¿Ha comenzado la criptoprimavera?
Los mercados fluctúan. Y, normalmente, lo hacen de manera cíclica. Durante un periodo, la tendencia tiende a favorecer las bajas. Y, durante otro periodo, la tendencia tiende a favorecer las alzas. Por lo general, el periodo bajista suele ser más dramático y corto que el periodo alcista. Este último, por otro lado, suele suelen ser más gradual y largo que el periodo bajista. En términos generales, el periodo bajista no borra todas las ganancias de la etapa alcista anterior. Por ende, se podría decir que los alcistas tienen la ventaja en el largo plazo.
¿Cuál es el origen de los ciclos? Durante un alza, los compradores son más. Durante una caída, los vendedores son más. Entonces, a veces, hay más compradores. Y, a veces, hay más vendedores. Lo que se debe a las condiciones del momento. Muchos asumen, sin embargo, que los ciclos son un ordenamiento del destino. Asumen que se trata de algo que se puede medir siguiendo las gráficas. Así piensan aquellos que creen que la historia se repite. Entonces, si estudiamos el comportamiento del precio durante los últimos tres ciclos alcistas de Bitcoin, podremos predecir el comportamiento del precio durante el próximo. Es una especie de historia programada.
De pronto, la pasión por la historia por parte de muchos bitcoiners nace de las raíces conservadoras de sus ideas políticas. La historia se ve como un punto de orientación. La historia y la tecnología aportan orden y seguridad en un mundo de caos dominado por la centralización, el estatismo y el colectivismo. En los patrones del pasado, se interpretan como un orden divino. El futuro es una versión del pasado.
Gracias a la enorme influencia de los dogmas libertarios en la narrativa cripto, a la escasez del suministro se le otorga una importancia bastante exagerada. Entonces, se piensa que el halving es el verdadero motor del precio. Y la demanda es tanto solo una consecuencia del mágico poder de la escasez. Al parecer, los compradores surgen, porque no pueden resistirse a los encantos de la escasez. Claro que en este caso estamos hablando de la escasez artificial de un código de computadoras.
Lo interesante es que esta narrativa (falsa o verdadera) tiene muchos adeptos. Para muchos, esta narrativa es una verdad sagrada. Bitcoin es una especie de ídolo dorado con poderes sobrenaturales. Ciertamente, existe un aspecto pseudo-religioso en todo esto. Hay muchos bitcoiners, por ejemplo, que en la foto de sus perfiles se colocan luces en los ojos. Y es obvio que la pasión, en muchos casos, va más allá de lo que uno normalmente podría asociar con un activo de inversión. Sin lugar a dudas, esta fe fanática del bitcoiner militante es responsable de muchas alzas.
Ahora bien, los ciclos, en realidad, se relacionan a la deuda. Durante un periodo alcista, la demanda es alta porque, por lo general, las condiciones crediticias son favorables. Durante un periodo bajista, la demanda es baja, porque, por lo general, el peso de la deuda se ha vuelto demasiado grande y las condiciones crediticias ya no son tan favorables. Simple. El crédito aumenta la demanda primero. Pero, luego, disminuye la demanda debido al peso que representa el pago de deudas.
Pensemos en el mercado de los bienes inmuebles. No es muy difícil de entender las razones por la cual unas condiciones crediticias favorables tienen un efecto positivo en la demanda y unas condiciones desfavorables tienen un efecto negativo en la demanda. Y, eso, en consecuencia, tendría un impacto muy potente en las valoraciones de los bienes inmuebles.
Ahora bien, los últimos ciclos alcistas de Bitcoin se han dado en condiciones crediticias sumamente favorables. Se ha tratado de booms especulativos que no solo han incluyendo a Bitcoin. En la práctica, Bitcoin se ha visto afectado por las condiciones externas del momento. Bitcoin se comporta como los demás activos de riesgo, porque todos los activos de riesgo reaccionan a condiciones similares. Es decir, nos guste o no, la política monetaria del momento es el verdadero poder detrás de los ciclos. Lo que implica que no es el pasado, no es la voluntad, y no es la narrativa lo realmente influyente. En el mercado de capitales, no hay nada más influyente que las inyecciones de liquidez de la Reserva Federal.
Todo periodo alcista requiere demanda. Para nadie es un secreto que esta industria necesita la entrada de mucho capital para poder prosperar. ¿Puede sobrevivir solo con “escasez”? No lo creo. El inversor promedio compra BTC con fines especulativos. Compra hoy esperando que el precio suba mañana. Compra con un pronóstico alcista. Eso significa que anticipa un incremento en la demanda. O sea, se espera que la demanda de mañana sea mayor a la demanda de hoy. ¿Cómo estimar la demanda de mañana? Demografía, tendencias, productividad, sentimiento y liquidez.
El inversor ingenuo suele caer en el error de pensar que toda caída del precio es un descuento. Sin embargo, lo “barato” o lo “caro” de un activo no se establece utilizando el precio de ayer como referencia. O sea, Bitcoin no está “barato” hoy, porque un año atrás estaba mucho más “caro”. El inversor no gana dinero mirando el pasado. Por el contrario, el inversor gana dinero anticipando el futuro. Entonces, el precio de Bitcoin está “barato” o “caro” en relación al precio de mañana. Porque las ganancias consisten en comprar hoy a un precio y vender mañana a uno mejor. Y, para lograr esto, se requiere que la demanda de mañana sea mayor a la demanda de hoy.
La Reserva Federal de los Estados Unidos aún está en el proceso de subir los costos del crédito. Esto se hace con la intención de reducir la demanda buscando bajar la inflación. El mercado espera que la Reserva, en la próxima reunión de marzo 22, las tasas de interés se incrementen en 0.25%. ¿Qué podemos asumir de la demanda durante el mes de abril en relación a la demanda de hoy? ¿Será mayor o menor?
¿Reversión de tendencia o rally de mercado bajista? ¿Optimismo pasajero o comienzo de la recuperación? ¿Falsa esperanza o criptoprimavera? Durante una racha bajista, no es raro el surgimiento de rebeliones alcistas. Me refiero a la aparición de muchos compradores inyectando capital contra viento y marea. Esto puede suceder por varias razones. En la mayoría de los casos, el gran motivador suele ser una narrativa que interpreta la situación de manera bastante favorable.
¿Ha comenzado la criptoprimavera? No lo sé. En lo personal, lo veo poco probable. Porque las condiciones macroeconómicas no están dadas (todavía) para un boom especulativo debido a una política monetaria de endurecimiento en pleno desarrollo. ¿Puede el mercado cripto orquestar una recuperación pese a unas condiciones tan adversas? Si logramos ese milagro, sería la primera vez. ¿Imposible? No. ¿Improbable? Sí.
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