Políticos rusos pro-Bitcoin fueron atacados en las últimas semanas
Han sido un par de semanas complicadas para los activistas pro-Bitcoin/anti-Putin en Rusia. Primero, el 20 de agosto, el líder de la oposición Alexei Navalny fue envenenado, y luego, el 31 de agosto, un destacado bloguero, Yegor Zhukov, fue golpeado cerca de su casa por asaltantes desconocidos.
No solo son dos de los críticos más fervientes del presidente Putin en la nación, sino que también han aceptado donaciones de Bitcoin (BTC) en el pasado, aunque su apoyo a las criptomonedas probablemente no sea el factor incitador detrás de estos ataques. Lo más probable es que estén siendo silenciados porque son activistas políticos que se oponen al gobierno ruso, y los temores de que se incauten sus donaciones los han llevado a aceptar pagos como efecto secundario. De ser cierto, esto no sería diferente a WikiLeaks, que decidió aceptar Bitcoin después de que el gobierno de los EE. UU. coaccionó a PayPal para que suspendiera sus cuentas.
Navalny ha sido percibido como el mayor (y quizás único) retador de Putin durante más de una década. Ha sido objeto de numerosos ataques físicos e incriminaciones legales a lo largo de los años.
Zhukov tiene solo 22 años y es un devoto libertario; recibió reconocimiento público por primera vez en 2019 por sus videos de YouTube en apoyo de las protestas políticas en Moscú. Poco después, fue arrestado por participar en protestas no autorizadas. Posteriormente, fue condenado a tres años de libertad condicional, lo que fue percibido como una victoria por la oposición.
Muchos creen que el Kremlin conspiró para llevar a cabo esta reciente ola de ataques contra los disidentes políticos. La situación también puede haber sido agitada por la situación en la vecina Bielorrusia, donde decenas de miles han estado protestando contra lo que perciben como elecciones presidenciales amañadas. El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, puede estar en peligro real de perder su poder por primera vez desde que llegó al poder hace 26 años.
Aunque ambos hombres pueden haberse convertido en partidarios de Bitcoin por necesidad, solo sirve para ilustrar la alternativa poderosa y viable al autoritarismo que proporciona la descentralización.
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