Perspectiva sobre el precio de Bitcoin: 12/01
Los mercados retornan al optimismo después de un reporte de inflación favorable. Los precios al consumidor de los Estados Unidos crecieron un 6.5 % interanual en diciembre, moderándose un poco desde un aumento del 7.1 % en noviembre. Por ende, los inversores celebran la ocasión. El S&P 500, Nasdaq, Bitcoin y además han registrado alzas. Mientras tanto, Jerome Powell, director de la Reserva Federal de los Estados Unidos, está en batalla constante contra las falsas expectativas. Exactamente. El oso más grande en Wall Street en este momento es Jerome Powell. Al mercado le dice: No te vistas que no vas.
En esta columna, hemos hablado bastante de esta oscilación intermitente entre el pesimismo y el optimismo. Veamos. En todo mercado, siempre hay varias narrativas luchando, al mismo tiempo, por la supremacía. Lo que ocurre es que toda expectativa se construye sobre una serie de suposiciones. Entonces, con cada evento, con cada noticia, con cada giro, surgen las distintas interpretaciones. Las interpretaciones se convierten en sentimiento. Y el sentimiento eventualmente se convierte en decisiones. Son estas decisiones (comprar, vender o esperar) las que mueven los mercados.
Un reporte de inflación favorable es una gran noticia, porque eso significa que los esfuerzos de la Reserva Federal están comenzando a funcionar. Lo que, a su vez, significa un retorno, más temprano que tarde, a una política monetaria más flexible. Lo que es alcista para las valoraciones de activos de riesgo como Bitcoin. Claro que sí. Y esto, en gran parte, explica el optimismo actual.
Ahora bien, esta interpretación no es incorrecta per se. De hecho, es bastante sensata. Sin embargo, hay que ser muy cautelosos con las exageraciones. Cierto. Los mercados son aficionados a las exageraciones. En otras palabras, se cuentan los pollos antes de nacer. Varios reportes favorables y ya se comienza a cantar victoria. En la mayoría de los casos, se trata de cantos prematuros. Después de todo, Roma no se construyó en un día. ¡Calma, pueblo! Vamos por pasos.
Este optimismo exagerado es un dolor de cabeza para la Reserva Federal, porque semejantes expectativas ejercen presiones inflacionarias. O sea, son contraproducentes. He ahí el poder de las expectativas. Y no las podemos subestimar. La misión de Powell es comunicar el plan de la Reserva lo mejor posible. Sin embargo, no siempre es sencillo. Por una parte, muchos errores se han cometido en el pasado. O sea, en gran medida, este problema de credibilidad es culpa de la Reserva. Por otro lado, muchos inversores escuchan lo que quieren escuchar. Hay que recordar que esta temporada bajista ha durado muchos meses. Y muchos inversores saltan a la primera excusa.
Bien se sabe que las grandes oportunidades se ubican al final de la etapa bajista y al comienzo de la etapa alcista. Entonces, todos quieren comer ese pastel. Sin embargo, es importante entender la naturaleza de los rallies de mercado bajista. Primero, son excelentes momentos para que las ballenas vendan a un mejor precio. O sea, los grandes se aprovechan de la ingenuidad de los pequeños. Segundo, estos rallies viven de ilusiones. Generan mucho entusiasmo. Pero, al poco tiempo, el entusiasmo muere.
No toda caída es el fondo. Y no toda alza es el comienzo de la recuperación. Después de un tiempo, uno comienza a reconocer el patrón. Porque siempre es lo mismo. Llega la noticia. Cambia el humor. Se genera un rally. Se monta una fiesta declarando el fin de los malos tiempos. ¡PAM! En el próximo acto, llegan las ballenas y comienzan a vender. Un colapso del precio (otra vez).
Aquí lo que tenemos es un tango entre la Reserva y el mercado. La Reserva, ciertamente, celebra los avances en la lucha contra la inflación. Sin embargo, tampoco se quiere que el mercado complique las cosas por malinterpretar la velocidad de dichos avances. Esos son los primeros pasos en un camino sumamente largo y difícil. Y nadie quiere que se declare el fin a los primeros metros, faltando kilómetros.
¿Cuál es el problema con las falsas expectativas? Supongamos que el mercado piensa que alcanzar el objetivo de 2% de inflación interanual es tan fácil como comer mandarinas. O sea, una cuestión de unos meses y ya. Este optimismo (prematuro) puede llevar a las personas a pensar que la recuperación está a la vuelta de la esquina (que no lo está). Sin embargo, esa creencia puede estimular la inversión. Inversión es gasto y el gasto es demanda. Y la demanda es inflacionaria, si no hay la oferta suficiente para mantener el equilibrio. Bueno, las falsas expectativas complican el trabajo de la Reserva Federal y pueden (irónicamente) alargar la crisis.
Tenemos la reapertura de China. Tenemos un mercado laboral sobrecalentado (EEUU). Y tenemos el problema de las expectativas. Me refiero a los problemas por el lado de la demanda (para mencionar los tres más curiosos de la lista). Para comenzar a detallar los problemas por el lado del suministro ya no hay espacio (o paciencia). Dejemos eso para otra ocasión.
Ahora bien, no todas las caídas son el fondo. Pero hay una caída que sí. Ese es el fondo. El mínimo de ese ciclo. En ese momento, la demanda comienza a retornar. Las personas comienzan a comprar al tener una luz al final de túnel. Esa luz no es otra cosa que anuncios en torno a futuros estímulos por parte de la Reserva Federal: Inyecciones de liquidez. ¿Tenemos una luz al final del túnel ahora?
Bitcoin ha tenido una semana muy buena. En la gráfica diaria, el precio ha logrado colocarse por encima de la media móvil de los 20 días y la media móvil de los 50 días. Aún estamos por debajo de la media móvil de los 200 días. Pero no estamos muy lejos. Por fin, retornamos a la banda de los $18K con buen volumen. Algo positivo. Porque nos estamos alejando del mínimo actual ($15.5K). De hecho, al ver la gráfica, se puede apreciar una “U” que podría establecerse como el fondo para esta temporada.
Es posible que el fondo haya quedado atrás. No es seguro. Pero, ciertamente, la posibilidad existe. Lo que genera más escepticismo es el comienzo de una recuperación al estilo de 2020. Los pronósticos para el 2023 son muy alentadores para los activos de riesgo. Debemos recordar que una recuperación necesita compradores. ¿Dónde están nuestras compradoras? Comida para la reflexión.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
Te puede interesar:
Las inversiones en criptoactivos no están reguladas. Es posible que no sean apropiados para inversores minoristas y que se pierda el monto total invertido. Los servicios o productos ofrecidos no están dirigidos ni son accesibles a inversores en España.