¿Cuáles son los trabajos en peligro con la llegada de ChatGPT?
En un principio, las nuevas tecnologías nos deslumbran con su enorme potencial. Por lo general, nos enfocamos en lo mucho que mejoran nuestras vidas e ignoramos los peligros. Sin embargo, todo avance tiene un costo. Todo cambio trae un dolor. Se gana algo. Se pierde algo.
En la práctica, lo que hacemos es cambiar unos problemas por otros. Al parecer, un mundo sin problemas es una quimera. En este artículo, hablaré de los cambios tecnológicos y su impacto en la sociedad. Hablaré del impacto en el campo laboral en el contexto del auge de aplicaciones de Inteligencia Artificial como ChatGPT. ¿Tendremos una nueva revolución industrial? ¿Quiénes serán los ganadores? ¿Quiénes serán los perdedores?
Más adelante, tenemos la lista de trabajos en peligro de extinción.
La máquina es una herramienta. Y una herramienta amplifica los poderes humanos. Un martillo, por ejemplo, amplifica el poder del brazo. El cuchillo amplifica el poder de la mano. La bicicleta amplifica el poder de los pies. La escritura amplifica el poder de la memoria. El teléfono amplifica el poder de la voz. La ropa amplifica los poderes de la piel. Y la computadora amplifica el poder de la mente. El poder es fuerza, rapidez y efectividad.
¿Y el dinero? El dinero es una herramienta social. El ser humano es un animal gregario. Entonces, la mayoría de sus necesidades son solventadas mediante la colaboración. En otras palabras, sobrevivimos gracias a la ayuda de los demás. La familia, la amistad, el regalo y el favor son predecesores prehistóricos del dinero. Estamos hablando de sistemas de cooperación social. Claro que el dinero, a diferencia de la familia, es un mecanismo impersonal de cooperación. En el mundo de hoy, el trabajador ofrece su tiempo y talento por dinero.
En el pasado, el hijo trabajaba con el padre. Y toda la familia compartía el botín. Esta unión fortalecía mucho a la familia como unidad. Pero creaba mucha dependencia. Y los miembros más débiles, al depender de los miembros más fuertes, con frecuencia, caían bajo el yugo de la tiranía familiar. Una jerarquía, basada en el territorio y la tradición, se imponía. Sin embargo, con el surgimiento de las grandes ciudades y la industrialización, el dinero y la educación ganaron importancia.
En el siglo XIX, las grandes metrópolis europeas como Londres experimentaron intensas y profundas transformaciones. Y eso inició un proceso muy doloroso para muchos. El urbanismo surgió de manera explosiva como consecuencia de la Revolución Industrial. Y la desigualdad reinó de maneras sumamente crueles. La obra de Charles Dickens, por ejemplo, resalta ese lado más oscuro de ese periodo de cambios. Es cierto que la Revolución Industrial trajo muchos avances técnicos, pero, al mismo tiempo, también trajo consigo importantes desafíos en lo social. El sofisticado artesano del taller tradicional fue reemplazado por la máquina industrial.
Las máquinas eran operadas por una mano de obra no calificada, trabajando en condiciones y sueldos irrisorias. ¡Adiós al viejo taller familiar! Ahora una persona con poco o ningún entrenamiento en la confección de textiles podía producir una gran cantidad de piezas solo siguiendo unas pocas instrucciones simples. El mercado laboral sufrió una gran disrupción.
La actividad industrial se centralizó en las grandes ciudades en perjuicio del campo. Al mismo tiempo, el proceso de industrialización benefició principalmente a las grandes industriales, pero perjudicó al pequeño productor artesanal. Aunque el mercado estaba abarrotado de productos económicos, la calidad y servicio sufrieron enteramente.
Al principio, seguramente, aplicaciones como ChatGPT potenciarán el trabajo de muchos profesionales al incrementar la productividad. En el periodo de transformación, probablemente, se crearán muchos trabajos nuevos. Los primeros que se apoyen en esta tecnología tendrán una ventaja competitiva sobre las personas que adopten la tecnología en etapas posteriores.
Ahora bien, eventualmente, en muchos casos, la tecnología dejará de ser un apoyo para convertirse en un sustituto. En ese momento, muchos trabajos quedarán obsoletos. Y, debido a la adopción masiva, su uso ya no será una ventaja competitiva per se sino una necesidad. Tarde o temprano, la adopción dejará de ser voluntaria para convertirse en un imperativo.
El automóvil, por ejemplo. En un principio, el automóvil nos permitió trasladarnos de un lugar a otro de una manera mucho más rápida y eficiente. Lo que representó una ventaja competitiva para los primeros conductores. El zapato y el caballo no se volvieron obsoletos en la primera etapa. De hecho, lograron coexistir por un rato. El automóvil tenía la ventaja debido a su superioridad. Sin embargo, todavía era posible caminar o cabalgar al trabajo.
Si una persona, caminando, tardaba 30 minutos para llegar de su casa al trabajo, con la llegada del automóvil, ese tiempo se redujo a 5 minutos. He ahí la ventaja de la nueva tecnología. Se redujo tiempo y esfuerzo para el beneficio de los primeros usuarios. El automóvil acortó las distancias. Sin embargo, cuando los automóviles se volvieron más numerosos y las ciudades se rediseñaron para adaptarse a este nuevo modo de transporte, la gente se mudó a sitios más lejanos. Las distancias se volvieron más largas. Por ende, la misma persona que anteriormente tardaba, caminando, 30 minutos para llegar a su lugar de trabajo, ahora, en automóvil, tarda esos mismos 30 minutos. En la práctica, no nos estamos ahorrando nada. Claro que ahora no podemos prescindir del automóvil, porque caminar ya dejó de ser una opción práctica para muchos.
En relación a la Inteligencia Artificial, los próximos 5-10 años la podríamos considerar como la primera etapa. Durante esta etapa, la tecnología aún presentará muchos errores y la sociedad estará en el periodo de adaptación. Adicionalmente, los viejos modos de hacer las cosas todavía podrán coexistir con los nuevos modos de hacer las cosas.
Luego, en la etapa posterior, con gran probabilidad, sí sentiremos el impacto. Será el momento del dolor. Por supuesto, la sociedad y los políticos seguramente querrán frenar los efectos negativos de la tecnología mediante la regulación. Todo avance tecnológico tiene su oposición. Y, por lo general, es necesario colocar normas para que la tecnología sea provechosa para el mayor número de personas.
Ahora bien, algunos trabajos en peligro en el surgimiento de aplicaciones IA como ChatGPT: Representante de servicio al cliente, asistente legal, contador, traductor, redactor, transcriptor, asistente virtual, soporte técnico, community manager, agente de viajes, reportero de noticias, moderador de contenido, entre otros.
Durante la primera etapa, un reportero, por ejemplo, puede utilizar ChatGPT en busca de apoyo e inspiración. Eso lo hará más eficiente. Es decir, el usuario temprano de la tecnología seguramente tendrá una ventaja competitiva sobre los demás reporteros. Sin embargo, con el tiempo, debido a la adopción generalizada, perderá su ventaja. Y la tecnología se convertirá en una herramienta imprescindible usada por todos. Luego, la tecnología podría, en efecto, volver obsoleta la profesión. El editor de un medio podría realizar algunas indicaciones. Y la IA hace el resto. Entonces, los medios se convertirían principalmente en espacios de conversación. Porque la redacción de textos y la recolección de información como tal podría pasar a ser el trabajo de la máquina.
Este artículo, por ejemplo, ha sido escrito por un humano. Afortunadamente, aún estamos en una etapa bastante temprana.
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