¿Llegando tarde a las criptomonedas? Las instituciones aún se encuentran en la fase inicial de adopción de Bitcoin
Los inversores institucionales se precipitan hacia Bitcoin (BTC) a gran velocidad, con la aparición de más empresas que buscan adoptar Bitcoin como forma de almacenar sus reservas. Recientemente, Marathon Patent Group, una empresa de minería de Bitcoin con sede en Nevada, ha comprado 150 millones de dólares de Bitcoin como activo de reserva, un movimiento similar al de MicroStrategy, que compró 425 millones de dólares de Bitcoin en septiembre de 2020. Esta compra convirtió a Marathon Patent Group en el tercer mayor tenedor de BTC entre las empresas que cotizan en bolsa
Además de Marathon, BlackRock, el mayor gestor de activos del mundo en virtud de sus activos gestionados, ha declarado en sus nuevas presentaciones a la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) que los derivados de Bitcoin ahora podrían formar parte de los planes de inversión de dos de sus fondos asociados, BlackRock Global Allocation Fund Inc. y BlackRock Funds. Esto va a sentar un precedente para que otras grandes empresas de gestión de activos, como Vanguard, UBS Group, State Street Advisors, etc., entren en el ámbito de las criptoinversiones.
Según una investigación realizada por el investigador tecnológico Kevin Rooke, las empresas que cotizan en bolsa tienen ahora más de 3.600 millones de dólares en Bitcoin, lo que supone un aumento del 400% en los últimos 12 meses. En 2019, estas empresas apenas tenían 20.000 BTC en sus carteras, una cifra que ahora ha saltado a 105.837 BTC, siendo los mayores poseedores MicroStrategy, Galaxy Digital y Marathon Patent Group. Las instituciones se están involucrando en el mercado de Bitcoin, ya que algunos esperan que el Bitcoin se convierta en una alternativa digital al oro.
La carrera alcista del BTC en 2020 trae consigo el FOMO para los inversores institucionales
El precio de Bitcoin ha saltado desde alrededor de la marca de 7.250 dólares a principios de 2020 hasta su máximo histórico de 41.940 dólares el 9 de enero de este año. Este salto supuso que los inversores obtuvieran una rentabilidad del 303% de su inversión en Bitcoin a lo largo de 2020. Estos rendimientos superaron los rendimientos de los indicadores de mercado como el S&P 500, el índice compuesto del Nasdaq y el oro por un margen significativo.
Estos rendimientos anormalmente altos con Bitcoin han llevado a los inversores institucionales a sentir miedo de quedarse por fuera, especialmente desde que varias prominentes firmas de finanzas tradicionales han inclinado que Bitcoin podría alcanzar los 100.000 dólares a finales de este año. Scott Freeman, cofundador y socio de JST Capital -una firma especializada en activos digitales para inversores institucionales- dijo a Cointelegraph que “BTC es más ampliamente reconocido como un activo por derecho propio“, y añadió: “Los fondos que se perdieron el crecimiento en 2020 están siendo empujados por sus inversores para obtener exposición a este activo“.
Además de los altos rendimientos que el Bitcoin y otras criptomonedas han ofrecido a lo largo de 2020 y que continúan en 2021, los inversores institucionales están buscando utilizar Bitcoin para cubrir los riesgos de otros activos en sus carteras que tienen una baja correlación con los mercados de criptomonedas.
Sergey Zhdanov, director de operaciones y director financiero de EXMO –un exchange de criptomonedas con sede en el Reino Unido- dijo a Cointelegraph que “las criptomonedas tienen un valor práctico más alto en comparación con el oro”. Además, señaló que esto “confirma el hecho de que las criptomonedas tienen la oportunidad de desarrollar sus características aplicadas (medios de pago y circulación) y no sólo las de inversión.“
Un ejemplo de instituciones que utilizan a Bitcoin como cobertura para sus portafolios es cuando Ruffer Investment Company anunció a sus inversores que ahora tiene el 2,5% de su portafolio en BTC, afirmando que “vemos esto como una pequeña pero potente póliza de seguro contra la continua devaluación de las principales monedas del mundo.”
¿Siguen siendo pioneros o están rezagados?
