Elon Musk y Bitcoin: una relación tóxica
El 8 de julio, Max Keiser y Stacy Herbert organizaron un show inspirado en Elon Musk en Austin, Texas. Acertadamente llamado “F*ck Elon”, el evento, que incluía un gran número de maximalistas de Bitcoin (BTC), fue sin duda un asunto escandaloso. Keiser es conocido por muchas cosas, pero la moderación no es necesariamente una de ellas.
Aunque podemos debatir los méritos de una fiesta con un título tan provocativo, la división de Musk no está en discusión. A principios de este año, la comunidad de Bitcoin (incluyendo a los maxis) respaldó abiertamente a Musk. Él vio valor en Bitcoin y Bitcoin vio valor en Musk, una de las personas con mayor influencia en el mundo. En muchos sentidos, era una pareja de ensueño.
Sin embargo, a principios de mayo, cuando el hombre de 49 años anunció que Tesla ya no aceptaría Bitcoin como método de pago, la popularidad de Musk entre los bitcoiners se esfumó rápidamente. Ahora, muchos lo ven con recelo; otros, como Keiser, lo ven con desprecio, de ahí el llamativo título de la fiesta.
Uno se pregunta, ¿qué sentido tiene un evento “F*ck Elon”? Después de todo, nos dicen que Musk ya no influye en el mercado de las criptomonedas como lo hizo en mayo. El otrora potentísimo maestro es ahora un impotente “shill”. Aunque los autores hicieron puntos válidos, es importante recordar quién es Musk y, más importante aún, lo que es capaz de hacer. Bitcoin está en su punto de mira.
Hace tres semanas, el CEO de Tesla anunció que la compañía planea reanudar los pagos en Bitcoin una vez que se cumplan los objetivos de energía limpia. En pocas palabras, Bitcoin y Musk tienen asuntos pendientes. Teniendo en cuenta que el futuro de Bitcoin parece estar inextricablemente ligado a la energía limpia, el futuro de la criptomoneda también parece estar inextricablemente ligado a Musk.
Actualmente, su influencia sobre Bitcoin parece ser mínima, pero hay muchas razones para pensar que eso cambiará. La forma es temporal, la clase, sin embargo, es permanente. Y Musk es un manipulador de primera clase. Dogecoin (DOGE) es una moneda divertida, pero no parece tener un futuro legítimo. Bitcoin, en cambio, parece tener un futuro muy brillante. Es divertido jugar con DOGE, pero si te tomas en serio las criptomonedas, te casas con Bitcoin.
¿Es Musk una persona tóxica?
Por su propia definición, una relación tóxica consiste en personalidades de Jekyll y Hyde, en donde al menos uno de los dos alterna entre frío y caliente. Ahora, entra Elon Musk. Un día se inclina y rinde homenaje al Partido Comunista Chino, y al día siguiente llama pedófilo a un héroe en Twitter. Musk es una fuerza errática. Es el único hombre que puede igualar la volatilidad inherente de Bitcoin.
En una relación tóxica, el cansancio es la norma. Musk es una influencia cansina y hay razones para creer que continuará fastidiando a la gente, especialmente a aquellos dentro de la comunidad de Bitcoin. Las relaciones tóxicas también son sinónimo de engaño. Un individuo muy inteligente, Musk también es propenso a las exageraciones y las falsas promesas. Desde 2016, a los clientes de Tesla se les ha facturado la tan publicitada función de autoconducción que en realidad no existe.
Como escribe Andrew J. Hawkins en The Verge, el software de autoconducción completa que Musk promociona “no permite que un vehículo Tesla se conduzca solo sin la intervención del conductor”. En otras palabras, los autos con autoconducción no son capaces de conducirse solos. Esto no es una buena imagen para Tesla, ni tampoco para Musk. Tanto si su engaño es intencional como si no, a los clientes de Tesla les ha salido caro. Con General Motors y Ford ocupadas aprendiendo de los errores de Musk y fabricando vehículos eléctricos superiores, ¿se volverá el comportamiento de Musk más errático por naturaleza? No apuestes en su contra, bitcoiners tengan cuidado.
Un empresario mercurial, no un inventor
Musk no es un inventor. Es un empresario mercurial, dispuesto a decir o hacer cualquier cosa para generar interés. Aunque está claro que es un hombre muy inteligente, todavía tiene que aprender a contenerse. La palabra de Musk no es su vínculo. De hecho, en el mundo de Musk, el concepto de verdad parece ser muy maleable.
En un artículo reciente, Peter Chawaga hablaba de una especie de mundo post-Elon, con Bitcoin liberándose de la influencia del empresario. Chawaga señalaba: “Ninguna persona, por muy influyente que sea en sus propias esferas, es más vital que la red”. En el mismo artículo, la mencionada Stacy Herbert dice:
“Elon y otros multimillonarios tienen que aprender que no tú arreglas a Bitcoin, Bitcoin te arregla a ti”.
¿Ha “arreglado” Bitcoin a Elon? ¿Puede Elon realmente ser “arreglado”? Puede que Bitcoin haya ganado esta batalla, pero la guerra, en mi opinión, todavía está lejos de terminar. Por supuesto, no tiene por qué ser una guerra. En el futuro, Bitcoin y Musk pueden muy bien disfrutar de una relación armoniosa. Sin embargo, teniendo en cuenta que Musk es una de las celebridades más erráticas del mundo, la relación probablemente se volverá más tóxica por naturaleza. Gritar “F*ck Elon” puede ser catártico, pero no será efectivo. Recuerda con quién estás tratando: un multimillonario muy influyente con una personalidad muy errática.
Este artículo no contiene consejos o recomendaciones de inversión. Todas las inversiones y operaciones implican un riesgo, y los lectores deben realizar su propia investigación antes de tomar una decisión.
Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados aquí son solo del autor y no necesariamente reflejan o representan los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph.
John Mac Ghlionn es investigador y comentarista cultural. Su trabajo ha sido publicado por medios como Bitcoin Magazine, The New York Post, The Sydney Morning Herald y National Review.
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