La regulación brasileña impulsará la tokenización de criptoactivos en 2023
La promulgación de la ley que regula las criptomonedas en Brasil (Ley 14478/22), que tuvo lugar en diciembre del año pasado, ayuda a comprender mejor los límites y responsabilidades de quienes desean explorar el mercado de activos virtuales, o los famosos tokens. La ley busca garantizar mayor seguridad a los consumidores y debería incentivar la entrada de inversionistas individuales, institucionales, profesionales y calificados. Con eso, y una mayor madurez del mercado, el sector debería consolidarse.
Así lo pronosticó Yan Viegas Silva, socio de Silveiro Advogados en el área de Derecho Corporativo y especializado en criptoactivos. “La tecnología blockchain, utilizada para el proceso de tokenización de activos (el proceso de representar digitalmente un activo o la propiedad de un activo), ha funcionado muy bien para las criptomonedas, pero no se limita a ellas. Más que eso, es un sistema muy bien construido de registros digitales compartidos, que permiten la veracidad y transparencia de los datos compartidos, sin necesidad de una entidad encargada de fiscalizar”, compartió el especialista.
El número de personas que invierten en activos digitales, según datos de la Asociación Brasileña de Entidades Financieras y del Mercado de Capitales (Anbima), ya superó el número de CPF registrados en la bolsa de valores brasileña y representa el 3% del PIB (Producto Interno Bruto) Brasileño.
Este crecimiento está impulsado por la tokenización, que permite al público tener acceso a diferentes tipos de inversiones y servicios que antes no tendría. Si bien el término “token” es ampliamente utilizado por los bancos para describir un dispositivo que genera contraseñas, significa “valores digitales intangibles”, según el Dictamen 40 de la CVM (Comisión de Valores), que reforzó su importancia para los criptoactivos.
Los NFT (tokens no fungibles), a su vez, representan algo único, con características exclusivas, sin posibilidad de reemplazarlo por algo similar.
“Discutimos mucho sobre bitcoin, stablecoin y otros activos más tradicionales. Sin embargo, no podemos olvidarnos de los NFTs y productos creados para ser utilizados en el metaverso y los servicios digitales, como Adidas, que recientemente lanzó un token exclusivo para capacitar a los futuros creadores en el ciberespacio, y los fan tokens, que ofrecen beneficios exclusivos a los seguidores de un determinado club. La reducción de costos mediante el uso de sistemas automatizados y tecnología blockchain tiende a beneficiar a largo plazo a las personas dispuestas a explorar este nuevo mercado”, argumentó Silva.
Agilidad
En un mundo que demanda cada vez más agilidad en los procesos, la llegada de blockchains llena una necesidad importante para quienes invierten dinero, permitiendo un retiro prácticamente inmediato, lo que se conoce como “liquidación atómica”.
“En el modelo tradicional, por ejemplo, al vender una acción en una casa de bolsa, me demoraba alrededor de dos días en recibir el dinero en mi cuenta (tiempo estimado para conciliar información y finalizar/liquidar la operación). Sin embargo, esta nueva tecnología permite realizar la transacción prácticamente al instante, de forma automática. También hay una reducción en los costos de intermediación, centralizando la operación en una sola persona, que puede custodiar el bien real, como una casa, o simplemente cuidar que el código funcione”, agregó.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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Las inversiones en criptoactivos no están reguladas. Es posible que no sean apropiados para inversores minoristas y que se pierda el monto total invertido. Los servicios o productos ofrecidos no están dirigidos ni son accesibles a inversores en España.