La correlación reciente entre el índice dólar estadounidense y el bitcoin
A raíz de la creciente inflación que se está experimentando en Europa y Estados Unidos, ha surgido un debate acerca de si las criptomonedas pueden ser útiles como activo refugio y si siguen siendo interesantes incorporarlas en una cartera de inversión, por motivos de diversificación.
Tradicionalmente, en períodos de alta inflación, los inversores buscaban preservar el valor de su ahorro invirtiendo en activos como la renta fija, el oro o inmobiliarios, entre otros. La reciente incorporación de las criptomonedas como opción de inversión ha agregado una posible nueva cobertura alternativa a la inflación.
Actualmente, en Estados Unidos nos encontramos con la mayor tasa de inflación en los últimos cuarenta años (7,5%). Para frenar esta situación inflacionaria no transitoria, la FED subirá los tipos de interés y retirará los estímulos monetarios o tappering.
Las subidas de tipos estarían anticipando una vuelta a una cierta normalidad financiera, lo que podría estar haciendo que los inversores huyan de posiciones con elevado nivel de riesgo.
En estos momentos de alta incertidumbre, los inversores cubren sus posiciones buscando el refugio en la liquidez, lo que se traducirá en inversiones de activos líquidos como el dinero fíat y otros activos muy cercanos a este dinero, como es la renta fija emitida por Estados solventes.
Al igual que ocurre con el oro, el yen y el dólar estadounidense están considerados valores refugio. En situaciones de gran inestabilidad económica, el dólar tiende a apreciarse frente al resto de monedas.
Por ejemplo, los intereses de la deuda pública estadounidense se han disparado en las últimas semanas. Esta subida de tipos ha aumentado la rentabilidad de los inversores, proporcionándoles una mayor cobertura contra la inflación. Esto ha provocado salidas de capital en posiciones de riesgo, como ciertos valores bursátiles y los criptoactivos.
Los inversores buscan comprar activos en dólares o directamente, compran dólares, pensando que su dinero está más seguro. Es por ello que cuando la economía americana está en situación de debilidad, el dólar suele caer frente al resto de monedas, pero cuando la economía americana comienza a fortalecerse, la relación del dólar frente al resto de economías cambia.
Esto también ha afectado a los activos digitales, cuyo comportamiento últimamente sigan una trayectoria muy parecida a los valores Growth de las bolsas, debido a su alta volatilidad y a sus disruptivas y arriesgadas propuestas de valor, en el ámbito de los nuevos modelos de negocio digitales en la denominada WEB3. Como ejemplo, entre 2017-19 la ratio de correlación entre bitcoin y S&P500 fue de ?.?? y entre 2020-21 este ratio de correlación, entre bitcoin y S&P500 fue ?.??. Un incremento del 3500%, sin considerar si es o no representativo este valor.
En los últimos meses viene observándose cómo los criptoactivos están sufriendo una severa corrección de su valor. Después de alcanzar cotizaciones récord, el cambio en las perspectivas económicas y la vuelta a una cierta normalización financiera (con expectativas de subidas de tipos de interés en algunas jurisdicciones) parecen haber cambiado la dinámica de mercado de estos activos digitales.
Ante esta situación hemos llevado a cabo un pequeño estudio económico para analizar cuantitativamente si existiría relación entre el precio de bitcoin y el US Dollar Index y si las conclusiones de este estudio pueden servirnos a la hora de gestionar nuestro portfolio de inversiones. Para llevarlo a cabo hemos considerado una serie histórica que va desde el uno de enero de 2021 al 18 de febrero de 2022. La fuente de datos es de investing.com y el tratamiento de los mismos es propiamente nuestro.
Siguiendo con nuestra argumentación, por ejemplo, hay activos que tienen cierta correlación, como sucede con el petróleo y el dólar estadounidense. Las correlaciones entre divisas y materias primas, se pueden aprovechar para operar en uno de los dos activos correlacionados.
Las correlaciones que se establecen entre activos, se pueden dividir en dos: correlaciones positivas o correlaciones negativas.
Las correlaciones positivas, es que si un activo sube, el otro también lo hará. Por el contrario, las correlaciones negativas, suponen que si un activo sube, el otro debería bajar. Normalmente entre divisas y materias primas, la correlación es habitual que sea negativa, si una sube, la otra baja.
En nuestro caso, la metodología que hemos seguido en nuestro estudio es el empleo de medidas estadísticas como el coeficiente de correlación de Pearson, la utilización de un mapa de dispersión para ver visualmente si existe o no relación y, por último, el cálculo del coeficiente de determinación.
El coeficiente de correlación de Pearson es una prueba que mide la relación estadística entre dos variables continuas. El coeficiente de correlación puede tomar un rango de valores de +1 a -1. Un valor de 0 indica que no hay asociación entre las dos variables. Un valor mayor que 0 indica una asociación positiva, indicándonos que a medida que aumenta el valor de una variable, también lo hace el valor de la otra. Un valor menor que 0 indica una asociación negativa; es decir, a medida que aumenta el valor de una variable, el valor de la otra disminuye.
Por otra parte, los gráficos de dispersión se usan para averiguar la intensidad de la relación entre dos variables numéricas. El eje X representa la variable independiente, mientras que el eje Y representa la variable dependiente. En nuestro estudio, la variable independiente es US Dollar Index y la variable dependiente hemos considerado que es el precio de bitcoin.
Por último, el coeficiente de determinación nos sirve para reflejar la bondad del ajuste de un modelo a la variable que se pretende explicar. Es importante saber que el resultado del coeficiente de determinación oscila entre 0 y 1. Cuanto más cerca de 1 se sitúe su valor, mayor será el ajuste del modelo a la variable que estamos intentando explicar. De forma inversa, cuanto más cerca de cero, menos ajustado estará el modelo y, por tanto, menos fiable será.
