El plan de Australia para crear una ventaja competitiva en el sector de las criptomonedas en 12 pasos
En octubre de 2021, el Comité del Senado para Australia como Centro Tecnológico y Financiero publicó sus esperadas recomendaciones sobre cómo debería regularse la criptomoneda. El informe final, de 168 páginas, se reduce a 12 recomendaciones destinadas a lograr el equilibrio adecuado entre la creación de legitimidad sin sofocar la innovación.
Se trata de un informe histórico que demuestra los claros esfuerzos de Australia por situarse a la vanguardia de la inversión en criptografía a nivel mundial. El presidente del comité, el senador Andrew Bragg, cree que “Australia puede ser un líder en activos digitales” y confía en que, en particular, puede “ser competitiva con Singapur, el Reino Unido y los Estados Unidos”.
Cuatro recomendaciones clave
En primer lugar, la introducción de una serie de nuevas licencias y regulaciones específicas para las criptomonedas. Durante demasiado tiempo, los reguladores de todo el mundo han intentado colocar piezas cuadradas (criptomonedas) en agujeros redondos (regulación financiera tradicional). Este enfoque subestima las diferencias fundamentales que existen, así como el potencial que tienen los activos digitales para transformar el mundo. Este informe reconoce el potencial de las criptomonedas y pide una serie de licencias de criptomonedas a medida en Australia. Recomienda un régimen de licencias de mercado específico para los exchange digitales, así como un régimen de custodia a medida para los activos digitales. Los detalles todavía tienen que concretarse, pero si conseguimos que estos marcos sean correctos, se creará la legitimidad que el sector necesita para despegar hacia la corriente principal.
En segundo lugar, la introducción de un tipo de entidad de organización autónoma descentralizada (DAO) en el derecho corporativo australiano. Esta recomendación es muy importante, ya que muestra que el gobierno australiano está abierto a las finanzas descentralizadas (DeFi), así como a la innovación en criptografía. Wyoming es la única región de la que he oído hablar que tiene algo como esto en su lugar, por lo que esto podría poner a Australia en la delantera. Si se aprueban, las DAOs podrían proporcionar una utilidad única que podría llevar a la economía australiana una década adelante hacia un futuro descentralizado. Sin embargo, esto también será lo más difícil de aprobar para el Comité, ya que los cambios en la Ley de Sociedades Anónimas son infamemente raros en Australia. Sin embargo, si alguien puede hacerlo, es el senador Bragg.
En tercer lugar, la mejora de las normas fiscales para las transacciones entre criptomonedas. Un reciente estudio de Finder muestra que más del 17% de los australianos poseen criptomonedas, la tercera tasa de adopción más alta del mundo. Sin embargo, este grupo cada vez más numeroso ha tenido que lidiar con normas fiscales que, en el mejor de los casos, son confusas. Históricamente, las transferencias de cripto a cripto han sido consideradas una ganancia de capital por la Agencia Tributaria australiana. La nueva recomendación exige que sólo se tribute cuando haya “una ganancia o pérdida de capital claramente definible”. Una vez más, el diablo estará en los detalles en este caso, pero los usuarios activos de criptomonedas australianas podrían ser los verdaderos ganadores.
En cuarto lugar, nuevos incentivos fiscales para fomentar la minería ecológica de criptomonedas. El Comité recomienda un descuento del 10% en el impuesto de sociedades para las empresas de minería de criptomonedas que utilicen energía renovable. Esto parece una medida inteligente para apoyar a dos industrias australianas de gran crecimiento: la energía renovable y la criptomoneda. Esto será especialmente importante ya que el Comité trata de conseguir que estas recomendaciones se firmen con el telón de fondo de la COP26 y la creciente preocupación por el cambio climático.
Tres cuestiones difíciles
- Los plazos para convertir las recomendaciones en leyes. En este momento, todo esto son sólo recomendaciones, y valen tanto como la voluntad política que exista para promulgarlas. Al igual que en otros países, la política en Australia se mueve con lentitud y esto no será diferente. El senador Andrew Bragg está convencido de que puede conseguir que se aprueben todas las recomendaciones en 12 meses, y yo le apoyo para que lo consiga. Su causa también podría ser apoyada por la creciente opinión de que la innovación en criptografía podría ser un ganador de votos con los jóvenes australianos en las inminentes elecciones federales, ya que casi un tercio de la Generación Z ya posee criptomonedas.
