La paradoja del dólar: fuerte en tiempos de incertidumbre
El dólar es una moneda de mil caras. Tiene diferentes significados y usos según quién lo mire. Para los latinoamericanos, el dólar es una forma de protegerse de la inflación y la devaluación de sus monedas locales. Es como un seguro contra las crisis económicas. Por eso muchos ahorran en dólares o los usan para comprar bienes y servicios.
Para los rivales de Estados Unidos, el dólar es una amenaza. Es el instrumento que les permite a los estadounidenses ejercer su poder e influencia en el mundo. Por eso buscan alternativas para debilitar su dominio o crear sus propias monedas.
Para los europeos, el dólar es un socio comercial. Es la moneda de uno de sus principales mercados y competidores. Su relación con el euro determina el balance comercial y el precio de las importaciones y exportaciones.
Para los críticos del gobierno estadounidense, el dólar es un símbolo de estatismo. Es la moneda que emite y controla el Estado, que puede manipularla a su antojo para financiar sus gastos o favorecer a sus aliados. Por eso prefieren otras formas de dinero más libres y descentralizadas.
¿Qué es el dólar? El dólar es todo eso y más. Es una moneda que refleja la historia, la política, la economía y la cultura de una nación y del mundo. Es una moneda que genera admiración, envidia, odio y amor. Es una moneda que no deja indiferente a nadie.
¿Qué tiene de malo ser débil? No, no me refiero a tu estado físico o mental, sino a tu moneda. Es cierto que en Latinoamérica estamos acostumbrados a que una moneda débil sea sinónimo de crisis, inflación y deuda. Pero eso no significa que siempre sea así. De hecho, hay países que se benefician de tener una moneda débil, como Estados Unidos. ¿Cómo es posible? Pues porque una moneda débil favorece las exportaciones, el turismo y la competitividad. Además, Estados Unidos tiene la ventaja de que su moneda es la reserva mundial, lo que le permite financiarse a bajo costo y sin riesgo de cambio. A veces, ser fuerte no es tan bueno, y ser débil no es tan malo. Todo depende del contexto, la estrategia y la confianza.
¿Por qué el dólar es tan especial? No, no me refiero a que sea el más bonito o el más verde de todos los billetes. Me refiero a que es la única moneda que no se comporta como las demás. Es decir, que no tiene una relación lineal con su economía. ¿Qué significa eso? Pues que el dólar no depende solo de cómo le va a Estados Unidos, sino también de cómo le va al resto del mundo. Y eso lo hace muy interesante, pero también muy complicado de entender.
Este fenómeno se conoce como la teoría de la sonrisa del dólar, que inventó hace 22 años un economista llamado Stephen Li Jen. Según esta teoría, el dólar se fortalece cuando la economía estadounidense crece y hay optimismo en los mercados. Esto tiene sentido, porque cuando las cosas van bien, los inversores quieren aprovechar las oportunidades que ofrece el país más rico y poderoso del mundo. Pero el dólar también se fortalece cuando hay una recesión global, es decir, cuando las cosas van mal para todos. Esto también tiene sentido, porque cuando hay incertidumbre y miedo, los inversores buscan refugio en la moneda más segura y confiable del mundo.
Hasta aquí todo bien. El problema viene cuando hay una situación intermedia, es decir, cuando Estados Unidos entra en recesión antes que sus socios comerciales. En ese caso, el dólar se debilita, porque los inversores prefieren buscar activos más rentables y menos riesgosos en otras partes del mundo. Así que el dólar se aprecia en los extremos, pero se deprecia en el medio. Si dibujamos una gráfica con el rendimiento relativo de la economía estadounidense en el eje horizontal y el valor del dólar en el eje vertical, obtenemos una curva con forma de sonrisa. De ahí el nombre de la teoría.
¿Y por qué el dólar es tan diferente al resto de las monedas? Pues porque tiene una ventaja única: es la reserva mundial. Eso significa que la mayoría de los países y las empresas usan el dólar para hacer sus transacciones internacionales, para guardar sus ahorros y para pagar sus deudas. Por eso, el dólar tiene mucha demanda y mucha influencia en los mercados financieros. Y por eso, el dólar no depende solo de lo que pase en Estados Unidos, sino también de lo que pase en el resto del mundo.
Hay personas que no creen en el dólar, y que piensan que es una moneda más, que se devalúe permanentemente. Estas personas prefieren invertir en oro o en Bitcoin, que consideran son más seguros y estables. Estas personas creen que el oro o el Bitcoin son como el dólar para el resto del mundo: un refugio seguro ante las crisis. Pero dólar no es una moneda más. Es la reserva mundial, la que usan todos los países y las empresas para hacer sus negocios, para guardar sus ahorros y para pagar sus deudas. Por eso, el dólar no depende solo de lo que pase en Estados Unidos, sino también de lo que pase en el resto del mundo.
¿El dólar está fuerte, pero que hay inflación? ¿Cómo es posible que el dólar pierda valor frente a los bienes y servicios, pero que gane valor frente a las demás monedas? ¿No sería mejor ahorrar en oro? ¿Confundido? Pues déjame decirte que no eres el único. Muchas personas, sobre todo las más jóvenes, no entienden la excepcionalidad del dólar, y se sorprenden al ver que se comporta de forma tan diferente. Pero la explicación es sencilla: el dólar es el menos malo entre los malos. Es decir, que cuando hay una crisis global, el dólar se fortalece porque es la reserva mundial, la moneda más demandada y confiable. Cuando tu financiamiento es dólares, sus deudas son en dólares. Entonces, debido a esto, lo más prudente en tiempos de crisis es ahorrar en dólares. ¿Por qué? Porque las otras opciones pueden brillar mucho, pero no pagan tus compromisos.
Piensa que le pides café prestado a tu vecino, y que tienes que devolvérselo pronto. Vas al mercado y ves muchas frutas, pero tú solo quieres café, porque es lo que le debes. Así le pasa al mundo con el dólar: hay muchas monedas, pero el mundo debe dólares, y los usa para comerciar. Entonces, la necesidad de dólares no siempre es opcional.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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