Dado que muchas instituciones están comprando Bitcoin y otros criptoactivos, se podría argumentar que estos inversores han llegado un poco tarde a la fiesta y están comprando activos a un precio más alto que si hubieran adoptado el reino de las criptomonedas hace apenas un año. Sin embargo, Simon Peters, analista de mercado de eToro -una empresa de trading social y corretaje de múltiples activos – dijo a Cointelegraph:
“Las instituciones que compran Bitcoin ahora y lo mantienen como estrategia de reserva aún pueden considerarse adoptadores tempranos en un sentido corporativo. En los próximos meses y años, los inversores recordarán el inicio de 2021 como un momento oportuno para entrar en las criptomonedas. Los adoptantes tempranos están abriendo el campo de juego para que otros se unan”.
Comprar y mantener Bitcoin como moneda de reserva para sus portafolios como complemento de los activos tradicionales es sólo el primer paso para una exposición generalizada. A medida que estas instituciones se familiaricen con los activos digitales, se adentrarán en otras formas de utilizarlos, como por ejemplo para pagos, remesas y liquidaciones, según Peters, que añadió: “Puede que incluso veamos a los bancos centrales poseer Bitcoin si crece su estatus hasta convertirse en una moneda digital de reserva global.”
A principios de este mes, eToro publicó su informe “Institutional Cryptoasset Trading”, que muestra que uno de los mayores obstáculos para la adopción institucional de las criptomonedas es la insuficiente capitalización del mercado. Sin embargo, ahora que la capitalización del mercado ha superado el billón de dólares, se espera que la entrada de los actores tradicionales acelere el crecimiento hasta los 2 billones de dólares en un futuro próximo. Peters señaló además que la forma en que la nueva administración entrante en Estados Unidos responda a las criptomonedas será fundamental:
“En el mundo de la regulación, la nueva administración estadounidense -incluyendo la llegada de un nuevo secretario del Tesoro, jefe de la OCC, presidente de la SEC y presidente de la CFTC- podría afectar drásticamente a la evolución del criptomercado y a cómo se vincula con los mercados tradicionales.”
¿Sigue reaccionando el mercado a las compras institucionales?
Actualmente, el mercado está haciendo que los inversores institucionales se incorporen al mercado al verse empujados por sus clientes, que quieren exponerse a esta clase de activos de rápido crecimiento. Pero estos inversores que compran en Bitcoin no están afectando realmente a la acción del precio del mercado en el escenario actual, ya que lo que se espera de ellos es que actúen como una especie de indicador de retraso para estos mercados. Por lo tanto, es cuestionable que estas inversiones estén realmente impulsando el mercado.
Sin embargo, Zhdanov cree que, a largo plazo, estas inversiones impulsarán el mercado, ya que los grandes inversores tienden a mantener sus posiciones. Además, el número de nuevas direcciones de BTC creadas diariamente todavía no ha alcanzado el nivel de 2017, lo que sugiere que el crecimiento actual es de naturaleza orgánica. Freeman añadió que la entrada de estos actores podría beneficiar la volatilidad de estos activos: “Estos inversores tienden a tener un horizonte de inversión más largo y tenderán a contrarrestar la volatilidad a corto plazo que pueden causar los inversores minoristas típicamente a corto plazo.”
Es importante recordar que el mercado de BTC sigue siendo más especulativo que uno que sigue las reglas del comercio tradicional basado en los fundamentos y el análisis técnico. El ejemplo más reciente de esto es Elon Musk, que añadió #Bitcoin a su biografía con un tuit relacionado que decía: “En retrospectiva, era inevitable”.
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El precio de Bitcoin respondió con una oleada que más tarde fue etiquetada como la “vela de Elon”, en la que saltó un 13,9% en los siguientes 30 minutos. Esto por sí mismo es una prueba de lo especulativo que es el mercado en este momento. Sin embargo, independientemente de estos movimientos de precios a corto plazo, se espera que más inversores institucionales acudan a los mercados de criptomonedas por las lucrativas ganancias, las oportunidades de cobertura y la exposición que ofrecen a los portafolios diversificados, aunque a un ritmo más lento de lo que muchos quisieran creer.
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