CEO de TKCoin.org: “Carecemos de educación financiera y hoy más que nunca es necesaria”
Santiago Cassina es CEO de TKCoin.org y el creador de EDUCoin, una criptomoneda con fines educativos. Conversamos con él, en Argentina, para conocer más detalles sobre su proyecto y su visión sobre el mercado cripto en la región, entre otras cosas.
Fernando Quirós (FQ): ¿Cómo te introdujiste en el mundo de las criptomonedas?
Santiago Cassina (SC): En 2018, cuando fue el gran boom y alza de las criptomonedas compré BTC y ETH casi en el pico, hice una pequeña inversión de 600 dólares que pronto se vio reducida a poco más de un cuarto y recién ahí me puse a investigar.
Comprendí entonces que había hecho todo al revés y decidí dejarlo en ese momento, tomarlo como algo a largo plazo y olvidarme del asunto, pero tenía latente el tema de que de alguna manera los ahorros en dólares eran riesgosos ya que el dólar no tiene respaldo en metal como muchos suponen.
En 2020, decidí invertir de nuevo pero con otra mentalidad ya que había investigado y comprendido lo que representaba Bitcoin: otro tipo de respaldo, soberanía, libertad de elección.
FQ: ¿Cómo ves el mercado cripto en Argentina?
SC: Muy inmaduro todavía. Falta mucho para aprender, por lo tanto mucho para enseñar. Carecemos de educación financiera y hoy más que nunca es necesaria. Hay muchísima gente excluida de las finanzas y de la bancarización, cosa que aleja mucho más a las personas de comprender asuntos como inversiones, plazos fijos, trading, etcétera.
FQ: ¿Y en el resto de Latinoamérica?
SC: En Latinoamérica considero que es en parte similar a Argentina, pero con más facilidades para ingresar al mercado, al no existir tantas restricciones para acceder a monedas extranjeras. De todas maneras, las personas de bajos recursos siguen quedando relegadas sea en el país que sea.
FQ: EDUCoin es un proyecto pensado desde la educación. ¿Cómo y por qué surgió la idea?
SC: Tuve diferentes conversaciones con personas de distintos niveles económicos, edades y formaciones (algunos colegas informáticos como yo, otros clientes y empresarios). Noté que el tema Bitcoin generaba siempre recelo, desconfianza.
En general señalaban que “cambia mucho el precio, es muy volátil”, o “es una burbuja”, tal cual decían las noticias.
La gente está muy influenciada por las noticias. La televisión maneja la información de una manera muy particular y lo más grave es que la gente cree que “si lo dice la TV es verdad” (al igual que las etiquetas de los empaques de productos). Sin embargo, ninguno se había tomado el trabajo de investigar. Ni siquiera lo había hecho yo, pero el criterio que apliqué a partir de ahí fue diferente y decidí instruirme en el tema.
Una vez que comprendí que el problema era la falta de educación me pareció interesante ofrecer una alternativa gratuita, donde cualquiera pudiera manejar esta tecnología, sin riesgos, sin volatilidad, sin costos y de una manera didáctica. El objetivo es la enseñanza, sobre todo a los niños desde los 12 o 13 años en adelante, que son los que ya manejan teléfonos celulares y de a poco empiezan a utilizar el dinero. Aunque sabemos que la desconfianza la tienen en general los mayores, que son los que generan ingresos.
Los niños son los que eventualmente acompañan a los mayores a introducirse en las tecnologías. Así pasó con los celulares, con las redes sociales y de seguro pasará con las criptomonedas.
FQ: Tras un mes desde el lanzamiento de EDUCoin ¿Qué puedes contarnos? ¿Cómo fue la experiencia?
SC: La experiencia ha sido fantástica. Tenemos una comunidad pequeña pero sólida. Los que participan, comprenden completamente el motivo de EDUCoin y valoran el proyecto. Incluso hay docentes de nivel secundario que están pensando utilizar esta plataforma para incorporar material en sus clases, cosa que genera ganas de crear mucho más contenido.
Hay personas que cometen errores, que han perdido la billetera y las claves primarias pero crean otra billetera y les recargamos EDU para que sigan adelante y entiendan cómo funciona, que sepan que al perder sus claves no hay servicio de soporte técnico que pueda ayudarlos.
Lo que se llevan es la experiencia completa sin frustraciones y sin riesgos ya que de otra manera hubieran perdido dinero real.
FQ: ¿Qué son EDUCity y EDUShop?
SC: EDUCity por ahora es una página donde uno puede “gastar” sus EDU en impuestos, servicios y donaciones, todo de manera ficticia, escaneando el QR directamente o copiando y pegando el código en su billetera para que la experiencia de las transacciones sea práctica y rápida.
