¿Es Liquid Network una solución o un problema para Bitcoin?
Bitcoin es la criptomoneda más popular y valiosa del mundo, pero también tiene algunos problemas. Uno de ellos es la escalabilidad, es decir, la capacidad de procesar muchas transacciones de forma rápida y barata. La red Bitcoin principal solo puede procesar unas pocas transacciones por segundo, lo que es muy poco comparado con otros sistemas de pago como Visa o PayPal. Además, las transacciones de Bitcoin no son muy privadas, ya que se pueden rastrear las direcciones públicas de los usuarios.
Para resolver estos problemas, algunas empresas han creado cadenas laterales (sidechain), que son redes paralelas a la red Bitcoin principal que tienen sus propias reglas y características. Una de estas cadenas laterales es Liquid Network, que se lanzó en 2018 por Blockstream, una empresa de tecnología blockchain. Es una hija de Adam Black.
¿Qué es lo que quieren los usuarios de Bitcoin? ¿Qué Bitcoin sea una moneda alternativa que se use para todo tipo de pagos, o que Bitcoin sea un activo especulativo que suba de precio? Esta es la pregunta que divide a la comunidad de Bitcoin en dos bandos: los libertarios y los pragmáticos.
Los libertarios sueñan con un mundo donde Bitcoin sea la moneda universal, que no dependa de ningún gobierno ni banco central, y que permita a las personas intercambiar valor de forma libre y descentralizada. Para ellos, Bitcoin es más que una simple tecnología, es una filosofía de vida. El problema es que, para que Bitcoin pueda cumplir esta visión, necesita ser capaz de soportar un altísimo grado de actividad. Es decir, que millones de personas puedan usarlo para comprar un café, un automóvil o una casa. Y eso, hoy por hoy, no es posible. La cadena principal de Bitcoin es lenta y costosa. Solo puede procesar unas pocas transacciones por segundo. Esto se conoce como el problema de escalabilidad.
Los pragmáticos, en cambio, ven a Bitcoin como un activo especulativo, que puede generar grandes ganancias a quienes lo poseen. Para ellos, Bitcoin no necesita ser una forma de pago en el comercio minorista, sino que basta con que sea un activo digital que se pueda intercambiar en plataformas especializadas. El problema es que hay muchas de ellas operando al mismo tiempo, lo que genera fragmentación. Esto significa que hay diferentes precios y volúmenes para el mismo activo en diferentes mercados. Esto crea inestabilidad y manipulación, y afecta al resto de los mercados. Esto no sucede en el mercado bursátil, porque todos los compradores y vendedores se concentran en el mismo lugar.
¿Hay alguna solución para estos problemas? Algunos creen que sí: La Liquid Network. Se trata de una red paralela a la cadena principal de Bitcoin, que permite transferir bitcoins entre diferentes plataformas de forma rápida y segura. De esta manera, se podría mejorar la escalabilidad y reducir la fragmentación. Pero no todo es perfecto. Liquid Network también tiene sus desventajas, como el hecho de que requiere confiar en un grupo de entidades que validan las transacciones, o el hecho de que usa una versión modificada de Bitcoin, llamada L-BTC, que no tiene las mismas propiedades que el original.
Liquid Network permite realizar más transacciones por segundo que la red Bitcoin principal. Esto podría ayudar a Bitcoin a escalar para satisfacer la creciente demanda de transacciones. Según Blockstream, Liquid Network puede procesar hasta 1,000 transacciones por segundo, lo que es mucho más que las 7 transacciones por segundo de Bitcoin.
Por otro lado, la Liquid Network utiliza un protocolo de privacidad llamado Confidential Transactions, que permite a los usuarios realizar transacciones sin revelar sus direcciones públicas ni las cantidades que envían o reciben. Esto podría ser atractivo para los usuarios que desean proteger su privacidad y evitar el espionaje o la censura. ¿Qué opinan los reguladores de esto?
Además, la Liquid Network es compatible con Bitcoin, lo que significa que los usuarios pueden transferir fondos entre la red Liquid y la red Bitcoin principal. Esto podría ayudar a facilitar la adopción de Liquid Network, ya que los usuarios no tienen que renunciar a su Bitcoin para usarlo.
Claro que una de las desventajas es que la Liquid Network es una cadena lateral, lo que significa que no es parte de la red Bitcoin principal. Esto podría reducir la descentralización de Bitcoin, ya que la cadena Liquid está controlada por un consorcio de empresas llamado Liquid Federation, que tiene el poder de validar las transacciones y emitir nuevos tokens. Esto, según algunos actores, podría ir en contra del espíritu original de Bitcoin, que se basa en un sistema distribuido y sin intermediarios.
Otro caso. La Liquid Network requiere un nodo Liquid para participar en la red. Esto podría dificultar la adopción de Liquid Network, ya que no todos los usuarios de Bitcoin tienen un nodo Liquid o quieren instalar uno. Además, los nodos Liquid son más complejos y costosos de mantener que los nodos Bitcoin normales, lo que podría desincentivar su uso.
Ahora bien, la Liquid Network es una solución de capa 2, lo que significa que no resuelve los problemas de escalabilidad de la red Bitcoin principal. Para resolver estos problemas de manera permanente, se necesita una solución de capa 1, como el aumento del tamaño de los bloques o el uso de SegWit. Sin embargo, estas soluciones requieren un consenso entre los participantes de la red Bitcoin, lo que no siempre es fácil de lograr.
En conclusión, la Liquid Network tiene tanto ventajas como desventajas. En última instancia, si Liquid Network es una solución o un problema para Bitcoin dependerá de los objetivos y preferencias de los usuarios de Bitcoin. Algunos podrían valorar más la velocidad y la privacidad que ofrece Liquid Network, mientras que otros podrían preferir mantenerse fieles al principio de descentralización y seguridad que caracteriza a Bitcoin.
Adam Black es el jefe de Blockstream, una empresa que quiere revolucionar el mundo con Bitcoin. Adam es un héroe para los que sueñan con un mundo sin bancos ni gobiernos. Por eso, muchos lo siguen ciegamente y confían en lo que hace. Adam tiene un plan: crear una cadena líquida, que sería como una autopista para Bitcoin. Así, se podrían hacer transacciones más rápidas y baratas. ¿Será verdad o será un cuento? No lo sabemos, pero quizás los fans de Adam le den una oportunidad. Tal vez la cadena líquida sea el futuro de Bitcoin. O tal vez no. El tiempo lo dirá. Dependerá de la respuesta de los usuarios de Bitcoin.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
Te puede interesar:
Las inversiones en criptoactivos no están reguladas. Es posible que no sean apropiados para inversores minoristas y que se pierda el monto total invertido. Los servicios o productos ofrecidos no están dirigidos ni son accesibles a inversores en España.