El banco central de China sostiene que las criptomonedas impulsaron la creación de su CBDC
Se ha prestado mucha atención a las implicaciones globales y geopolíticas del rápido y pionero desarrollo por parte de China de su yuan digital, también conocido provisionalmente como e-CNY.
Sin embargo, en un nuevo whitepaper publicado por el Grupo de Trabajo sobre Investigación y Desarrollo del E-CNY del Banco Popular de China (PBoC), la institución brindó una visión más centrada en el país e impulsada por la tecnología de los antecedentes y objetivos clave de la nueva moneda.
Recapitulando el cronograma de investigación y desarrollo de la moneda, el documento señala que el PBoC estableció por primera vez un grupo de trabajo para estudiar la moneda fiat digital en 2014. Para 2016, había establecido un Instituto de Moneda Digital, que desarrolló el prototipo de primera generación para la nueva divisa. Con la aprobación del Consejo de Estado, el banco comenzó a colaborar con instituciones comerciales para seguir desarrollando y probando el e-CNY a fines de 2017.
En particular, estos años coincidieron con el fuerte crecimiento de los mercados descentralizados de criptomonedas y su primera gran corrida alcista en el invierno de 2017, junto con importantes transformaciones de la economía digital nacional e internacional.
Los big data, la computación en la nube, la inteligencia artificial, blockchain y el Internet de las cosas son las innovaciones clave señaladas en el whitepaper, y el banco señaló que la pandemia del COVID-19 ha acelerado notablemente la transformación digital de las empresas chinas y los servicios de pago.
El PBoC se basa en muchos de estos desarrollos para el e-CNY, incluido el uso de contratos inteligentes para permitir la programación, como revela el nuevo documento por primera vez.
Sin embargo, si bien la institución tiene una visión positiva del cambio tecnológico y las innovaciones de gran alcance en los servicios de pago minoristas, su caracterización de las criptomonedas descentralizadas es mordaz:
“Se afirma que las criptomonedas como Bitcoin están descentralizadas y son completamente anónimas. Sin embargo, dada su falta de valor intrínseco, las fluctuaciones agudas de precios, la baja eficiencia comercial y el enorme consumo de energía, difícilmente pueden servir como monedas utilizadas en las actividades económicas diarias. Además, las criptomonedas son en su mayoría instrumentos especulativos y, por lo tanto, plantean riesgos potenciales para la seguridad financiera y la estabilidad social”.
Además, el PBoC señala que las preocupaciones sobre la volatilidad de los precios han estimulado a algunos actores privados a lanzar stablecoins vinculadas a monedas fiat u otros activos. Los planes para lanzar una stablecoin global por parte de instituciones comerciales, en opinión del PBoC, “traerán riesgos y desafíos al sistema monetario internacional, el sistema de pagos y compensación, las políticas monetarias, la gestión de los flujos de capital transfronterizos, etc”.
En este contexto, es de esperar la preferencia de Pekín por la innovación impulsada por el estado de la infraestructura de pago minorista y la creación de un modelo de gestión centralizado de dos niveles para el e-CNY:
“El derecho a emitir el e-CNY pertenece al Estado. El PBOC se encuentra en el centro del sistema operativo del e-CNY. Emite el e-CNY a los operadores autorizados, que son los bancos comerciales, y lo gestiona a lo largo de todo su ciclo de vida. Mientras tanto, son los operadores autorizados y otras instituciones comerciales los que intercambian y hacen circular el e-CNY entre el público”.
Sin embargo, en su diseño estrictamente técnico, la moneda integra arquitecturas centralizadas y distribuidas. Esto se ha utilizado con gran efecto en varios ensayos, implementado en más de 1,32 millones de escenarios hasta la fecha y con un volumen de transacciones que totaliza 70,75 millones a un valor total de aproximadamente 34,5 mil millones de renminbi ($5,34 mil millones).
El whitepaper también considera el creciente interés de los bancos centrales de todo el mundo en el desarrollo de las monedas digitales de los bancos centrales, y señala que el PBoC ha estado involucrado en amplias consultas con organizaciones internacionales como el Banco de Pagos Internacionales, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Adopta una postura cautelosa hacia el uso de e-CNY para uso transfronterizo, haciendo hincapié en “varios temas complicados como la soberanía monetaria, las políticas cambiarias […] así como los requisitos regulatorios y de cumplimiento”.
Dado que el e-CNY ya está técnicamente listo para su uso transfronterizo, el PBoC dijo que, no obstante, responderá activamente a las iniciativas del G20 y otras organizaciones y explorará posibles proyectos piloto para los pagos transfronterizos, “condicionados previamente al respeto mutuo de la soberanía monetaria y cumplimiento”.
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