El interés de la moda española por el metaverso desaparece, según barómetro de Modaes

En un cambio drástico de tendencias, un reciente estudio revela que ya solo el 2% de las empresas de moda en España consideran el metaverso como una tendencia a largo plazo. Esto pese al “boom” experimentado en 2022.

En el año 2022 España se caracterizó por una amalgama de proyectos en el metaverso, tanto de entidades públicas como privadas. A todo este entorno, el sector de la moda no se quedó atrás, y aún más; mantuvo excelsas esperanzas en el metaverso como la estrategia del futuro para el sector. No obstante y mirando al presente; solo una de cada 50 empresas continúa soñando con el metaverso.

Mucho es sabido acerca del metaverso y sus funciones en la publicidad y el marketing. Y, de hecho, no son pocas las empresas que ya han apostado por el mismo, entre ellas marcas reconocidas como Zara. Pese a ello, nuevos datos del Barómetro Veepee-Modaes revelan que esta tendencia se está acabando en el mundo de la moda.

El Barómetro Veepee-Modaes de Empresas de Moda en España es un estudio que se ha realizado durante trece ediciones, ofreciendo una visión valiosa de las tendencias y el estado de la industria de la moda en el país.

Volviendo a los cambios de tendencia; hace un año, el 20% de las empresas de moda con sede en España veían el metaverso como una tendencia clave a medio y largo plazo. La tendencia fue tal que incluso el ICEX organizó el primer seminario de metaverso y moda en España.

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Sin embargo, un año después, ese número se ha desplomado al 2%, lo que plantea preguntas intrigantes sobre el futuro de la moda en el espacio virtual.

Esto quiere decir que 9 de cada 10 empresas que deseaban apostar por el metaverso en 2022, se han retirado del juego.

¿Qué llevó a este cambio tan drástico en la percepción del metaverso por parte de la industria de la moda española? Una de las razones podría ser la falta de adopción generalizada y la dificultad de integrar la moda en el metaverso de una manera significativa. A pesar de los esfuerzos de marcas de renombre como Zara, Mango, Nike, Balenciaga y Gucci, la moda virtual no ha logrado establecerse como una tendencia sostenible.

Otro factor que puede haber influido en esta pérdida de interés, según menciona un comentario al Barómetro de Modaes; es el auge de las compras a través de redes sociales.

La facilidad de comprar ropa directamente a través de plataformas de redes sociales ha ganado un fuerte respaldo por parte de las empresas de moda en España, con un 73% considerándola como una tendencia que perdurará en el sector.

Este cambio refleja el cambio en el comportamiento de compra de los consumidores, que cada vez buscan experiencias de compra más convenientes y accesibles.

Otro cambio notorio sería la disminución del interés en el “live shopping“, una tendencia que ganó adeptos durante los confinamientos causados por la pandemia de COVID-19. En 2022, el 33% de las compañías lo consideraban una tendencia al alza, pero en 2023, este número se ha reducido al 25%.

Este cambio en las tendencias de la moda en España no es un fenómeno aislado. La industria de la moda es conocida por ser cíclica y sensible a las cambiantes preferencias de los consumidores. Además, factores económicos y geopolíticos pueden influir en las estrategias de las empresas de moda.

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A pesar de la disminución en el interés por el metaverso, el optimismo general en la industria de la moda en España se mantiene. Sin embargo lo hace con mayor cautela, ya que el 70% de las empresas del sector prevén aumentar sus ingresos en 2023. Aún así, es necesario notar que este porcentaje ha disminuido en comparación con el año anterior.

Al parecer, el metaverso, que una vez parecía ser el futuro de la moda, ha perdido su brillo en el ojo de la industria de España. Por otro lado, las compras a través de redes sociales y el pago flexible emergen como las tendencias más destacadas.

La moda siempre se está reinventando, y este cambio en las tendencias refleja la naturaleza dinámica de la industria. Es aquí donde el metaverso pudo haber fallado al no comprender que las tendencias de hoy pueden no ser las de mañana.