Criptomonedas: ¿El futuro de los futuros?
Muchos traders que se adentran en los mercados de criptomonedas desde las finanzas tradicionales pueden considerar los derivados como vehículos para la especulación de precios y la cobertura. Hay muchas opciones cuando se trata de intercambios e instrumentos; sin embargo, los traders deben considerar algunas diferencias clave entre los futuros de criptomonedas y los futuros tradicionales antes de sumergirse en este mercado de rápido crecimiento.
Diferentes instrumentos
Los traders que entran en las criptomonedas desde los mercados tradicionales estarán acostumbrados a los contratos de futuros con una fecha de vencimiento fija. Aunque en los mercados de criptomonedas se pueden encontrar contratos de vencimiento fijo, una proporción significativa de las operaciones de futuros de criptomonedas son contratos perpetuos, también conocidos como swaps perpetuos. Esta variación de un contrato de futuros no tiene una fecha de finalización fija, lo que significa que el trader puede mantener una posición abierta indefinidamente.
Los exchanges que ofrecen contratos perpetuos utilizan un mecanismo conocido como “tasa de financiación” para equilibrar periódicamente las variaciones de precios entre los mercados de contratos y los precios al contado. Si la tasa de financiación es positiva, el precio del contrato perpetuo es mayor que el precio al contado: los largos pagan los cortos. Por el contrario, una tasa de financiación negativa significa que los cortos pagan a los largos.
Además, los traders que llegan a las criptomonedas desde las finanzas tradicionales pueden estar acostumbrados a la portabilidad de sus posiciones en diferentes exchanges. En cambio, los exchanges de criptomonedas suelen funcionar como jardines amurallados, lo que significa que es imposible transferir contratos de derivados entre plataformas.
Plataformas de negociación reguladas frente a las no reguladas
La mayor parte del comercio de futuros de criptomonedas —entre el 85 y el 90%— aún no está regulado. Esta situación se debe principalmente a que los mercados de futuros de criptomonedas surgieron cuando los reguladores todavía estaban lidiando con cuestiones más fundamentales en torno al estatus legal de los activos digitales. BitMEX allanó el camino para el comercio de futuros de criptomonedas, utilizando contratos con monedas con márgenes y también con garantías. De este modo, la empresa evitó los requisitos reglamentarios asociados a las rampas de acceso al fiat. En la actualidad, existen varias grandes plataformas de trading, pero solo un pequeño número de ellas ha conseguido un estatus regulado.
Tanto la Chicago Mercantile Exchange (CME) como Bakkt están reguladas por la Commodity Futures Trading Commission (CFTC) de Estados Unidos. En Europa, Kraken Futures trabaja con una licencia de centro de negociación multilateral concedida por la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido. En Suiza, Vontobel y Leonteq ofrecen mini contratos de futuros de Bitcoin a través del SIX Swiss Exchange.
La situación normativa puede impedir que los traders de algunos países participen en el trading en centros no regulados. Esta circunstancia se da especialmente en EE.UU., donde los exchanges son conscientes de que la CFTC está persiguiendo a BitMEX por violar la normativa contra el blanqueo de capitales y la Ley de Secreto Bancario.
Sin embargo, las plataformas de futuros de criptos reguladas en Estados Unidos han ampliado su gama de instrumentos más allá de los futuros de Bitcoin (BTC) puros, probablemente en respuesta a la creciente demanda. La CME, por ejemplo, ha ampliado recientemente su oferta de futuros y opciones de Bitcoin para ofrecer también futuros de Ether (ETH). Además, Bakkt también ofrece futuros y opciones mensuales de Bitcoin.
Las plataformas no reguladas ofrecen contratos de futuros y swaps perpetuos contra una gama más amplia de altcoins, aunque solo a los traders de los países en los que están autorizados a operar. En cualquier caso, la mayor parte de la liquidez sigue concentrada en los futuros de BTC y ETH, al menos por ahora.
Implicaciones operativas
Los diferentes panoramas regulatorios, combinados con la forma en que se gestionan los contratos perpetuos, dan lugar a algunas diferencias prácticas entre los futuros de criptos y los futuros tradicionales. Al no existir un sistema de compensación de contrapartida central, los exchanges se exponen a un alto grado de riesgo, sobre todo teniendo en cuenta que muchos ofrecen altos apalancamientos de hasta 125 veces. Por tanto, las posiciones perdedoras que alcancen el margen de mantenimiento serán liquidadas.
