El dólar en tiempos de crisis: ¿Qué rayos está pasando?
El dólar es el enemigo favorito de todo bitcoiner con tendencias antisistema. Y no me refiero a la famosa frase de los inversores de que “Cash is trash”. No se trata de que los activos son mejor inversión que el efectivo. Me refiero a que el dólar es el enemigo de modo visceral, porque el dólar representa el Gobierno. El concepto de dinero fiat molesta a la corriente libertaria dentro de la comunidad bitcoin. Se prefiere un modelo de moneda dura que no se rija por los bancos centrales, sino por el libre mercado. ¿Es el dólar un proyecto fallido? ¿Está colapsando? ¿Es el fin?
No hay argumentos que valgan para la persona que no quiere entender. Muchos se forman una idea en la cabeza y luego cierran las puertas con la llave adentro. No importa la nueva evidencia. No importan los datos. Lo único que importa es el dogma. Si en la mente de un dogmático el dólar está colapsando, el dólar está colapsando. Las caídas son señales del final. Las recuperaciones son eventos temporales. Los radicales son particularmente adeptos al sesgo de la conformación. Es decir, solo ven lo que quieren ver.
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Nos guste o no, en la actualidad el dólar es el gran refugio seguro. Y esta afirmación no es arbitraria. Tampoco estoy diciendo que sea una buena idea utilizar el dólar como refugio seguro. Sin embargo, los hechos son los hechos. Los inversores usan el dólar como refugio seguro. En tiempos de pánico, las personas venden sus activos y acumulan dólares. Durante el crash de marzo (2020), el dólar subió muchísimo. Es decir, durante esta crisis, nos guste o no, el dólar se está usando como refugio seguro. Bitcoin, por otro lado, se ha comportado como un activo de riesgo. Eso es lo que arrojan los datos. Los dogmáticos se vuelven locos con estas afirmaciones. Pero los hechos son los hechos.
Desde la narrativa libertaria, todo esto podría parecer muy confuso, porque la debilidad de la moneda debería ser algo negativo y su fortaleza debería ser una buena señal. Sin embargo, ese es un problema de los libertarios, que ven las cosas al revés. El resto del mundo comprende perfectamente que el sistema funciona de esta manera. En los pánicos, tenemos un dólar más fuerte. En los booms financieros, tenemos un dólar más débil o líquido. ¿Por qué? Porque, en los pánicos, la gente busca refugios seguros. Y, en períodos de optimismo, la gente asume riesgos. El hecho de que la gente busque en el dólar un refugio seguro es prueba de la fe que todos aún tienen en el dólar. No tiene que gustarnos. Pero los hechos son los hechos.
Durante los últimos meses, el dólar se ha estado debilitando bastante y la acción se ha volcado hacia los mercados financieros. (Wall Street, Bitcoin). Sin embargo, ahora estamos ante un pequeño rebote cercano a los 90 en el Dólar index. ¿Por qué? Han llegado algunos datos macroeconómicos negativos. La tasa de desempleo aumentó, por ejemplo. Los nuevos contagios y los confinamientos ya están causando cierta preocupación. Y la crisis política en los Estados Unidos ya está causando molestias en los mercados. Con estas preocupaciones, los inversores venden activos y se refugian en el dólar. Lo que implica bajas para los mercados y alzas para el dólar index.
Bitcoin sufre, porque el inversor promedio considera a Bitcoin como un activo de alto riesgo. Bitcoin como refugio seguro, en estos momentos, es una aspiración. Es una propuesta. Sin embargo, ese no es el caso en la realidad. La prueba es la volatilidad. La volatilidad es sinónimo de inseguridad. Volatilidad es riesgo e incertidumbre. Un refugio seguro debe ser relativamente estable. Pero aquí es cuando la cosa se complica a nivel de narrativa. Los dogmáticos quieren ver su aspiración hecha una realidad. Entonces, con frecuencia presentan una realidad distorsionada, presentando aspiraciones como realidades. La gran brecha entre la narrativa y los datos confunden bastante.
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Ahora bien, si nos olvidamos por un segundo de lo que dicen los criptoinfluencers, veremos las cosas con más claridad. Podemos analizar los datos nosotros mismos. Yo recomendaría revisar tres gráficas. El Dólar Index, El S&P 500 y Bitcoin. Lo primero que veremos será que las gráficas del S&P 500 y Bitcoin se parecen bastante en cuanto a la tendencia. Claro que Bitcoin es muchísimo más volátil que el S&P 500. Pero, en términos generales, ambas gráficas se mueven en el mismo sentido. El Dólar Index, sin embargo, toma la ruta opuesta. El dólar sube, los mercados bajan. El dólar baja, los mercados suben. No todo ocurre siempre de manera simultánea. Obvio que hay días excepcionales.
El rebote del dólar tiene varios días. Pero los mercados por unos días no se vieron afectados. Sin embargo, eventualmente cayeron. Eso suele suceder. A veces las gráficas no se mueven al mismo tiempo. A veces hay que esperar unos días. Pero, en términos generales, el ritmo es similar. Lo que nos indica una correlación evidente.
El dólar baja y el dólar sube. Es decir, hay ciclos. Y estos ciclos son controlados por la Reserva Federal. Un dólar (relativamente) fuerte y una tasa de desempleo elevada nos indican que pronto hablaremos de más estímulos. Este “debilitamiento” del dólar es intencional. No es señal de ningún colapso. Se debilita el dólar para subir la demanda. O sea, para que la gente gaste su dinero. Para que consuma más. Para que compre más activos. Para que compre Bitcoin. Si hay demanda, hay empleo y productividad. Es decir, la economía crece.
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¿Qué hemos aprendido durante esta crisis? ¿El dólar está perdiendo su estatus de refugio seguro? Claro que no. ¿El dólar está perdiendo su hegemonía como moneda reserva? Claro que no. ¿Cómo cerró el 2020 en cuanto a la inflación? ¿Hubo “hiperinflación”? Todo lo contrario. El problema fue la deflación. La caída de la demanda. Podemos hablar de una recuperación desigual. Podemos hablar de las injusticias del sistema. Pero hablar de problemas que no existen es perder el tiempo. He ahí el asunto con el delirio libertario. ¿Hablando de inflación en medio de una crisis deflacionario? ¿Decretando el colapso del dólar en el momento que sube frenéticamente y se debe inyectar liquidez para evitar que se fortalezca demasiado? El dólar está débil artificialmente. Si la Fed no imprime más dólares, subiría como la espuma creando una crisis aún mayor. ¿Colapso? ¿Dónde?
La reciente caída de Bitcoin se relaciona bastante con el reciente rebote del dólar. Pero eso es transitorio. La deflación, la dureza (relativa) del dólar y el desempleo obligan a las autoridades a contener el problema. Lo que implica la necesidad de nuevos estímulos. Pronto, los demócratas tomarán la Casa Blanca, el Senador y la Cámara. Eso significa que el freno conservador ya no está ahí para hacer contrapeso. O sea, los próximos estímulos seguramente serán muy generosos. Lo que será genial para el precio de Bitcoin.