La región Asia-Pacífico y su agenda de digitalización solarizada en tiempos de pandemia
El séptimo Foro de Adaptación al Cambio Climático de Asia y el Pacífico fue organizado conjuntamente por el Ministerio de Medioambiente de Japón y la Red de Adaptación de Asia y el Pacífico con el tema “Posibilitando la resiliencia para todos: la década crítica para ampliar la acción”. El foro tuvo lugar en marzo y se celebró para formular una planificación nacional de la adaptación en materia de ciencia y tecnología, y de políticas energéticas y fiscales que tengan en cuenta las interrelaciones entre el cambio climático, la salud y la biodiversidad.
Estas políticas basadas en la naturaleza y los ecosistemas servirán de base para las contribuciones de la región Asia-Pacífico a la Cumbre de Líderes sobre el Clima en Estados Unidos; la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP 15) en Kunming, China; y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26) en Glasgow, Escocia.
La región de Asia-Pacífico representa el 60% de la población mundial (unos 4,300 millones de personas). Cuenta con las economías de más rápido crecimiento del mundo, que se apoyan en las innovaciones tecnológicas y en las criptomonedas, que hacen un uso intensivo de la energía. Esto se traduce en el mayor crecimiento de la generación de electricidad, la cual se produce predominantemente (85%) por combustibles fósiles.
Tres de los seis países con mayor cantidad de emisión de dióxido de carbono del mundo —China, India y Japón— se encuentran en la región Asia-Pacífico, una zona que produce aproximadamente la mitad de las emisiones de dióxido de carbono del mundo. Por ello, la región se ve cada vez más afectada por fenómenos meteorológicos extremos.
Dado que en 2020 se produjo la pandemia por COVID-19 y que fue el año más caluroso registrado en la historia, es urgente desvincular el crecimiento económico de las emisiones de gases de efecto invernadero para que la región de Asia-Pacífico se oriente hacia la neutralidad en emisiones de carbono. Algunos países de la región Asia-Pacífico —como Japón, Corea del Sur, Bután, Fiyi, Maldivas, las Islas Marshall y Nepal— han declarado su objetivo de ser neutros en emisiones de carbono para 2050; y China ha fijado su meta en 2060. Estos compromisos están incorporados en sus contribuciones determinadas a nivel nacional.
Un documento departamental del Fondo Monetario Internacional recientemente publicado hace recomendaciones de política fiscal para la región centradas en tres áreas:
- Aumento de los impuestos sobre el uso de carbono;
- Aumento de la capacidad de adaptación al cambio climático;
- Aumento del gasto en actividades más ecológicas.
Estas recomendaciones tienen como objetivo hacer frente al cambio climático en la región Asia-Pacífico.
Convertir la innovación tecnológica digital en acción climática en la región Asia-Pacífico
Con la pandemia por COVID-19, la digitalización industrial ha entrado en una nueva fase de desarrollo explosivo.
Houlin Zhao, secretario general de la Unión Internacional de Telecomunicaciones —que organiza eventos y publica informes para concienciar sobre el papel de las tecnologías de vanguardia en relación con el medioambiente, el cambio climático y la economía circular— explicó:
“Hoy nos enfrentamos no a una, sino a dos profundas transformaciones. La primera, impulsada por tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, la blockchain, el Internet de las cosas, el 5G y muchas otras, está cambiando la forma en que los gobiernos, las empresas y los individuos actuarán en este nuevo siglo. En cuanto a la segunda transformación, el cambio climático, este perturba los ecosistemas, poniendo en peligro la biodiversidad, la seguridad alimentaria y del agua y el futuro de la vida en nuestro planeta. La cuestión para nosotros es si la humanidad puede convertir esta revolución digital en acción climática y, lo que es más importante, si podemos hacerlo antes de que sea demasiado tarde”.
Zhao siguió diciendo: “Al tener cada vez más personas conectadas, más datos generados y más dispositivos conectados a la red, la huella de carbono del ecosistema digital es cada vez mayor“.
La región de Asia-Pacífico cuenta con un enorme potencial, debido al creciente protagonismo de los pagos por móvil y al desarrollo de las monedas digitales de los bancos centrales, o CBDC, en países como Australia, China, India, Japón, Singapur, Corea del Sur, entre otros. La Red de Servicios basados en Blockchain de China está desarrollando una red global que apoyará las futuras CBDC de múltiples países.
La adopción de la tecnología 5G es un catalizador para la implementación de blockchain para mejorar la escalabilidad y la interoperabilidad. Y las empresas chinas Huawei y ZTE; las surcoreanas Samsung y LG Electronics; y las japonesas Sony y NEC están liderando la tecnología 5G.