- Consecuencias para las empresas de criptomonedas durante el período previo a la reforma. Si se tarda un año en introducir las nuevas leyes, todavía hay preguntas sobre lo que pueden hacer las empresas de criptografía mientras tanto. Muchas de las propuestas pedían un “puerto seguro” contra la regulación hasta que las normas estuvieran finalizadas, pero esto no fue recomendado explícitamente por el Comité. Sin embargo, se ha establecido la dirección del viaje y hay un claro apoyo a la innovación en criptografía y un reconocimiento de que se necesitan nuevas normas y licencias. Me sorprendería que viéramos muchas medidas reguladoras hasta entonces.
- Las propuestas sobre licencias e impuestos son específicas. Muchas de estas recomendaciones eran poco detalladas y parece que el Tesoro australiano se encargará ahora de estos asuntos. El sector estará muy interesado en saber cuáles serán los requisitos para ser custodio o exchange digital, sobre todo en lo que respecta a los requisitos de capital. Si hay demasiada carga normativa, las empresas se trasladarán al extranjero. Del mismo modo, los consumidores necesitarán más claridad sobre lo que es una “ganancia o pérdida de capital claramente definible” a efectos fiscales. En muchos sentidos, el trabajo comienza ahora.
Enseñanzas para los gobiernos de todo el mundo
El sector de las criptomonedas está preparado para hablar de política. Es justo decir que este Comité Selecto fue inundado con el compromiso de las empresas de criptomonedas, los académicos, los organismos máximos y los reguladores. Se presentaron más de 100 escritos y hubo tres días completos de audiencias públicas. No es frecuente que una industria pida más regulación, pero eso es lo que está ocurriendo aquí. La industria de las criptomonedas de todo el mundo quiere claridad y está dispuesta a mantener una conversación sobre la política.
Las revisiones amplias son más eficaces que los enfoques aislados. Una de las razones principales por las que esta consulta ha tenido tanto éxito es que ha analizado el sector de los activos digitales de forma global y no desde un solo ángulo. Un problema que estamos viendo en todo el mundo es que los reguladores están interesados en examinar los criptoactivos desde su punto de vista normativo específico, pero la innovación amplia no debería evaluarse a través de una lente tan estrecha. Esta consulta ha conseguido examinar el sector de forma holística, sin dejar de abordar las cuestiones específicas. Doy la bienvenida a más revisiones como ésta en todo el mundo.
Se necesitarán enfoques de política de activos digitales a medida. Los activos digitales han alcanzado una velocidad crítica y la revolución ya no puede ser ignorada. Los cambios parciales en la política de servicios financieros heredada no funcionarán. Necesitamos que los responsables políticos de todo el mundo trabajen juntos para crear políticas a medida que se ajusten a su propósito. Coinbase lo refleja bien en el primer pilar de su Propuesta de Política de Activos Digitales (DAPP). La DAPP pide “un nuevo marco para la regulación de los activos digitales” que “garantice que la innovación pueda producirse de forma que no se vea obstaculizada por la dificultad de la transición desde nuestra estructura de mercado heredada”. Estas recomendaciones de Australia son un intento de hacer exactamente eso, del que muchos pueden aprender.
Lo que está claro es que el mundo está cambiando. Hay que aplaudir a esta comisión del Senado de Australia por adoptar un enfoque holístico y recomendar instrumentos políticos a medida. Ya es hora de que los responsables políticos de todo el mundo sigan su ejemplo y examinen con amplitud su enfoque de los activos digitales.
Este artículo no contiene consejos ni recomendaciones de inversión. Cada movimiento de inversión y negociación implica un riesgo, los lectores deben realizar su propia investigación al tomar una decisión.
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Fred Schebesta es un emprendedor de origen australiano e inversor en fases iniciales, fundador de la empresa global de tecnología financiera Finder, que ahora tiene un valor de más de 500 millones de dólares. Fred ha lanzado recientemente el fondo de inversión en blockchain Hive Empire Capital y ha cofundado Balthazar, una plataforma DAO para juegos NFT. Con 22 años de experiencia en la creación de empresas, Fred acaba de publicar el libro número uno en ventas de Amazon, Go Live! 10 Principles to Launch a Global Empire.