Estableciendo nuevos estándares para los exchanges de criptomonedas post FTX
El año 2022 presenció un histórico colapso de la confianza en exchanges y otros proveedores de servicios cripto. Los colapsos de FTX de Sam “SBF” Bankman-Fried y de Celsius de Alex Mashinsky aún están frescos en la memoria de la comunidad, con el reciente fallo penal de SBF. Estos casos sirven como un doloroso recordatorio de que el fraude y las malas prácticas comerciales pueden ocurrir en corporaciones de cualquier tamaño y que, en la industria cripto, aún en desarrollo, son especialmente susceptibles. Un sitio web elegante, un alto volumen de operaciones o anuncios en horario estelar no garantizan que los ahorros de un cliente estén seguros.
Para avanzar en la industria, es imperativo establecer nuevos estándares para los proveedores centralizados de servicios cripto. Con este fin, un nuevo informe de Cointelegraph Research encuestó a nueve importantes exchanges de criptomonedas: Binance, Bit2Me, Bitfinex, Bitstamp, Bybit, Coinbase, HTX, Kraken y OKX, comparándolos con un enfoque particular en la protección del consumidor y los fondos.
Descargue un PDF del informe de forma gratuita desde el Terminal de Investigación de Cointelegraph.
Examinando los hechos
El informe analizó si las empresas están ubicadas en paraísos fiscales o en jurisdicciones pro-cliente, la transparencia de sus finanzas corporativas y cómo aseguran que los activos del usuario estén seguros y bien gestionados. Estas consideraciones son especialmente relevantes para individuos y empresas con aversión al riesgo, aquellos dispuestos a ceder en tarifas y volumen de operaciones para garantizar que los fondos que tienen en un exchange cuenten con todas las protecciones posibles.
Algunas jurisdicciones, a menudo notorias por ser paraísos fiscales, ofrecen a las empresas margen para hacer menos por la protección del consumidor y el cumplimiento normativo. Esto va desde la custodia segura de datos personales hasta la divulgación responsable de riesgos. Igualando las demás cosas, a veces puede ser una señal de advertencia si un exchange busca un entorno menos regulado. El mapa a continuación muestra cuán seguro está el cliente en algunas de las jurisdicciones más populares entre los exchanges centralizados.
Según el análisis, Bit2Me y Kraken destacan en todas las categorías examinadas. Ambos tienen su sede en jurisdicciones con sólidas regulaciones de protección al cliente y cuentan con auditorías creíbles de terceros para la prueba de reservas y una infraestructura de pagos. Además, proporcionan una amplia divulgación de riesgos a sus consumidores a través de sus interfaces.
Para lograr una verdadera adopción masiva, la cripto debe incorporarse a marcos regulatorios. Esto no significa renunciar a los principios de descentralización y privacidad, sino encontrar un equilibrio donde estos principios puedan coexistir con garantías legales y financieras.
La claridad y el cumplimiento normativo, especialmente aquellos dirigidos a proteger a los clientes, aumentarían la confianza entre los usuarios potenciales y abrirían oportunidades para que inversores institucionales y empresas ingresen al espacio cripto. La comunidad cripto debe esforzarse por crear un ecosistema donde los beneficios de las criptomonedas sean accesibles para todos, minimizando los riesgos de fraude, lavado de dinero y malas prácticas comerciales que podrían poner en peligro los ahorros personales en criptomonedas.
Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente con fines informativos generales y no tienen la intención de proporcionar asesoramiento específico o recomendaciones para ningún individuo o sobre algún producto de seguridad o inversión en particular.
Cointelegraph no respalda el contenido de este artículo ni ningún producto mencionado en el mismo. Los lectores deben realizar su propia investigación antes de tomar cualquier acción relacionada con algún producto o empresa mencionados y asumir la responsabilidad total de sus decisiones.
Las inversiones en criptoactivos no están reguladas. Es posible que no sean apropiados para inversores minoristas y que se pierda el monto total invertido. Los servicios o productos ofrecidos no están dirigidos ni son accesibles a inversores en España.