Además, se puede ver en cada uno de los ítems de la página el total de las transacciones que han sido realizadas, tanto ingresos como egresos, de manera que cualquiera puede acceder a dicha información y comprender la transparencia que esta tecnología podría brindar en caso de ser aplicada en el estado o en organizaciones privadas.
EDUShop, por otra parte, es un multimercado educativo. Le llamamos así porque cualquiera puede registrarse para adquirir y ofrecer productos y servicios de manera ficticia pero acercando también la experiencia a aquellos que quieran operar en sitios similares con dinero real.
La característica remarcable de la pasarela de pagos que utiliza el sistema es que detecta directamente en la cadena de bloques el pago del comprador y cuando la transacción ha sido confirmada por un bloque (o más, ya que la cantidad de confirmaciones es un parámetro configurable) el producto se libera automáticamente y se envía un correo electrónico al comprador con el enlace de descarga si corresponde.
Los productos ofrecidos son libres de copyright y todo es a modo didáctico, nada de lo que se ofrece generará un envío físico ni gastos reales. Hay vendedores de arte, barbijos y hasta ofrecen una mansión. La idea de abrir las puertas a los usuarios es que la creatividad de ellos es más importante que cualquier otra cosa, y esperamos que en poco tiempo artistas de la zona comiencen a promover sus obras mediante la plataforma de manera simbólica ya que no les generará ingresos reales, pero lo hará visibles en el mercado.
FQ: ¿Qué opinas de la decisión en El Salvador de tener a Bitcoin como moneda de curso legal?
SC: Opino que es un avance importante, es sacarle el velo, quitarle lo “tabú”. Incorporarlo de manera legal en un país marca un precedente, y es el puntapié inicial para generar más movimientos similares.
También considero que es primordial educar a la gente para evitar frustraciones y errores, sabemos que un error en la blockchain de Bitcoin es prácticamente irreversible. Además, así como existen los billetes falsos, también existen las billeteras falsas, scams, el phishing, la ingeniería social, y muchas otras formas más de hacerse de los fondos de otras personas para lo cual tenemos que adquirir experiencia y conocimientos. Pienso que no es así de fácil incorporar Bitcoin. Legalizarlo es una cosa, pero concientizar y educar a la gente es otra. Por eso desde aquí ponemos nuestra plataforma a disposición de la gente de El Salvador para que practiquen con esto si tienen desconfianza o dudas.
FQ: ¿Crees que otros países podrían seguir los mismos pasos?
SC: Imagino que esto puede generar una reacción en cadena, lenta pero segura. Pienso que más allá de lo que decidan los gobiernos, la gente piensa mucho en la libertad y en la soberanía y muchos están cansados de que les digan qué pueden y no pueden hacer con el dinero que ganan con su trabajo.
Considero que las obligaciones tributarias deben cumplirse, y siempre he defendido este punto, pero también considero que debo poder tomar mis decisiones, al fin y al cabo ser libre es justamente eso.
FQ: Tienes otro proyecto de una stablecoin llamada TKCoin. ¿Podrías contarnos algo sobre esto?
SC: TKCoin (TIK) es una criptomoneda estable, vinculada 1:1 con el peso argentino. Fue pensada para que, una vez que se haya consolidado la confianza con la gente, se pueda utilizar entre pequeños comerciantes locales y sus clientes.
Esperamos que de esa manera se vaya adoptando escalonadamente. Lo más importante es que cada TIK estará respaldado con un peso argentino. Más allá de la inflación y de las otras características monetarias de nuestro país, la moneda de curso legal es el peso, y es lo que las personas utilizan cotidianamente.
FQ: ¿Con qué tecnologías has estado trabajando?
SC: Toda la tecnología utilizada en nuestra plataforma está basada en el código fuente de Bitcoin y en software libre de código abierto.
EDUCoin es Bitcoin modificado para adaptarlo al lenguaje cotidiano y TKCoin cumple con las mismas características pero está valuada en vinculación con el peso argentino.
Tanto la blockchain como los nodos y servidores que utilizamos son independientes y esperamos de a poco ir descentralizando la red a medida que se incorporen más nodos.
Es importante remarcar que EDUCoin no se vende, nadie debe vendérsela a los usuarios y jamás deberían pagar por ella.
Además, quiero destacar que ambas criptomonedas han sido creadas con el único propósito de servir a la sociedad, no buscan competir con ninguna otra criptomoneda del mercado. No buscamos lucrar con esto sino dar herramientas que generen una mayor adopción de manera consciente.
Como el proyecto EDUCoin es sin fines de lucro, contamos con el apoyo de la gente para seguir creciendo, tenemos profesionales y estudiantes que se han ofrecido como voluntarios para ayudarnos y disponemos un enlace en el sitio para recibir donaciones (obviamente en criptomonedas).
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