El enfrentamiento entre EEUU y China por la tecnología de inteligencia artificial parece extenderse a otros países
La aparición de tecnología de inteligencia artificial (IA) de alto nivel ha provocado que Estados Unidos y China salvaguarden sus recursos en una carrera por desarrollar los sistemas más potentes.
Se está desarrollando una tensa relación entre las dos potencias mundiales, ya que la Administración Biden anunció que limitaría las inversiones tecnológicas chinas en semiconductores, computación cuántica e IA.
Esta medida suscitó posteriormente la preocupación de los reguladores de otros países, y los legisladores del Reino Unido y la Unión Europea estudian su próximo movimiento en respuesta a la medida estadounidense.
Estados Unidos vigila la inteligencia artificial y otras tecnologías
El 9 de agosto, la Casa Blanca publicó dos notas ejecutivas sobre los avances de la IA en su totalidad o en parte. La primera esbozaba una nueva oportunidad para que los hackers compitan por una compensación monetaria utilizando la IA para ayudar a proteger la infraestructura estadounidense de vulnerabilidades de ciberseguridad.
Sin embargo, el segundo definía a China, Hong Kong y Macao como “país preocupante”. Afirmaba que EE.UU. regularía las inversiones en dichos países y sectores que “cubrieran tecnologías y productos de seguridad nacional”.
Esto incluía los semiconductores, que suelen utilizarse en el desarrollo de la IA, la microelectrónica y las tecnologías de la información cuántica. Consideraba estos sectores “críticos para las capacidades militares, de inteligencia, vigilancia o cibernéticas de un país de interés”.
El documento rezaba así:
“El rápido avance de estos países en semiconductores y microelectrónica, tecnologías de la información cuántica y capacidades de inteligencia artificial aumenta significativamente su capacidad para llevar a cabo actividades que amenazan la seguridad nacional de Estados Unidos”
Por el momento, solo se han incluido en la nota los países mencionados, aunque en un comentario a Reuters, un funcionario de la administración Biden dijo que podrían añadirse otros países en el futuro.
Estados Unidos ya ha estado tomando medidas enérgicas contra las inversiones en el exterior en tecnologías chinas, junto con el acceso de China a servicios y productos procedentes de Estados Unidos.
En octubre de 2022, los reguladores estadounidenses prohibieron la exportación de chips semiconductores a China, necesarios para crear sistemas de IA de alta potencia, y desde entonces han expresado su deseo de restringir aún más su disponibilidad.
China responde al conflicto tecnológico con EE.UU.
China respondió inmediatamente al anuncio de la administración Biden con un comunicado a través del canal oficial de la embajada china en Estados Unidos.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino afirmó que “deplora enérgicamente y se opone firmemente” a las decisiones “unilaterales” de EE. UU. sobre sus inversiones en China. Afirmó que tal medida politiza el compromiso empresarial y “sobredimensiona” los conceptos de seguridad.
“Esta es una flagrante coerción económica y acoso tecnológico, un acto que viola gravemente los principios de la economía de mercado y la competencia leal…”
La declaración continuaba calificando la medida de “desglobalización” y de esfuerzo por eliminar a China de la escena.
China afirmó que seguirá de cerca los acontecimientos y trabajará en favor de sus derechos.
En respuesta a anteriores medidas estadounidenses de restricción de las tecnologías de IA, China anunció que endurecería sus controles sobre la exportación de materiales para la fabricación de chips de IA.
En un informe del 10 de agosto del Financial Times, fuentes cercanas al asunto afirmaron que los gigantes chinos de Internet, entre ellos Baidu, ByteDance, Tencent y Alibaba, han hecho pedidos multimillonarios de procesadores Nvidia A800 ante el temor de controles aún más estrictos por parte de Estados Unidos.
La UE y el Reino Unido consideran las recientes restricciones
La acción de Biden contra China suscitó de inmediato respuestas de reguladores de otros países.
El 10 de agosto, un portavoz de la oficina del Primer Ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, dijo que las nuevas órdenes aclaran la postura de Estados Unidos y que el Reino Unido considerará las medidas mientras sigue “evaluando los posibles riesgos para la seguridad nacional asociados a algunas inversiones”.
Sunak y Biden firmaron en junio un acuerdo para reforzar su alianza, que incluía profundizar los lazos en áreas como las tecnologías avanzadas, como la IA.
La Comisión Europea hizo una declaración el mismo día, afirmando que también analizaría la decisión estadounidense.
Los reguladores europeos han seguido de cerca la evolución del sector de la IA y han sido de los primeros en proponer leyes sobre el desarrollo y la implantación de esta tecnología.
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