Los exchanges suelen desviar los beneficios de las liquidaciones a un fondo de seguros, que existe para proteger los beneficios de los traders cuando su contraparte no tiene suficiente margen para cubrir la operación. La presencia y salud relativa de un fondo de seguro es una consideración crucial cuando se utiliza un exchange no regulado. Sin un fondo, o si el fondo es demasiado bajo para cubrir las pérdidas ocasionadas por las liquidaciones, los traders rentables asumen el riesgo de que sus posiciones sean “auto desaprovechadas” por el exchange.
Otra consideración operativa crítica es el tiempo de inactividad del exchange. Muchas de las plataformas no reguladas tienen fama de que los servidores se caen durante los periodos de alta volatilidad, lo que hace que los traders no puedan cerrar sus posiciones antes de ser liquidados. Por lo tanto, merece la pena investigar el historial de caídas de una plataforma antes de abrir una cuenta.
Barreras de entrada reducidas
Los mercados de futuros de criptomonedas suelen tener una barrera de entrada muy baja. Un trader puede abrir una cuenta, pasar por el proceso de “conozca a su cliente” (KYC), depositar fondos y empezar el trading en cuestión de minutos.
En cambio, las barreras de acceso a los futuros cotizados en bolsa son elevadas debido al tamaño de los contratos, que están destinados a traders institucionales. Esta situación también se refleja en las ofertas de futuros de criptos regulados. Tanto CME como Bakkt, los dos centros de trading de criptofuturos regulados, tienen tamaños de contrato de 5 BTC y 1 BTC, respectivamente. Con precios que actualmente superan los 31,000 dólares, estos contratos están evidentemente destinados solo a aquellos dispuestos a realizar una inversión significativa.
Sin embargo, la blockchain ofrece un importante potencial para transformar los mercados de futuros más allá de las criptomonedas mediante la tokenización de activos. Supongamos que un contrato de futuros para el Nasdaq-100 o el S&P 500 estuviera disponible como token. En ese caso, podría negociarse en incrementos fraccionados, reduciendo las barreras de entrada e introduciendo nuevas fuentes de liquidez en los mercados tradicionales.
Este escenario puede beneficiar a quienes buscan introducir una mayor diversificación en su portafolios, lo que actualmente solo es posible a través de los contratos por diferencias (CFD). Aunque cumplen una función similar en los mercados financieros, los CFD solo están disponibles a través de corredores, lo que reduce la transparencia para el trader. También fragmenta la liquidez disponible en los mercados más amplios.
A pesar de su rápido crecimiento, los mercados de futuros de criptomonedas están todavía en su fase inicial, sobre todo porque la entrada institucional a las criptomonedas no ha hecho más que empezar. A medida que los mercados crezcan y se desarrollen, es probable que veamos surgir instrumentos nuevos y más sofisticados, junto con una cierta difuminación de los límites entre las finanzas tradicionales y las digitales. Además, parece probable que la situación normativa siga evolucionando a medida que fluyan más fondos. Una cosa es segura: los futuros de criptomonedas tienen un largo futuro por delante.
Este artículo no contiene consejos ni recomendaciones de inversión. Todas las inversiones y operaciones implican un riesgo, y los lectores deben realizar su propia investigación a la hora de tomar una decisión.
Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados aquí son solo del autor y no necesariamente reflejan o representan los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph
Andy Flury es un empresario en serie y experto en trading cuantitativo. Andy es un antiguo piloto de la Fuerza Aérea Suiza y dirigió proyectos en la agencia de inteligencia suiza y en varios bancos importantes. También fue director de proyectos y arquitecto de software en Siemens Switzerland AG. En 2010, Andy se convirtió en socio y jefe de trading algorítmico en Linard Capital AG, un fondo de cobertura cuantitativo con sede en Suiza. Andy tiene un máster en gestión industrial e ingeniería de fabricación por ETH de Zúrich y un MBA ejecutivo por la Universidad de San Gall.
Sigue leyendo: