Metaverso: ¿Meta pierde miles de millones dólares en sueño lejano?
Meta, la empresa que antes se llamaba Facebook, ha anunciado un cambio importante en su estrategia. En lugar de enfocarse en el metaverso, un concepto que busca crear un mundo virtual donde las personas puedan interactuar y socializar, ahora pondrá su mayor inversión en la inteligencia artificial (IA). Así lo comunicó el fundador y CEO de Meta, Mark Zuckerberg, en una carta a sus empleados. Según él, la IA es una tecnología clave para mejorar sus productos y servicios, así como para aumentar su eficiencia y reducir sus costes. Por eso, la empresa despedirá a 10.000 trabajadores y cancelará algunos proyectos de menor prioridad.
¿Qué significa este cambio para los usuarios de Meta y sus plataformas como Facebook e Instagram? Según Zuckerberg, la IA les permitirá expresarse mejor y descubrir contenido nuevo y relevante. Por ejemplo, podrán usar filtros y efectos más realistas, recibir recomendaciones personalizadas y acceder a funciones más avanzadas. Sin embargo, también implica algunos riesgos y desafíos, como la privacidad, la seguridad, la ética y la regulación de la IA.
Zuckerberg aseguró que el metaverso sigue siendo una visión importante para el futuro de Meta, pero que no será su principal foco de inversión. Como bien sabemos, eso significa que ya no es la prioridad. El metaverso es una idea que se popularizó en la ciencia ficción y que se refiere a un espacio digital donde las personas pueden crear y explorar mundos virtuales con avatares. De hecho, Meta cambió su nombre en 2021 para reflejar su interés en este concepto, pero ahora parece que ha perdido algo de entusiasmo.
El cambio de Meta se produce en un contexto de alta competencia en el campo de la IA, donde otras empresas como Microsoft, Google y Amazon están desarrollando tecnologías innovadoras y disruptivas. La IA es una de las tendencias más importantes del siglo XXI y tiene el potencial de transformar muchos sectores y aspectos de la vida humana. Por eso, Meta quiere estar a la vanguardia y no quedarse atrás.
Según Andrew Bosworth, el director técnico de Meta, Zuckerberg ahora está obsesionado con la inteligencia artificial generativa (AI), una tecnología que puede crear contenido nuevo y personalizado a partir de datos. Meta tiene una gran inversión en investigación y desarrollo de AI, y cuenta con un modelo de lenguaje llamado LLaMa que se rumorea que es muy poderoso. Al parecer, Zuckerberg tiene déficit de atención y que cambia rápidamente de interés cuando aparece un juguete nuevo y brillante.
¿La llegada de ChatGPT mató al metaverso? Aparentemente, Zuckerberg ahora cree que la AI generativa es el futuro de la comunicación y la creatividad, y que puede revolucionar muchos sectores y aspectos de la vida humana. Por eso, quiere que Meta sea el líder en este campo y no se quede atrás de sus competidores. Sin embargo, su obsesión por la AI generativa también tiene un costo: ha descuidado el metaverso, un proyecto que había anunciado con gran entusiasmo hace poco más de un año. Ahora bien, el metaverso parece haber perdido el interés de Zuckerberg, que ahora, repito, solo tiene ojos para IA.
La prosperidad es una bendición que nos permite tener dinero para todo. Podemos gastar en lo que queramos, incluso en cosas que no necesitamos. Pero la prosperidad no dura para siempre. Tarde o temprano, llegan los tiempos difíciles y hay que ajustarse el cinturón. Hay que priorizar lo esencial y dejar de lado lo superfluo. Hay que cuidar el bolsillo y evitar los riesgos innecesarios.
El metaverso es un ejemplo de un riesgo innecesario. Es un proyecto ambicioso y costoso, que no tiene garantía de éxito ni de rentabilidad. Es una apuesta por un futuro incierto, que puede resultar en un fracaso monumental.
La IA, por otro lado, en este momento, es una necesidad. Es una tecnología que ya está transformando el mundo y que ofrece grandes oportunidades y beneficios. Es una herramienta que puede mejorar considerablemente los productos y servicios de Meta, así como su eficiencia y competitividad. Es una inversión que puede dar frutos a corto y largo plazo.
El futuro no es algo que ya esté determinado. El futuro es algo que tenemos que crear. Y para crearlo, necesitamos acción, no solo palabras. En algunos ámbitos (por ejemplo: en el mundo cripto) se suele afirmar que el futuro es inevitable. Se dice: “Bitcoin es el futuro”. Se dice: “El metaverso es el futuro”. ¿De verdad? No es así. Esos son eslóganes publicitarios que buscan convencernos de algo que no está garantizado. Pero sin inversión, sin desarrollo, sin impulso, nuestra visión para el futuro es solo una aspiración.
No podemos dar por hecho que el futuro será como queremos o como imaginamos. Tenemos que trabajar para hacerlo posible. Tenemos que invertir en investigación y desarrollo, en innovación y educación, en infraestructura y regulación. Tenemos que impulsar los proyectos y las iniciativas que nos acerquen a nuestros objetivos. Tenemos que colaborar y cooperar con otros actores y sectores que compartan nuestra visión.
El futuro no es algo que nos espera. El futuro es algo que hacemos. Y para hacerlo, necesitamos compromiso, no solo ilusión. ¿Bitcoin es el futuro? ¿El metaverso es el futuro? ¿Seguro? Bueno, en realidad, no lo sabemos. Esos son deseos que pueden cumplirse o no.
Meta es una empresa que depende demasiado de su fundador, Mark Zuckerberg. Eso crea una especie de tiranía, donde nadie puede cuestionar sus decisiones ni sus caprichos. Los tiranos suelen ser sordos a los consejos y las críticas, y se encaprichan con sus obsesiones. Cambian de opinión de la noche a la mañana, sin importarles las consecuencias. Se enamoran de sus proyectos, aunque sean inviables o inútiles.
Apple, Google y Microsoft no sufren tanto de ese mal, porque son empresas que tienen otra forma de gobernarse. Tienen más equilibrio y diversidad en sus liderazgos, y más visión y estrategia en sus planes. No se dejan llevar tanto por los impulsos o las modas, sino por los datos y los resultados.
El metaverso es un ejemplo de la tiranía de Zuckerberg. Es un mundo virtual que está vacío, pero que ha consumido muchísimo dinero. ¿Por qué? Porque Mark lo quiso así. Ese dinero se pudo haber usado para aumentar la rentabilidad del negocio principal y para el desarrollo de AI. Pero Mark, definitivamente, hace lo que quiere.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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