Pero ¿Qué es el US Dollar Index? Y ¿Por qué utilizamos en nuestro análisis tal índice?
Principalmente, utilizamos tal índice como un claro indicador del valor del dólar estadounidense, siendo una medida de la fortaleza del dólar estadounidense frente a una cesta de monedas de los socios comerciales más importantes de los Estados Unidos.
Este US Dollar Index (USDX) nos permite medir el rendimiento o el valor del dólar estadounidense frente a una canasta de divisas extranjeras, permitiéndonos saber cómo de fuerte está el dólar norteamericano frente a la economía del resto del mundo.
Cuando los analistas hablan de la subida o bajada del dólar, se refieren al índice del dólar estadounidense.
El US Dollar Index ayuda a los inversores a monitorizar el valor y la fortaleza del dólar frente a otras monedas a través de una sola transacción o lectura. Esto permite a los inversores protegerse contra cualquier riesgo relacionado con sus inversiones en dólares norteamericanos.
El USDX se estableció en marzo de 1973, poco después del desmantelamiento de los Acuerdos de Bretton Woods, siendo publicado por el Intercontinental Exchange (ICE) y fue desarrollado por primera vez en 1973 por la Reserva Federal (Fed). Esta fecha no es arbitraria, es cuando las potencias mundiales ya habían abandonado el patrón oro, y dejaron que sus monedas fluctuaran libremente unas frente a otras, había nacido el mercado de divisas.
El US Dollar Index fue diseñado para ayudar a analizar cómo se comportaba el dólar estadounidense en relación a las monedas de los principales socios comerciales de Estados Unidos.
Podemos decir que el US Dollar Index (USDX) es una media geométrica ponderada del valor del dólar en comparación con: el Euro (57,6%), el Yen japonés (13,6%), la Libra esterlina (11,9%), el Dólar canadiense (9,1%), la Corona sueca (4,2%) y el Franco suizo (3,6%).
La fórmula del USDX sería la siguiente:
USDX = 50.14348112 × EUR / USD ^ (- 0.576) × USD / JPY ^ (0.136) × GBP / USD ^ (- 0.119) × USD / CAD ^ (0.091) × USD / SEK ^ (0.042) × USD / CHF ^ (0.036)
En un principio, el valor del Índice Dólar era de 100. Desde entonces, el valor más alto al que se negoció el US Dollar Index fue de 164.72 en febrero de 1985 y el más bajo fue de 70.698 en marzo de 2008.
La interpretación de la evolución del índice es sencilla. Si el precio está por encima de 100, es que el dólar estadounidense se está apreciando frente al resto de las monedas de la cesta, y si está por debajo es que se está depreciando.
A modo de ejemplo y para entender su funcionamiento, si el valor del indicador fuera 120, significaría que el dólar ha subido un 20% frente a otras monedas durante un cierto período de tiempo. Del mismo modo, si el valor del índice es de 80, significaría que el dólar estadounidense ha caído un 20% frente al resto de monedas.
La composición de la cesta de divisas a partir de las cuales se creó el USDX fue alterada en 1999 ya que muchos países de Europa se incorporaron al Euro y por tanto hubo que hacer una reestructuración.
El USDX se actualiza siempre que estén abiertos los mercados, es decir, desde la tarde del domingo, hora de Nueva York (mañana del lunes en Asia) hasta la tarde del viernes, hora de Nueva York.
Como ocurre con todo lo que tiene que ver con las divisas, el que se aprecie o se deprecie el US Dollar Index, está muy influenciado por la evolución de la economía americana y las decisiones que toma la FED, para influir en los tipos de interés.
Esos mismos tipos de interés, lo que buscan es crear masa monetaria o reducirla, aumentando el consumo y acelerando la economía, o enfriar la economía cuando la inflación se dispara.
Si nos centramos, de nuevo, en los resultados de nuestro estudio, podemos ver gráficamente la evolución del precio de bitcoin y del USDX entre el 1/11/2021 y el 18/02/2022. Mientras que uno sube (US Dollar Index) el otro baja (el precio de bitcoin).
(Fuente: investing.com y tratamiento propio)
(Fuente: investing.com y tratamiento propio)
Ante esto, ¿podríamos decir que existe algún tipo de correlación entre ambos?
Para responder a esta pregunta hemos aplicado el coeficiente de correlación de Pearson, lo hemos representado gráficamente mediante de diagrama de dispersión y por último hemos calculado el coeficiente de determinación.
(Fuente: investing.com y tratamiento propio)
Los resultados obtenidos son que el coeficiente de correlación es de 0,183, lo que significa una muy débil correlación positiva entre ambos. Y, por lo que respecta al coeficiente de determinación, con un valor de 0,034, el modelo está muy poco ajustado y no es muy fiable.
La conclusión que sacamos es que bitcoin es una inversión que se mantiene bastante independiente si lo relacionamos con otras inversiones, como nuestro caso del USDX, por lo que mantiene sus magníficas propiedades para la diversificación de carteras y sus efectos positivos para la gestión de riesgos de portfolios.
Una inversión entre el 1% y el 5% en bitcoin, según el perfil de riesgo del inversionista, en una cartera de inversión es una buena proporción de diversificación y es una decisión que cada vez está más amparada por el incremento paulatino de la inversión institucional de grandes entidades financieras y corporaciones.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de Ismael Santiago y no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
Ismael Santiago es profesor doctor en Finanzas e investigador en la Universidad de Sevilla. Consultor internacional en DeFi, ICOs, STOs e IDOs. Autor de los libros : “Introducción a Blockchain y Criptomonedas” y “La Nueva Economía Blockchain”. Además, es CEO de OLIVACHAIN R&D.