¿Cómo invertir en el 2022?
El éxito financiero no es un asunto de suerte. Invertir es un arte y una ciencia. No es un juego de azar. Obvio que la suerte existe. Pero la suerte es un accidente de momento. Y el éxito, por otro lado, es un hábito. El inversor exitoso es, en el fondo, un artesano que construye su obra con disciplina, técnica y paciencia. Lo más importante es edúcate. Me refiero, en parte, al conocimiento. No obstante, lo más importante en términos de educación financiera es el cultivo del carácter. Para invertir hay que ser un maestro de las emociones. ¿Cómo invertir en el 2022? Como un ganador.
El inversor novato se caracteriza por su ingenuidad. Es crédulo por naturaleza. En otras palabras, escucha promesas y se las cree. En un principio, quiere ser muy rico, en muy poco tiempo, arriesgado poco. Por alguna extraña razón, piensa que su optimismo lo salvará. Entonces, se refugió en el pensamiento ilusorio. Vive de la ilusión. “Bitcoin subirá mucho este año”. Todo comienza con un anhelo: El anhelo de obtener riquezas. El síntoma principal es el ansia. O sea, el hambre. Hay una necesidad. Y las promesas de los “influencers” despiertan el monstruo de la codicia en su ser. Estos elementos, normalmente, se transmutan en pasión ciega y desmedida.
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En los mercados financieros, hay dos tipos de muertes. Muerte por parálisis y muerte por impulso. La parálisis viene del sobre análisis. Se trata de las personas que tienen hambre y codicia, pero tienen mucho miedo de lanzarse al agua. Piensan, piensan y piensan… Le hacen muchas preguntas al amigo que “sabe mucho de eso”. Pero son víctimas de la inacción. El tiempo pasa y lamentan las oportunidades perdidas. Sin embargo, el miedo a cometer un error es demasiado grande. Son grandes soñadores en una eterna búsqueda por el plan perfecto.
Luego, tenemos la muerte por impulso. Aquí estamos hablando del sabelotodo. Vio un par de documentales en Youtube, sigue un par de cuentas en Twitter, hablo con un amigo que “sabe mucho de eso” y se lanza al agua con una fe de hierro. Error. Estos son los expertos en voluntarismo quántica. Ellos piensan ilusamente que su fe es la clave del éxito. Entonces, tienen fe. Si su fe se cuestiona, pelean a morir. En este delirio, las criptomonedas suben sin parar. Las caídas no existen. No hay precio de entrada caro. No hay ciclos bajistas. Se trata de una inversión segura al 100%. La persona que te diga lo contrario es un envidioso y propagador de FUD.
Ambos casos piensan en absolutos y se rigen por la emoción. Lamentablemente, estos sujetos son los primeros en perder dinero en este mercado. ¿Por qué? Por sus falsas expectativas. Si colocas tu fe en una fantasía, tarde o temprano, eres víctima de la decepción. El inversor emotivo normalmente compra demasiado tarde y vende demasiado temprano. En la mayoría de los casos, debido a los enemigos del inversor: La necesidad y la emoción. Si inviertes un dinero que necesitas, y compras en sobreprecio con falsas expectativas, en el momento de una caída la euforia se convierte en pánico.
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¿Cómo evitar estos errores? Lo primero es poner tu casa en orden. ¿Cuáles son tus ingresos? ¿Cuáles son tus egresos? Lo ideal es tener más ingresos que egresos, teniendo, al mismo tiempo, el estilo de vida deseado. Por ahí debemos comenzar. Eso es lo primero que debemos resolver. Naturalmente, la consecuencia es tener esta disciplina es la acumulación de capital. Ese capital es una demasía. Ese es el dinero que podemos usar para construir nuestro portafolio de inversiones. ¿Cuál es la meta? Crecer un poco todos los años. O sea, multiplicar el capital en el largo plazo. Esta es la dinámica: Invertir, esperar, reinvertir.
La tentación, por supuesto, es gastar las ganancias en lujos, viajes y juguetes. Esta trampa es pan para hoy y hambre para mañana. Lo que normalmente sucede es que el inversor asume muchos riesgos debido a su incapacidad de esperar. Entonces, tenemos movimiento sin crecimiento. Por ejemplo, hacemos una inversión y obtenemos una ganancia. Gastamos la ganancia. Bueno, perdemos la oportunidad de crecer ese año. Es decir, obtenemos los ladrillos. Pero los botamos en vez de construir la casa.
Muy importante, para un inversor, es entender a la perfección los conceptos de riesgo, volatilidad, estabilidad y oportunidad. Un mercado de poca liquidez, por lo general, sufre de alta volatilidad. Esta inestabilidad implica una oportunidad y un riesgo. El precio sube y baja en muy poco tiempo. Por un lado, tenemos una oportunidad de ganar mucho dinero. Pero, al mismo tiempo, tenemos el peligro de perder mucho dinero. En este caso, lo ideal es diseñar una estrategia que nos permita crecer agresivamente, pero con cierta estabilidad. ¿La solución? La constancia, la diversidad y el balanceo.
En los mercados, los mínimos y los máximos son los montos más populares. Sin embargo, en la práctica, el promedio es un valor mucho más relevante. Si pensamos en términos de mínimos y máximos, se nos hará muy difícil administrar el riesgo. Pero si pensamos en promedios, el asunto se torna mucho más manejable. He ahí lo importante de la constancia. (véase “Dollar cost averaging”) El precio sube y baja. Pero si compramos constantemente, vamos navegando con el promedio. De esta forma, es virtualmente imposible comprar en sobreprecio. ¿Por qué? En efecto, por casualidad de la vida, llegamos a comprar caro y el precio eventualmente cae. Dicha caída no es una pérdida. De hecho, es una oportunidad de compra en el caso de que aún tengamos dinero disponible.
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Diversidad: No poner todos los huevos en una misma canasta. Eso no necesariamente significa que debemos invertir en muchas cosas al mismo tiempo. La diversidad debe ser real. Porque, en muchos casos, la diversidad puede ser ilusoria. Si colocamos todo nuestro capital en cripto y pretendemos diversificar teniendo varias monedas, se trata de una diversidad ilusoria. En la eventualidad de una gran caída, todo tu portafolio caerá por igual. En este caso, entonces, la diversificación sin balanceo no ofrece una protección real.
Las criptos son activos muy volátiles (riesgosos). Por ende, lo recomendable es balancear con activos más estables. De este modo, las criptos ofrecen crecimiento, pero el portfolio como un todo cuenta con cierta estabilidad. He ahí la meta. Crecer constantemente con cierta estabilidad. En lo personal, considero al dólar (en su sentido amplio: efectivo, bonos-T, instrumentos de renta fija) como un gran aliado. El dólar me aporta tranquilidad. Las criptos me aportan crecimiento. De modo combinado, obtenemos un crecimiento tranquilo y moderado. ¿Cómo invertir en el 2022? La recomendación de este autor: Invierte con prudencia. No te vuelvas loco. Administra el riesgo con constancia, diversidad y balanceo.