Explorando el ecosistema de criptomonedas en Venezuela desde el inicio de la pandemia
En el año transcurrido desde que la pandemia por COVID-19 perturbó casi todos los aspectos de nuestras vidas, han sucedido muchas cosas dentro del ecosistema cripto en todo el mundo. Entonces, ¿cómo ha sido el último año para las criptomonedas en Venezuela?
Incluso antes de 2020, Venezuela ya contaba con una serie de negocios que aceptaban varias criptomonedas como pago; sin embargo, una cantidad considerablemente mayor se ha movido para adoptar esta forma de pago en el último año. Esto incluye desde el sector hotelero hasta la famosa cadena de pizzas Pizza Hut, que anunció que aceptará Bitcoin (BTC), Litecoin (LTC), Dash y otras criptomonedas como forma de pago.
A mediados de 2020, el exchange de criptomonedas Cryptobuyer y el procesador de pagos Mega Soft anunciaron que formarían una alianza para permitir que unos 20,000 comerciantes que utilizan sus servicios acepten pagos en criptomonedas a través de la solución Cryptobuyer Pay desarrollada por el exchange.
Otro hito importante fue en septiembre de 2020, cuando se conectó un nodo Bitcoin a la red satelital de Blockstream, algo inédito en Venezuela. Fruto de un esfuerzo conjunto entre Cryptobuyer y el proveedor de educación cripto AnibalCripto, el nodo se puso en marcha a pesar de las limitaciones logísticas impuestas por las medidas de cuarentena relacionadas con la pandemia por COVID-19. Asimismo, los responsables del nodo anunciaron que este era el primer paso para la construcción de una red en malla que pudiera procesar transacciones de Bitcoin sin necesidad de conexión a Internet.
Nuevas regulaciones
A pesar de la actual crisis económica en Venezuela, la industria de la minería de criptomonedas ha ido creciendo. Según el Índice de Consumo Eléctrico de Bitcoin de Cambridge, Venezuela es el país que más contribuye a la tasa de hash de Bitcoin de toda América Latina, lo que significa que hay una cantidad sustancial de poder de cómputo generándose en el país.
Sin embargo, Venezuela introdujo una nueva legislación en septiembre de 2020 dirigida a la industria minera del país. Además de la creación de un registro obligatorio y el establecimiento de nuevos impuestos para quienes trabajen en sectores relacionados con la minería, la nueva ley introdujo el polémico “Pool de Minería Digital Nacional”. En virtud de este nuevo requisito, será obligatorio que los mineros aporten su poder de hashing a un nuevo pool de minería respaldado por el Estado.
En general, todavía no hay una claridad real con respecto al pool de minería, lo que significa que no se conoce realmente la forma en que se aplicará la ley, y aún no se ha revelado exactamente cómo tendrán que participar los mineros venezolanos.
Aunque puede parecer paradójico ver tal nivel de apoyo a las criptomonedas por parte de un gobierno que a menudo es visto como bastante restrictivo con sus ciudadanos y sus libertades, el año pasado fue posible ver varios experimentos con criptomonedas, incluyendo planes para permitir a los venezolanos pagar por los pasaportes con Bitcoin usando el procesador de pagos BTCPayServer.
Sin embargo, aunque la administración del presidente Nicolás Maduro no terminó implementando el plan de pasaportes, su visión para el uso de criptomonedas no disminuyó. Por ejemplo, Maduro propuso un proyecto de ley antisanciones en septiembre de 2020, buscando el uso de criptomonedas para evadir las diversas sanciones impuestas al país y esperando impulsar el uso de las criptomonedas en diversas operaciones comerciales.
Más específicamente, hubo informes de que la administración de Maduro estaba usando Bitcoin para facilitar el comercio entre Irán y Turquía, dos de los principales aliados geopolíticos actuales del Estado.
También se informó en noviembre de 2020 que el Ejército de Venezuela decidió abrir el Centro de Producción de Activos Digitales del Ejército Bolivariano de Venezuela, un centro que alberga equipos de minería ASIC diseñados para criptomonedas proof-of-work con el fin de generar ingresos financieros “desbloqueables”, según los jefes militares que inauguraron la instalación.
Todo este avance realizado por parte del Estado venezolano en el ecosistema de las criptomonedas ha sido para buscar soluciones para sortear las sanciones que Estados Unidos ha impuesto a Maduro, su gabinete y altos mandos militares.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses han declarado que están monitoreando las operaciones con criptomonedas de Venezuela, y en junio de 2020, incluso agregaron a su superintendente de criptomonedas —la máxima autoridad en la regulación del ecosistema de criptomonedas en Venezuela— a la lista de los más buscados del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos.
