¿Cómo construir un buen portafolio de inversión en criptomonedas?
A decir verdad, no es tan sencillo construir un buen portafolio de inversión. Y es mucho más difícil construir uno que cuente con un gran énfasis en criptomonedas. La construcción de un buen portafolio es un arte normalmente desconocido para el inversor ingenuo. Sin embargo, tarde o temprano, debemos dar el primer paso. Si uno ha estado por mucho tiempo en este espacio, uno eventualmente se sentirá tentado a convertirse en un inversor mucho más sofisticado.
Se podría llegar a pensar que construir un portafolio de inversión no es necesario. Después de todo, Bitcoin es una “solución universal”. Es decir, es una panacea que todo lo cura. Lo que implica que la mejor estrategia es colocar todo nuestro patrimonio en Bitcoin lo más pronto posible. No hacerlo es de “idiotas”. Según muchos en este espacio, Bitcoin es un “refugio seguro”. Y comprar Bitcoin es la mejor decisión que se puede tomar.
Sigue leyendo: Warren Buffett elogia el “Dollar-cost Averaging” para invertir en acciones, pero ¿también funciona para Bitcoin?
En otras palabras, Bitcoin no solo es una buena inversión. Bitcoin es la única inversión posible. Se nos dice que con Bitcoin tenemos seguridad y rentabilidad al mismo tiempo. En el espacio cripto, se dice que el dinero fiat es la peor inversión de todas debido a la inflación. Y, por alguna extraña razón, en este espacio no se habla mucho de otras inversiones. Me refiero a los bienes raíces, las acciones bursátiles, los bonos, las mercancías, o los negocios. Da la impresión que Bitcoin es la única solución al problema de inflación. Sí, se menciona al oro, de vez en cuando, pero se explica que Bitcoin es superior. En fin, es Bitcoin sí o sí. De lo contrario, eres un idiota. Parece que no tenemos muchas opciones.
Al parecer, lo más importante para un activo es su escasez. Bitcoin es valioso, porque es un bien escaso. Eso le aporta seguridad y rentabilidad. La solución, entonces, es acumular y listo. Esta estrategia no solo será beneficiosa para el comprador de Bitcoin. También será beneficiosa para la economía en su totalidad. En este universo alterno, una moneda dura es lo único que necesita la economía para prosperar. Moneda dura, libre mercado y un gobierno separado de los asuntos económicos. Sencillo.
En este escenario, no es relevante hablar de un portafolio de inversión. La diversificación y el balanceo no tienen sentido en ese caso. Si Bitcoin es para todo el mundo, es imperativo comprarlo. Si Bitcoin es un activo seguro, no hay necesidad de protegerse. Y si es tan rentable, no hay necesidad de buscar alternativas. Bitcoin es todo.
Ahora bien, hay muchos inversores de Bitcoin que no están muy satisfechos con la narrativa oficial. Porque esta narrativa parece estar sustentada más en la fantasía que en la realidad. Me temo que la realidad es mucho más compleja. Y tomar decisiones financieras sobre fantasías podría salirnos muy costoso.
Para efectos de este artículo, voy a tratar a Bitcoin no como un “refugio seguro” sino como un activo de alto riesgo. Es decir, aquí vamos a partir del principio que Bitcoin es un activo sumamente volátil. Además, me voy a distanciar de la narrativa oficial para decir que Bitcoin es una inversión muy buena, pero no es perfecta y no es todo para el mundo.
Sigue leyendo: Bitcoin y el oro durante esta crisis: Similitudes y divergencias
Bitcoin no es para el inversor ultraconservador, por ejemplo. Además de ser un activo sumamente volátil, estamos ante una tecnología relativamente nueva que requiere cierta disposición. Es decir, requiere una mente abierta. Por otro lado, hay que conocer algo de tecnología. No hay que ser un experto, obviamente. Pero, al menos, se debe tener un conocimiento básico de computación.
Les cuento una anécdota. Un amigo de mi familia, ya jubilado, decidió colocar casi todo su dinero en Bitcoin en el 2018, motivado principalmente por las alzas del 2017. Estamos hablando de un señor muy mayor, intolerante al riesgo, y neófito en materia tecnológica. Su nieta le instaló Whatapp en su teléfono y hace transferencias bancarias con gran dificultad. En materia de su inversión, su único consuelo era llamarme a mí para pedirme “consejo”. Yo le instalé su cartera Bitcoin. Sus llamadas eran prácticamente diarias y siempre me hacía la misma pregunta desesperada: “¿Cuándo subirá el precio de Bitcoin?”
De más está decir que la experiencia fue un infierno para él y para mí. Yo desde un principio le dije que Bitcoin no era para él. En mi opinión, uno debe disfrutar la inversión. Si uno no tiene fe en el asunto, es mejor invertir en otra cosa. Si una inversión se va a convertir en un sufrimiento, es mejor no hacerla.
