Los abogados de Sam Bankman-Fried impiden que se conozca la identidad de los garantes de la fianza de USD 250 millones
Los nombres de los dos garantes que firmaron parte de la fianza de USD 250 millones de Sam Bankman-Fried seguirán siendo un secreto por ahora.
Un juez también ha rechazado un acuerdo que habría permitido a Bankman-Fried utilizar ciertas aplicaciones de mensajería.
Los abogados de Bankman Fried presentaron un recurso para bloquear la divulgación de los nombres de los garantes a última hora del 7 de febrero. El recurso no contenía más argumentos contra la divulgación, pero impedirá la ejecución de la orden hasta el 14 de febrero para permitir la solicitud de una nueva suspensión.
La apelación se esperaba tras una sentencia del 30 de enero en la que el juez de distrito de Estados Unidos, Lewis Kaplan, accedió a una petición conjunta de ocho grandes medios de comunicación que pretendían desvelar los nombres de los garantes.
En esa oportunidad, Kaplan señaló que era probable que su orden fuera apelada, dada la novedad de las circunstancias.
Afirmó que los argumentos de los abogados de Bankman-Fried de que los garantes “se enfrentarían a intrusiones similares” a las de los padres de Bankman-Fried carecían de fundamento, dado que el importe de sus fianzas individuales era mucho menor, de 200,000 y 500,000 dólares.
Los padres de Bankman Fried -Joseph Bankman y Barbara Fried- fueron las otras dos partes que firmaron la fianza.
Además, el juez dijo que los avalistas habían firmado voluntariamente fianzas individuales en un “procedimiento penal muy publicitado”, por lo que se habían expuesto al escrutinio público.
Mientras tanto, el 7 de febrero Kaplan rechazó un acuerdo conjunto entre el equipo legal de Bankman-Fried y los fiscales que habría modificado las condiciones de la fianza y permitido a Bankman-Fried utilizar ciertas aplicaciones de mensajería.
Kaplan no explicó los motivos de la denegación, pero añadió que el tema se debatiría en una audiencia el 9 de febrero.
Kaplan dictaminó el 1 de febrero que prohibía a Bankman-Fried ponerse en contacto con empleados de FTX o de Alameda Research alegando un riesgo de “contacto inapropiado con posibles testigos”, luego de que se revelara que el ex CEO había estado contactando con personal pasado y activo.
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