Récord de bolívares bloqueados en Bitcoin
El repunte alcista del precio de Bitcoin se ha unido a la rápida devaluación de la moneda fiat venezolana, lo que ha provocado una cantidad récord de bolívares siendo cambiados por Bitcoin. Solo en la primera semana de diciembre de 2020, la plataforma de intercambio entre pares LocalBitcoins vio cómo se intercambiaban 5,850 millones de bolívares en la plataforma. Para la primera semana de febrero, esta cifra había subido a 8.56 mil millones de bolívares.
La complicada situación política y económica de Venezuela ha llevado al gobierno a considerar soluciones alternativas. En medio de este escenario, la tecnología blockchain y las criptomonedas, en particular, han salido a la palestra.
Maduro no es el único que ve en las criptomonedas una salida a las aguas turbulentas. Uno de sus principales opositores, Juan Guaidó —que es presidente de la Asamblea Nacional y reconocido como presidente legítimo de Venezuela por unos 60 países— ha utilizado la stablecoin USD Coin (USDC) para evadir las restricciones financieras impuestas por el gobierno de Maduro para enviar ayuda humanitaria a los venezolanos.
Los fondos utilizados por Guaidó provienen de activos que fueron incautados por las autoridades estadounidenses de las cuentas bancarias con sede en Estados Unidos de empresas estatales venezolanas y de varios miembros del gobierno de Maduro.
Opiniones dentro del ecosistema
Para entender mejor lo que se sintió en el terreno dentro del ecosistema de las criptomonedas en Venezuela, Cointelegraph en Español conversó con algunos de los principales actores que estuvieron involucrados en los distintos eventos que marcaron la pauta durante el año pasado.
Jorge Farías, CEO de Cryptobuyer, compartió su opinión con Cointelegraph en Español, diciendo que el uso y la adopción de las criptomonedas como forma de pago en Venezuela se está convirtiendo en una realidad: “La situación global y local ha hecho que gracias a la pandemia, los negocios y las personas busquen alternativas de pago que no requieran la interacción o presencia física de la gente”.
Ernesto Contreras, jefe de desarrollo de negocios de Dash Core Group, mencionó que los planes de Dash de expandirse a cadenas nacionales se detuvo debido a la propagación de la pandemia. Además, durante el periodo de cuarentena, “vimos cómo crecieron las ofertas de entrega, que funcionan en un entorno 100% digital, y varios servicios como Dingo, Piido y otros se han sumado a aceptar Dash y criptomonedas.” Añadió además:
“A pesar de las inmensas dificultades que ha traído el Coronavirus, el ecosistema de criptomonedas siguió alcanzando grandes hitos en Venezuela durante el 2020, y esto sumado a un entorno global cada vez más digital, y con una tendencia positiva para las criptomonedas en el mundo, ha abierto más puertas de gran importancia para el crecimiento, adopción y uso de Dash y criptomonedas.”
Javier Bastardo, presentador del podcast Satoshi en Venezuela, dijo a Cointelegraph en Español que “Venezuela sigue siendo uno de los mercados de intercambio p2p más activos“. Sin embargo, considera que la tendencia aún no ha alcanzado su punto máximo. Además, considera que el FOMO —el miedo a perderse algo— no está influyendo tanto como en 2017 y que una afluencia constante de personas que escucharon hablar de las criptomonedas en el pasado recién ahora están optando por ingresar al mercado. También añadió que otro factor que dominó el año pasado fue la voluntad de empezar a pagar directamente en criptomonedas, lo que en última instancia proporciona un nivel de adopción sostenido.
Anibal Garrido, CEO de AnibalCripto, dijo a Cointelegraph en Español que “Venezuela ha sido parte de importantes aportes al desarrollo del ecosistema.” Además, añadió que:
“La difícil situación por COVID-19 nos ha dejado un gran aprendizaje: NO depender de la presencia física para el desarrollo armónico de nuestra sociedad”.
Agregó que la ley para la minería local sienta un precedente para que otros países la evalúen y consideren. También mencionó la incorporación de los pagos con criptomonedas en las cadenas minoristas junto con los desarrollos en la provisión de procesos rápidos y seguros de intercambio de fiat a cripto.
Mariangel García, community manager de Binance español, considera que “los venezolanos fuimos sacudidos de nuestra zona de confort, los negocios se vieron obligados a iniciar una transformación digital y ahora muchos usuarios pueden ver cómo abundan opciones que antes de esta situación no existían“.
Además, dijo a Cointelegraph en Español que esto se tradujo en la adopción generalizada de las criptomonedas nativas de Binance en el país, así como en un aumento de la demanda de su plataforma entre pares. Para García, esto significa que “Miles de venezolanos han encontrado la libertad financiera en nuestros productos sin limitaciones.”
Concluyó diciendo que: “Venezuela es el único país de América Latina con una visión inclusiva hacia la adopción de criptomonedas, lo cual es un buen comienzo.”
Jorge Farías, CEO de Cryptobuyer, lamentablemente falleció poco después de la entrevista.
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