Perspectiva sobre el precio de Bitcoin: 28/09
En relación al fondo, el optimismo va y viene. Por un lado, se piensa que los precios han bajado tanto que ya es suficiente. Además, el nivel actual ha demostrado una gran fortaleza. Lo que nos podría estar diciendo que ya hemos tocado fondo. O, en el peor de los casos, el fondo está muy cerca. Claro que todavía hay mucha volatilidad e incertidumbre. Sin embargo, los inversores aún saben reconocer una súper oferta cuando la ven.
Por otro lado, nuestra situación actual es tan compleja que aún es demasiado prematuro asumir que lo peor ya pasó. Todavía tenemos una guerra en Europa. El tiempo pasa. Pero las cosas allá no parecen mejorar. De hecho, en muchos aspectos, la contienda ha escalado. Putin no es un niño de pecho. Y su orgullo roto todavía puede darnos una sorpresa. Europa está entrando en una recesión impulsada por una crisis energética. La economía china está experimentando una gran desaceleración causada por la lucha contra el Covid-19. La inflación en los Estados Unidos se niega a bajar gracias a una economía sobrecalentada y a un suministro insuficiente.
En estos tiempos de volatilidad e incertidumbre, los inversores están encontrando estabilidad y predictibilidad añadiendo efectivo y bonos en sus portafolios. El dólar, por supuesto, no es una solución perfecta. Puede llegar a ser un refugio bastante seguro. Sin embargo, los rendimientos suelen ser muy bajos. De hecho, pueden ser negativos al tomar en cuenta de la inflación. Claro que las inversiones son buenas o malas en relación a sus alternativas. Para la mayoría de los inversores, es mejor perder de 3%-8% al año que perder 30% o más en el S&P 500. O mejor que perder 60% o más en Bitcoin y en las demás criptomonedas.
Debemos recordar que las deudas, por lo general, se fijan en dólares. Si bien es cierto que la inflación anual se ubica cerca del 8%, el dólar ha aumentado mucho su valor últimamente en relación a las demás divisas. Y esto, para los que tienen dólares en el bolsillo, representa una ventaja a la hora de saldar deudas y a la hora de realizar compras fuera de los Estados Unidos. Entonces, por muy extraño que parezca, el dólar se presenta en estos momentos como el menor de todos los males para los inversores.
Durante un ciclo bajista, las oportunidades abundan. Eso es cierto. Sin embargo, también abundan los espejismos. Y hay peligros por doquier. El inversor ingenio piensa (equivocadamente) que toda baja del precio es un descuento. La codicia de comprar la caída hace que muchos compren de manera prematura. Porque se piensa que los ciclos bajistas son un paseo por el parque. Este no es el caso. Durante un ciclo bajista, normalmente, hay mucha sangre y dolor. Y, generalmente, las cosas se vuelven mucho peor antes de mejorar.
Cierto que Bitcoin ha bajado mucho de precio. Pero eso no quiere decir que no pueda bajar más. Muchos asumen que Bitcoin está “barato”, porque su precio actual es considerablemente inferior a su máximo histórico. Pero se nos olvida que llegamos a ese máximo histórico debido a un optimismo excepcional causado en gran parte por unos estímulos monetarios históricos. Este 2022 no es igual al 2018. En esta oportunidad, no tendremos rescate. En esta oportunidad, no tendremos lluvia de dinero barato cayendo del cielo.
Los últimos criptoinviernos tomaron lugar en condiciones totalmente distintas a este criptoinvierno. Lo que tenemos no lo hemos vivido en 40 años. Claro que, gracias a las redes sociales, una tribu digital ha encontrado su identidad en Bitcoin. Entonces, tenemos a un grupo de fanáticos con luces saliendo de sus ojos y repitiendo como loros las mismas frases de siempre para crear una ilusión de certeza. Señores, nada es seguro en este mundo. Los dinosaurios eran los dueños y señores de este planeta hasta que llevó un meteorito para marcar un antes y después. En este momento, incluso, tenemos una amenaza nuclear. Y todavía hay personas pensando que Bitcoin tiene su futuro garantizado. La humanidad no tiene su futuro garantizado. Pensar que un código de computadoras sí es una apuesta segura es, sin lugar a dudas, una expectativa bastante ilusa.
Los pronósticos no se hacen pensando en el pasado. Se hacen pensando en el futuro. Se invierte con una expectativa. Pregunta clave: ¿Mañana habrá más demanda que hoy? La demanda por activos de riesgo como Bitcoin provienen de dos fuentes: Crecimiento económico (ingresos) e inyecciones de liquidez (política monetaria). Lo que pensamos en torno a estas dos fuentes en el futuro determina el sentimiento actual. Las expectativas optimistas generan sentimientos alcistas. Y las expectativas pesimistas generan sentimientos bajistas.
Aquí no hay espacio para las emociones. No es cuestión de tener fe y esperar. El precio no va a subir, por el solo hecho de tener fe. El precio tampoco va a subir, porque tengamos luces saliendo de los ojos en nuestro perfil de Twitter. De hecho, en relación al precio de Bitcoin, las opiniones de los bitcoiners más comprometidos no son tan relevantes como las opiniones de los nobitcoiners. ¿Por qué? Porque el precio subirá con la nueva demanda. Y la nueva demanda no viene de los que ya compraron. La nueva demanda vendrá de los aún están por comprar.
No hace falta que muchos vendan para que el precio baje. Con la falta de compradores, es suficiente para que se genere una capitulación. Nuestro canal de consolidación actual ($21.6K-$18.7K) ha demostrado una fortaleza increíble. Si logramos mantenernos por encima de este soporte por varias semanas más, podemos comenzar a sentirnos con suerte. Porque se podría decir que se dio el milagro. Claro que necesitamos un catalizador alcista que nos impulse hacia arriba. Necesitamos alguna victoria en la batalla contra la inflación. O algo que nos indique que un aterrizaje suave es posible.
Claro que, si algo puede subir, también puede bajar. Por supuesto que el escenario de una nueva caída aún está sobre la mesa. De hecho, no solo es posible. De hecho, es bastante probable. Lo que sucede es que cuando muchas cosas pueden salir mal, normalmente, algo suele salir mal. El dólar sigue subiendo. Lo que nos dice que los inversores siguen buscando un refugio seguro para poder sobrevivir a lo que viene. En la actualidad, no hay mucha evidencia que nos esté indicando el comienzo de un nuevo ciclo alcista. Los próximos dos trimestres no prometen muchas mejoras. Mejor dicho, hay que esperar lo mejor. Pero, al mismo tiempo, hay que estar preparado para lo peor.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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