja. Eso es lo normal. A veces hay correlación positiva, es decir, ambos se mueven en la misma dirección. A veces hay correlación negativa, es decir, se mueven en sentido contrario. Y a veces no hay correlación ninguna, es decir, se mueven de forma independiente. Porque no hay correlación perfecta entre dos activos tan diferentes.
Lo que hay que hacer es analizar cada uno por separado, y ver si nos conviene invertir en ellos según nuestros objetivos, nuestro perfil de riesgo y nuestro horizonte temporal. No hay que dejarse llevar por las modas, ni por las emociones, ni por las comparaciones odiosas. Hay que ser racionales, informados y prudentes. Así podremos tomar mejores decisiones financieras, y evitar decepciones y pérdidas innecesarias.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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