¿Hasta dónde puede subir el precio de Bitcoin con el ETF?
¿Cuánto valdrá Bitcoin en el futuro? ¿Quieres invertir ahora? Pues lo siento, pero no tengo una bola de cristal que me diga el precio de Bitcoin. Lo que ocurre es que hacer pronósticos del precio de Bitcoin es una tarea sumamente difícil. No solo es complicado predecir la oferta, sino también la demanda futura. Podemos especular, pero debemos tener en cuenta que no son más que especulaciones. Cuando insinuamos “precisión” en una predicción, en realidad hemos entrado en el campo de la fantasía. Precisión es una quimera (o una estafa) a la hora de hablar del futuro del precio. Pero, en el periodo de anticipación, la fantasía es una fuerza implacable.
El precio de Bitcoin depende de muchos factores, como la oferta y la demanda, la regulación, la competencia, la innovación, la adopción, los eventos geopolíticos, las noticias, los rumores, etc. No hay una fórmula mágica que nos diga cómo se comportará el mercado. Lo único que podemos hacer es observar el pasado, analizar el presente y esperar lo mejor. O lo peor, según se mire.
¿Por qué el mercado se emociona tanto con los rumores? Pues resulta que hay una explicación muy sencilla: los inversores son como niños que esperan la llegada de los Reyes Magos. Ellos saben que algo bueno va a pasar, pero no saben exactamente qué ni cuándo. Entonces, se ponen a comprar todo lo que ven, pensando que así se adelantan a los demás y se aseguran el mejor regalo. Eso es lo que se llama “comprar el rumor”.
Pero, ¿qué pasa cuando llega el día esperado y se descubre el misterio? Pues que muchos inversores se llevan una decepción. Resulta que el regalo no era tan bueno como esperaban, o que ya lo tenían, o que no les gustaba. Entonces, se ponen a vender todo lo que compraron, pensando que así se deshacen de lo que no les sirve y recuperan su dinero. Eso es lo que se llama “vender la noticia”.
¿Y qué podemos aprender de esto? Pues que no hay que dejarse llevar por la euforia ni por el pánico. Que hay que analizar los hechos con objetividad y criterio. Y que hay que tener en cuenta que el mercado es impredecible y caprichoso. Porque, al final, los inversores somos humanos, y los humanos nos equivocamos.
Por ejemplo, el año 2017 fue un año memorable para Bitcoin. De hecho, su precio se multiplicó por 20, alcanzando casi los 20,000 dólares. ¿Qué impulsó esta subida tan espectacular? Pues uno de los factores clave fue el anuncio de que el grupo de CME ofrecería futuros de Bitcoin. Los futuros son unos acuerdos que permiten fijar el precio de un activo para una fecha futura, sin tener que comprarlo o venderlo en el momento. Así, los inversores podían apostar por el futuro de Bitcoin con este nuevo instrumento.
Pero, ¿qué ocurrió cuando se lanzaron los futuros? Pues que Bitcoin inició una caída vertiginosa. ¿A qué se debió? Pues a que los inversores habían inflado demasiado sus expectativas, creyendo que Bitcoin se convertiría en el nuevo oro y que atraería a los grandes fondos de inversión. Pero la realidad no fue tan emocionante como la ilusión. Los futuros no generaron tanto interés como se esperaba, y Bitcoin tuvo que enfrentarse a varios desafíos técnicos y legales. Así, los inversores se decepcionaron y vendieron sus Bitcoins, provocando una bajada histórica.
¿Te acuerdas del año 2019, cuando Facebook (ahora Meta) anunció que lanzaría su propia criptomoneda estable? Pues resulta que ese anuncio causó un gran revuelo en el mercado de las criptomonedas. Facebook pretendía crear una moneda global y accesible para todos sus usuarios.
Pero, ¿qué pasó con el proyecto? Pues que se encontró con una fuerte oposición de los reguladores, que no veían con buenos ojos que una empresa privada tuviera tanto poder sobre el dinero. ¿Y qué pasó con el precio de las criptomonedas? Pues que sufrió una gran caída. ¿Por qué? Pues porque los inversores habían comprado con la esperanza de que la criptomoneda de Facebook impulsara la adopción de todas las criptomonedas, especialmente Bitcoin. Pero resulta que la esperanza se convirtió en desesperación. Los inversores se dieron cuenta de que el proyecto no era tan fácil ni tan rápido como pensaban, y que tenía muchos obstáculos legales y técnicos. Así, los inversores vendieron sus criptomonedas, provocando una bajada generalizada.
En el 2017 y el 2019, hubo eventos que crearon mucha expectación y que influyeron en el precio de Bitcoin. Estos eventos hicieron que muchos inversores compraran Bitcoin anticipándose a un aumento de su valor. ¿Por qué? Porque en el mundo de la fantasía, todo es posible y perfecto. Cualquiera puede decir que, si el evento X ocurre, el precio de Bitcoin subirá en 2, 10 o 20 veces. Y nadie puede decir que no. Y la credibilidad es altísima debido a la euforia del momento.
Pero el hechizo se rompe cuando el evento llega y la realidad hace acto de presencia. Entonces, los inversores se dan cuenta de que el evento no era tan importante o beneficioso como se pensaba, o que tenía algunos inconvenientes o riesgos. Y el precio de Bitcoin se desploma. Así que la próxima vez que escuches un rumor sobre un evento que va a cambiar el destino de Bitcoin, recuerda que el precio de Bitcoin no depende solo de lo que pasa, sino también de lo que se espera que pase. Y que, a veces, la realidad puede ser decepcionante.
¿Qué pasará con el precio de Bitcoin después de la aprobación de un ETF? Francamente, no lo sé. Sin embargo, sí hay mucha expectativa. Muchos analistas y opiniones ya están hablando de grandes números. Los inversores, motivados por la expectativa, han comprado con gran ilusión. O sea, la acción es ahora durante el periodo de anticipación, donde todo es magia y todo es posible.
Pero, ¿qué pasa si el ETF no se aprueba? El precio de Bitcoin podría caer como una piedra. ¿Qué pasa si el ETF se aprueba? El capital institucional arribará, pero seguramente lo hará de manera gradual. De hecho, es muy improbable que la realidad sea tan rápida y furiosa como la imaginación del periodo de anticipación nos hace creer. La realidad puede ser decepcionante.
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