La paradoja de la blockchain: la descentralización a través de instituciones centralizadas
El poder de la tecnología blockchain para descentralizar el control de nuestra economía financiera está bien documentado. Es una de las bases de la tecnología, y el bloque génesis de Bitcoin de Satoshi Nakamoto (BTC) contiene una referencia a la crisis financiera de 2008-2009: “The Times 03 de Enero de 2009, Canciller al borde de un segundo rescate para los bancos”.
El mensaje, aunque nunca ha sido explícitamente expuesto por el creador de Bitcoin, es del titular de un artículo del London Times del 3 de enero de 2009 que detalla los bancos que están siendo rescatados por el gobierno británico. Bitcoin, de acuerdo con Nakamoto, es un medio para reformar este corrupto e ineficiente sistema financiero para crear un sistema financiero más justo y democrático.
Entonces, ¿qué diría Nakamoto sobre el estado actual de la industria blockchain y de las criptos? Cada vez más, son las instituciones, en lugar de los individuos, las que parecen estar obteniendo el control de los medios de producción en el sector de la blockchain.
El anuncio de Facebook sobre los planes de Libra, su plataforma de pagos digitales, fue el primer rompehielos público para muchos a mediados del año pasado pasado. Sin embargo, la realidad es que muchos gobiernos e instituciones de una gama de sectores —incluyendo Walmart, JPMorgan Chase y PayPal — han estado construyendo silenciosamente operaciones y capacidades de blockchain durante varios años.
La reciente decisión de la Oficina del Contralor de la Moneda de los Estados Unidos de América de permitir que los bancos autorizados nacionalmente en los Estados Unidos presten servicios de custodia para criptomonedas es otra afirmación importante de la legitimidad de la criptomoneda, que probablemente desencadene una carrera entre las instituciones financieras para crear o adquirir soluciones de custodia segura.
Una centralización como esa parece estar en desacuerdo con la visión del sistema financiero justo y democrático previsto por Nakamoto y los cypherpunks originales. Los críticos denuncian el fin de la utopía de la blockchain descentralizada a medida que los gobiernos e instituciones adoptan la tecnología, pero la situación es mucho más compleja de lo que permite una lectura en blanco y negro.
En lugar de que las instituciones sean fundamentalmente contrarias a los ideales democráticos de las criptos, diría que son realmente esenciales para cumplir esa visión. La entrada de instituciones centralizadas en la economía de las criptos no puede representar en sí misma un golpe a sus valores. Si bien la confianza pública en las instituciones centralizadas puede estar en un nivel históricamente bajo en países como los Estados Unidos, esas instituciones no son, por su naturaleza, intrínsecamente malévolas o corruptas. El mismo contraste aplica a las organizaciones descentralizadas: No son agentes inherentemente dignos de confianza o moralmente responsables. Numerosos escándalos en la industria de la criptomoneda relacionados con hackeos de monederos, estafas con ofertas iniciales de monedas y proyectos dudosos ilustran que, a menudo, esto no es así.
La adopción institucional de la blockchain puede ofrecer enormes beneficios al ecosistema de blockchain completo: Es un paso clave en la evolución del sector, que puede ampliar considerablemente la adopción desde una cohorte limitada de usuarios conocedores de la tecnología (limitada en términos de género, rango de edad y ubicación) a mercados de alcance demográfico verdaderamente mundial que la fracturada industria de la criptomoneda es incapaz de alcanzar en su forma actual.
Para que quede claro, la descentralización y la democratización siguen siendo el objetivo final en este caso. El control verdaderamente descentralizado suele proceder de las raíces de la centralización, y para llegar a esta siguiente fase del sector, primero es necesario un período de centralización.
El mismo camino es evidente con Internet. Un servicio considerablemente descentralizado durante su fase inicial en la década de los 90, hoy en día un control centralizado de los servicios de la web por parte de entidades como Google y Amazon ha sido adoptado en todo el mundo. Cada vez más, con una legislación orientada a la protección de los datos de los usuarios y un creciente apetito público por limitar la influencia de las grandes empresas de tecnología, parece que se está produciendo un cambio en el equilibrio de poder de las instituciones hacia los individuos.
Lo que será clave para el éxito de la transición es llevar las instituciones hacia la blockchain de la manera correcta. La interoperabilidad debería ser un componente básico de esa transición. La diversidad de protocolos elaborados por diferentes agentes e instituciones es un elemento positivo neto para el mercado, pero solo si esos protocolos permiten cierto grado de interoperabilidad del sistema. De ese modo, los usuarios y los desarrolladores podrán innovar en los distintos protocolos y elegir nuevos servicios para adoptarlos con pocas barreras de entrada.
Un enfoque considerado y medido de la adopción por parte de las nstituciones, como ha venido ocurriendo, también facilitará la transición mediante la consolidación de los casos de uso de blockchain. El sector de la tecnología de los registros distribuidos ha estado hasta la fecha excesivamente obsesionado con la exploración de todos los casos de uso de la tecnología que se puedan imaginar, desde la ciudad cripto de Akon hasta la mercantilización del propio tiempo.
Las grandes empresas e instituciones se asegurarán de que los casos de uso basados en el valor se conviertan en la norma de la tecnología y no en una importación innecesaria y no apta para los proyectos con el propósito superficial de recaudar capital o acaparar titulares. Los casos de uso concreto ya son más coherentes, y los pagos son un candidato con probabilidades de éxito desde los inicios, dado que proyectos interesantes como Libra, Celo y Polkadot se están estableciendo firmemente en el espacio.
La entrega institucional de la tecnología blockchain a un público masivo mostrará a un nuevo tipo de usuario involucrado en la tecnología: uno con poca conciencia, o incluso interés, en la tecnología. Tal adopción será un barómetro del verdadero éxito de la tecnología. Blockchain es una de las diversas tecnologías emergentes que la sociedad tiene a su disposición. Cuando finalmente dejemos de hablar de blockchain como un aspecto notable de un servicio en sí mismo, sabremos que se ha convertido en una parte establecida del uso general de la tecnología.
No se equivoquen: la adopción institucional de la blockchain llegó, y está aquí para quedarse. La pregunta que queda es cómo podemos asegurar que este proceso de adopción preserve el espíritu democrático de la tecnología para las masas.
Hacerlo será un desafío, ciertamente, pero uno que el sector blockchain es más que capaz de enfrentar.
Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados aquí son solo del autor y no necesariamente reflejan o representan los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph.
Konstantin Richter es el CEO y fundador de Blockdaemon, una plataforma de infraestructura de nodos blockchain. Con soporte para más de 30 protocolos, 70 tipos de nodos listos para usar y plugins de monitoreo para servicios en nube y on-prem, Blockdaemon es utilizado por exchanges, custodios, empresas, instituciones financieras y desarrolladores para conectar a los interesados comerciales con las blockchains.
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