Bitcoin tampoco es para el inversor de escaso capital. Me refiero a la persona que vive de quincena a quincena. Si una persona no tiene capital para invertir y su sueldo se le va todo en sus gastos diarios, lo mejor es abstenerse de invertir en Bitcoin. Lo mejor es ahorrar en fiat para primero tener un fondo de emergencia. Y endeudarse para invertir en Bitcoin sería una locura.
Es muy importante entender muy bien el concepto de capital. “Capital” es un dinero que tenemos para invertir y es distinto al dinero que tenemos para el gasto. Lo implica que nuestro capital no es para nuestro día a día, porque nuestros gastos ya están cubiertos. Si tenemos un ingreso fijo (que cubre nuestros gastos) y un fondo reservado para las emergencias, quiere decir que nuestro capital es exclusivamente para invertir. No importa si nuestra inversión tarda 2 o 5 años en madurar. Ya que nuestros gastos están cubiertos. Y no hay apuros. Si perdemos ese capital, nuestra vida sigue sin problemas.
Una vez que estamos claros sobre nuestra capital, lo siguiente es comprender el concepto de riesgo/rendimiento. Por lo general, un activo seguro ofrece muy poco rendimiento. Y un activo muy rentable normalmente nos expone a un gran riesgo. En este contexto, el riesgo significa la posibilidad de perder nuestro dinero y seguridad generalmente significa estabilidad. La construcción de un portafolio depende de nuestra tolerancia al riesgo. Y esa “tolerancia” depende de nuestro temperamento y de nuestra situación personal.
Si contamos con mucho capital, podemos tolerar más riesgos. Si somos jóvenes, podemos tolerar más riesgos. Si conocemos de inversiones, podemos tolerar más riesgo. Si nos podemos dar el lujo de tolerar más riesgo, eso quiere decir que podemos diversificar y balancear menos.
Por defecto, un portafolio conservador coloca un 60% del capital en activos seguros (bonos de Tesoro, bonos triples A, y efectivo), un 30% del capital en activos de renta variable (acciones bursátiles, etc) y el resto en activos de alto riesgo (Bitcoin, cripto, startups, compañías de baja capital).
Claro que es perfectamente posible colocar un 60% del capital en Bitcoin y el resto en activos menos riesgosos. Pero estaríamos hablando de un portafolio altamente agresivo. En temporadas alcistas de Bitcoin, obtendremos muy buenos resultados. Pero en las bajistas sufriremos más que los demás.
En lo que se refiere a la diversificación, es importante entender que Bitcoin no es el único activo válido. Invertir en acciones, en bonos, en metales, en bonos del Tesoro, en fiat y en bienes raíces es una opción perfectamente válida. No solo se trata de rentabilidad. La estabilidad también tiene su valor. El dólar, por ejemplo, es muy útil. El -2 % que se pierde debido a la inflación se puede cubrir con las ganancias de otras inversiones o abriendo una cuenta que ofrezca intereses. Debemos recordar que el dólar aporta liquidez y estabilidad.
Claro que la diversificación no lo es todo. No es cuestión de solo tener muchos activos. También es fundamental considerar el balance riesgo/rendimiento. Es posible diversificar, pero hacerlo mal. Porque podemos concentrarnos en activos igualmente riesgosos. En este caso, la diversificación no serviría de nada.
Sigue leyendo: Encuesta de Grayscale: COVID-19 hizo que Bitcoin fuera más atractivo para los inversores
En el caso de Bitcoin, no tendría sentido diversificarse comprando altcoins. Porque estaríamos añadiendo activos más riesgosos a un activo ya riesgoso. Lo lógico sería balancear Bitcoin con fiat y acciones. Se podría colocar fiat en una cuenta que ofrezca intereses, colocar algo de capital en metales preciosos y el resto en un fondo S&P 500. Si queremos un portafolio más conservador, aumentamos el capital en fiat. Si queremos un portafolio más agresivo, aumentamos la cantidad de Bitcoin dentro del portafolio.
Los activos seguros nos ofrecen estabilidad e ingresos fijos. Eso puede resultar muy conveniente para las personas que requieran de un ingreso mensual. Los activos más volátiles no ofrecen la misma seguridad, pero nos ofrecen la oportunidad de crecer. Estos activos son los preferidos de los inversores más jóvenes que no requieren ingresos fijos de su capital, porque tienen otros ingresos (su trabajo). En estos casos, la prioridad es crecer con agresividad. Pero, al mismo tiempo, el crecimiento agresivo no es una excusa para hacer locuras y perderlo todo. Nunca está demás algo de diversificación y balanceo. Siempre es bueno construir un buen portafolio (cripto) que se ajuste a nuestras necesidades y a nuestras metas. Piensa y luego invierte.