Las blockchains modulares podrían ser la próxima gran tendencia del mercado de criptomonedas en 2023
El sector público de blockchain pasó de unos pocos millones de dólares en la última década a una industria de un billón de dólares. Sin embargo, algo que el espacio aún tiene que resolver es una solución interoperable descentralizada y segura.
Tomemos como ejemplo Ethereum (ETH) y Bitcoin (BTC), la mayor red de blockchain. Hasta hoy, los intercambios centralizados son la única solución viable para pasar de una cadena a otra.
Un proveedor de soluciones centralizadas, BitGo, proporciona la mayor reserva de liquidez para que los usuarios de Ethereum obtengan exposición a BTC a través de Wrapped Bitcoin (WBTC). El pagaré de BitGo representa más del 93.6% del Bitcoin puenteado a Ethereum. Los usuarios deben confiar en las plataformas asociadas a BitGo, como los exchanges centralizados o CoinList, para intercambiar BTC y WBTC.
El dominio de WBTC lo expone a evidentes riesgos de centralización y regulación. RenBTC, una plataforma gestionada por Alameda Research, se disolvió en diciembre tras el colapso de FTX, y lo mismo podría ocurrir con BitGo. La reciente represión regulatoria sobre Paxos por emitir un token respaldado por dólares, BUSD, también podría acabar poniendo a servicios como BitGo en el punto de mira de la SEC estadounidense.
También debe desarrollarse la interoperabilidad entre las plataformas de contratos inteligentes y otras blockchains de aplicaciones específicas. Las sidechains y rollups de Polygon (MATIC), Arbitrum y Optimism comprenden el 90% del volumen de puentes entre cadenas de Ethereum. Los puentes Rainbow y Fantom (FTM) de Near (NEAR) son las únicas blockchains independientes con un notable valor total bloqueado (TVL) en puentes con Ethereum.
Varios proyectos importantes de criptomonedas, como Polkadot (DOT) y Cosmos (ATOM), implementaron la modularidad desde cero para construir una plataforma de cadena cruzada segura y escalable, con el objetivo final de establecer una “red de redes” interoperable.” Sin embargo, Cosmos aún no ha atraído suficiente liquidez a su ecosistema, y Polkadot sigue en desarrollo.
El problema de la centralización de puentes
El ciclo de hype de 2021 fue testigo de la aparición de un “futuro multicadena” en el que varias blockchain albergan funciones específicas como pero se unen a través de soluciones interoperables. La primera generación de puentes era muy primitiva y centralizada, lo que acabó convirtiéndolos en objetivos fáciles de explotar.
La próxima generación de soluciones interoperables funciona como blockchains separadas para incluir la descentralización y mejorar la seguridad. Entre ellas se incluyen tokens de transferencia intermedios como RUNE de Thorchain. Sin embargo, el volumen diario de transferencias a través de Thorchain se ha mantenido por debajo de los USD 20 millones, lo que sugiere que no ha logrado repuntar su uso.
Threshold, que introduce un portal privado y de confianza para Bitcoin en Ethereum, se lanzará en el primer trimestre de 2023. Pretende sustituir a proveedores centralizados como BitGo en la provisión de liquidez entre Bitcoin y Ethereum.
Otros protocolos se centran en la interoperabilidad entre plataformas de contratos inteligentes.
LayerZero es un protocolo de interoperabilidad omnichain que permite el desarrollo de aplicaciones como DEX y protocolos de préstamo sobre él. Estos protocolos pueden interactuar con cadenas monolíticas como Ethereum, Cosmos Hub y Solana. Stargate es la primera DEX construida utilizando LayerZero y tiene una liquidez de USD 324 millones en Ethereum, Polygon, BSC y Avalanche.
Celestia es una blockchain de capa 1 construida con el SDK de Cosmos. La plataforma admite la ejecución de contratos inteligentes, pero solo es responsable de ordenar las transacciones y hacer más accesibles los datos de una blockchain.
Su objetivo es actuar como capa intermedia entre los roll-ups de Ethereum y la mainnet, comprimiendo los datos de los roll-ups para una ejecución más rápida en la capa 1 de Ethereum. Celestia no verifica los datos de los bloques, pero ayuda a optimizar el coste de gas y la velocidad de ejecución. Esta capacidad se extenderá a blockchains de capa-1 como Cosmos, Solana y Avalanche.
El equipo llevará a cabo una prueba incentivada en el primer trimestre de 2023 para iniciar las pruebas públicas y recompensar a los validadores de la red de pruebas con un posible lanzamiento de tokens nativos.
Fuel Labs, el equipo que construye Fuel Network, también ha desarrollado la Fuel Virtual Machine (FuelVM) y el lenguaje de programación Sway, que mejora la velocidad de las transacciones. El equipo lanzó su segunda red de pruebas beta en noviembre de 2022, y se espera que la red de pruebas pública entre en funcionamiento en algún momento de 2023.
Aunque el espacio interoperable sigue estando poco desarrollado y expuesto a riesgos de centralización, varios equipos están trabajando en soluciones descentralizadas que se lanzarán en 2023. Estos protocolos servirán de puente seguro para la liquidez entre los protocolos DeFi y otras blockchains de capa 1. Además, también servirán para la interoperabilidad de los protocolos DeFi y otras blockchains de capa 1. Además, también ayudarán a construir un futuro multicadena, en el que la experiencia del usuario será independiente de la cadena de bloques e interactuará entre sí sin fisuras.
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