El concepto de expectativas racionales y su aplicación en la teoría económica
Todo inversor antes de invertir en un activo se ve en la obligación de realizar un pronóstico. Algo muy difícil: predecir el futuro. Para ganar dinero, necesitas comprar el activo hoy a un precio más bajo que el que tendrá mañana. ¿Y cómo sabes cuánto valdrá mañana? Pues no lo sabes, nadie lo sabe. Pero puedes intentar adivinarlo estudiando las tendencias y la probabilidad. Claro que eso no te garantiza nada, porque el futuro es impredecible. Lo único que podemos hacer es que nuestras expectativas sean lo más racionales posible.
Si quieres saber cómo predecir el precio de Bitcoin, solo tienes que entrar en las redes sociales y ver lo que dicen los “expertos”. Seguro que te encuentras con dos tipos de argumentos muy convincentes. El primero es el de los nostálgicos, que se basan en el pasado para proyectar el futuro. Ellos te dirán que Bitcoin ya ha subido mucho antes, y que volverá a hacerlo, porque la historia se repite. El segundo es el de los escasistas, que se apoyan en el suministro limitado del código para justificar su optimismo. Ellos te dirán que Bitcoin es limitado y cada vez más escaso, y que eso hace que su valor aumente, porque la gente lo quiere más. Ambos te asegurarán que Bitcoin es muy seguro y predecible, y que solo tienes que comprar y esperar a hacerte rico.
El pasado y la escasez no son suficientes. El pasado puede ser útil, pero no es una garantía de nada. El futuro puede ser muy diferente, y los acontecimientos imprevistos pueden cambiarlo todo. La escasez puede ser importante, pero no es lo único que importa. Bitcoin puede ser limitado, pero si nadie lo quiere, su valor será muy bajo. No todo depende de estos dos factores. Hay muchos otros aspectos que influyen en el precio, como la tecnología, la liquidez, la regulación, la competencia, la psicología, el sentimiento, etc. Y todos ellos son muy complejos y difíciles de predecir.
Imagina que quieres ir a la playa y te fijas en el pronóstico del clima. Hace una semana, el clima era soleado y caluroso, pero hoy está nublado y frío. ¿Qué haces? ¿Te pones el traje de baño esperando que mañana salga el sol otra vez? ¿O te abrigas y buscas otra actividad más adecuada? Si confías demasiado en el pasado, puedes pasar frío o aburrirte. El futuro no está escrito en el pasado.
Ahora imagina que quieres comprar un libro y te fijas en el número de ejemplares disponibles. Hay un libro que solo queda uno en la tienda, y otro que hay cientos. ¿Qué haces? ¿Compras el libro escaso pensando que es más valioso? ¿O eliges el libro que más te guste? Si confías demasiado en la escasez, puedes comprar algo que no te interesa o que no vale la pena. La escasez no determina el valor de las cosas. Al menos no necesariamente. Yo tomo una servilleta y dibujo un garabato. Mi obra sería más escasa que la obra de Picasso. Pero, eso no quiere decir que sea más valiosa.
¿Cómo se forman las expectativas de las personas sobre el futuro? ¿Se basan solo en el pasado, o usan toda la información disponible y un modelo correcto de la economía? Esta es la diferencia entre las expectativas adaptativas y las racionales, dos teorías que han influido mucho en la macroeconomía.
Las expectativas adaptativas son simples pero defectuosas. Suponen que las personas solo miran el pasado para predecir el futuro, y que se equivocan constantemente. Por ejemplo, si el precio de un producto sube por una razón inesperada, las personas creerán que seguirá subiendo, y se sorprenderán cuando baje. Pero esto no parece muy realista, porque las personas no son tan tontas. Si se equivocan mucho, perderán dinero y aprenderán de sus errores.
Las expectativas racionales son más sofisticadas, pero también más exigentes. Suponen que las personas usan toda la información disponible y un modelo correcto de la economía para predecir el futuro, y que no se equivocan sistemáticamente. Por ejemplo, si el precio de un producto sube por una razón inesperada, las personas entenderán que es algo temporal, y no cambiarán sus planes. Pero esto tampoco parece muy realista, porque las personas no son tan listas. No tienen toda la información ni un modelo perfecto de la economía.
¿Por qué importa cómo se forman las expectativas? Porque afectan al comportamiento de las personas y al resultado de las políticas económicas. Si las personas se adaptan al pasado, las políticas pueden tener efectos predecibles y estables. Pero si las personas son racionales, las políticas pueden tener efectos impredecibles e inestables. Esto fue lo que señaló el economista Robert Lucas en su famosa crítica a los modelos keynesianos, que asumían expectativas adaptativas. Lucas propuso una nueva forma de modelar la macroeconomía basada en las preferencias, los recursos y las tecnologías de las personas.
Aunque las personas no tienen expectativas totalmente racionales en la realidad, el suponer que sí ayuda a los economistas a construir modelos útiles que guíen el funcionamiento de la economía. Las expectativas racionales son una herramienta poderosa.
Las expectativas racionales son aquellas que se forman usando la cabeza y no el corazón, aprovechando toda la información que se tiene a mano. Además, son flexibles y se adaptan a los cambios, actualizando sus pronósticos cuando hay nuevos datos. Y lo mejor de todo, son eficientes, es decir, que no se pueden mejorar con más información.
¿Te suenan los que hablan de Bitcoin y del halving como si fuera el 2017? Parece que sus gráficas están congeladas. Sus pronósticos son los mismos. Solo trazan líneas y ya. No se adaptan al nuevo contexto. ¿Serán unos genios o unos ilusos? ¿Tendrán expectativas racionales o irracionales?
Los agricultores, por ejemplo, son unos expertos en tomar decisiones. No se basan solo en lo que pasó hace cinco años, sino que tienen en cuenta el presente y el futuro. Saben que si siembran lo mismo que antes, no van a venderlo al mismo precio. Y lo mismo hacen los comerciantes de productos agrícolas. El mercado los castiga si se equivocan, así que tienen que ser racionales. Con el tiempo, sus expectativas se vuelven tan buenas como el mejor modelo económico.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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