No hay necesidad de una CBDC en Australia, dice el Banco de la Reserva
Mientras otros países podrían estar colocando a las monedas digitales de los bancos centrales -también conocidas como CBDC– en lo más alto de su agenda, Australia podría contrarrestar la tendencia.
Según un informe de noticias locales del 17 de septiembre, el último documento de pagos del Banco de la Reserva de Australia ha adoptado una línea cautelosa y escéptica hacia las CBDC, así como hacia las stablecoins del sector privado.
El Banco de Reserva no cree que actualmente exista un argumento político sólido para emitir una CBDC en Australia, señalando el éxito de la eficiente Nueva Plataforma de Pagos del país, que también es en tiempo real.
Además, si bien el uso de efectivo para transacciones está disminuyendo en general, los australianos no están renunciando a los billetes con la misma rapidez que otros ciudadanos, como por ejemplo, los suecos.
En medio de la pandemia de COVID-19, la demanda de dinero en efectivo tuvo un aumento significativo, según el periódico. Por lo tanto, el RBA se ha comprometido a seguir proporcionando acceso a los billetes “durante el tiempo que los australianos deseen seguir utilizándolos”.
En el documento del banco central se analizan las iniciativas en curso en Suecia, Canadá y China, tres de los países más proactivos en el desarrollo de las CBDC.
En el caso de Suecia, el Banco Regional de Australia señaló que la disminución del uso de efectivo en ese país ya se ha precipitado durante varios años, lo que ha impulsado al Riksbank a desarrollar -y probar- una posible corona electrónica.
El Banco de Canadá, por su parte, se ha estado preparando para la posible emisión de una CDB minorista en la forma y el momento en que sea conveniente. Canadá prevé dos situaciones hipotéticas en las que la emisión de una CBDC podría resultar ventajosa: un colapso en el uso de efectivo para las transacciones cotidianas, o amenazas a la política monetaria por la circulación de una moneda digital del sector privado.
Por su parte, el RBA destacó el incierto horizonte de las posibles monedas, como la Libra de Facebook, señalando que queda por ver si la moneda “obtendrá la aprobación reglamentaria y entrará en funcionamiento”.
En cuanto a China, el RBA ha especulado que el impulso de la ya avanzada CBDC del país está ligado a la prevalencia interna de los proveedores de monederos de dinero electrónico del sector privado, como Alipay y WeChat Pay.
En opinión del RBA, una CBDC podría tener importantes desventajas para el país, entre ellas, el aumento de los costos de financiación de los bancos comerciales.
Actualmente, los bancos obtienen aproximadamente el 60% de su financiación de depósitos, dos tercios de los cuales provienen de depósitos a petición. La pérdida de la financiación de los depósitos podría empujar a los bancos comerciales a depender en mayor medida de la financiación de los mercados de valores y de capital. En el documento se señalaba:
“La pérdida de la financiación de los depósitos y la mayor dependencia de otras fuentes de financiación podría dar lugar a un cierto aumento del costo de los fondos de los bancos y dar lugar a una reducción del tamaño de sus balances y del monto de la intermediación financiera”.
Además, una CBDC podría aumentar la probabilidad de una corrida en el sistema bancario en caso de tensión financiera. El RBA afirmó que “en presencia de una CBDC, una corrida en el sistema bancario en su conjunto sería factible; si los depositantes tuvieran preocupaciones sobre todo el sistema financiero, podrían tratar de hacer transferencias en gran escala de los depósitos de los bancos comerciales a CBDC”.
Sin embargo, esta amenaza se vería mitigada por la protección que actualmente ofrece el plan de reclamaciones financieras de Australia para los depósitos de los hogares, admitió el RBA.
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