Huawei fue la primera empresa del mundo en ofrecer tecnología 5G y ocupa el primer puesto como fabricante de equipos de telecomunicaciones a nivel mundial. Sin embargo, Estados Unidos está restringiendo el acceso de la empresa a la tecnología estadounidense que es clave para producir modernos teléfonos 5G y nuevas infraestructuras de telecomunicaciones móviles con capacidad para 5G. Como resultado, la empresa ha visto disminuir su cuota de mercado fuera de China.
Esto también ha tenido un efecto indirecto en la adopción de la tecnología blockchain, que permite a la infraestructura de telecomunicaciones cumplir con los requisitos de nivel de servicio sin precedentes, reforzando las operaciones, el intercambio de datos y la verificación de la identidad de los clientes, y detectando el fraude en las telecomunicaciones. Según Denian Shi, ingeniero jefe adjunto de la Academia China de Tecnología de la Información y Comunicaciones, el desarrollo de la industria blockchain global vio reducida la inversión/financiación y se enfrió durante 2019 y 2020.
El papel de la digitalización se ha convertido en algo fundamental para la continuidad de la actividad económica y social y para disminuir el impacto de la pandemia. Según informes recientes, se espera que la región Asia-Pacífico contribuya con alrededor del 19.3% del consumo global total en tecnología blockchain, impulsado por el aumento de las inversiones del sector fintech. Se estima que la integración de la biometría en los teléfonos inteligentes en medio de la pandemia por COVID-19 haga crecer las soluciones de identidad digital basadas en blockchain en un 21% anual.
La creciente demanda de conectividad y ancho de banda por parte de miles de millones de dispositivos en la región ha hecho que sea importante para las redes inalámbricas, las plataformas blockchain y los dispositivos informáticos limitar el consumo total de energía de las comunicaciones y la huella de carbono asociada. Con el despliegue comercial del 5G en todo el mundo, LG Electronics y Huawei ya han empezado a trabajar para lanzar redes 6G, que serán “50 veces más rápidas que el 5G” en cuanto a eficiencia del espectro, capacidad de posicionamiento y movilidad. Los estudios demuestran que el 6G podría proporcionar autosuficiencia energética a la inmensa “Internet de Todo”, con la tecnología blockchain como elemento central para abordar importantes desafíos.
Asia-Pacífico es la región del mundo que más energía solar está adoptando
El sector energético es el contaminante número uno del mundo, ya que es responsable el 72% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según el Center for Climate and Energy Solutions. Con una demanda de energía en continuo aumento —que lleva las emisiones de CO2 a sus niveles más altos de la historia— los métodos para generar grandes cantidades de energía limpia se han convertido en una preocupación de supervivencia para la región Asia-Pacífico. Como resultado, la región ha cambiado su enfoque hacia la descarbonización de la red y la producción de electricidad a partir de energías renovables. Solo durante el mes de marzo se anunciaron 65 nuevos contratos de plantas de energía renovable en la región, y casi el 80% de estas plantas son solares.
China lidera el mundo como primer productor de energía solar, buscando transformar su estructura industrial, su economía y su sociedad con una innovación disruptiva en el módulo fotovoltaico de nueva generación para aplicaciones terrestres y espaciales. India ocupa el segundo lugar, Japón el tercero y Vietnam el cuarto. Tres de estos cuatro países también están investigando sobre la energía solar basada en el espacio y la transmisión de energía como una solución para la transición de la región hacia la neutralidad en emisiones de carbono, con Japón y China emergiendo como líderes internacionales en esta área.
Recientemente, el Laboratorio de Investigación Naval de Estados Unidos llevó a cabo su Experimento de Vuelo del Módulo de Antena de Radiofrecuencia Fotovoltaica, o PRAM-FX, para transformar la energía solar en energía de microondas de radiofrecuencia a bordo del avión espacial robótico X-37B de la Fuerza Espacial de Estados Unidos. Según Paul Jaffe, jefe del portafolios de innovación en transmisión de energía y energía solar espacial del NRL, el PRAM-FX es una baldosa cuadrada de 12 pulgadas (30.5 centímetros) que recoge la energía solar y la convierte en energía de microondas, pero no la transmite a ninguna parte. En lugar de ello, el experimento mide el rendimiento de la conversión de la luz solar en microondas.
Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados aquí son exclusivamente del autor y no reflejan ni representan necesariamente los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph.
Selva Ozelli, licenciada y contadora pública certificada, es una abogada especializada en derecho tributario, escribe frecuentemente sobre temas fiscales, legales y contables para Tax Notes, Bloomberg BNA, otras publicaciones y la OCDE.
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