CEO de Minka: ”La infraestructura para el dinero en gran parte de América Latina continúa rezagada, lenta y cerrada”
Minka es una fintech que nació con el objetivo de mejorar la forma en que los latinoamericanos usan su dinero. Para ello, la empresa construyó una infraestructura abierta con conceptos de tecnología Blockchain que permite mover o transferir dinero. Para conocer más detalles, Cointelegraph en Español, conversó con Domagoj Rozic, CEO de Minka, en Colombia.
Fernando Quirós (FQ): Desde Minka dicen que construyeron una nueva infraestructura tecnológica financiera basada en conceptos Blockchain. ¿A qué se refieren específicamente?
Domagoj Rozic (DR): La infraestructura para el dinero en gran parte de América Latina continúa rezagada, lenta y cerrada. Debido a que no existe una infraestructura abierta para los servicios financieros, las empresas deben invertir grandes cantidades de dinero, tiempo y recursos en temas como integración y/o manejo de transacciones, lo que resulta inviable. A través de nuestra plataforma estas empresas pueden crear sus productos financieros en tan sólo días, en vez de años.
Al usar conceptos de tecnología Blockchain, disminuimos el tiempo de integración con criptografía asimétrica para asegurar el mensaje y preocuparse sólo por el canal de integración. Por otro lado, guardando las transferencias en una blockchain pública como Bitcoin, podemos asegurar una auditoria pública e inmutabilidad de las transacciones.
FQ: ¿Qué potencial tienen las fintech en Latinoamérica?
DR: El potencial es muy grande. Las fintech están resolviendo problemas de acceso a servicios financieros, algo que es muy limitado en América Latina. Gracias a las soluciones ofrecidas por el ecosistema fintech, millones de personas y empresas han podido acceder a servicios financieros básicos como manejo de depósitos, financiamiento y pagos.
De igual manera, las fintech han generado alianzas o sinergias con grandes corporaciones y entidades financieras tradicionales con resultados positivos en la creación de productos, implementación de nuevas tecnologías y mejoramiento de los procesos. América Latina es un mercado ideal que seguirá beneficiándose de estos avances tecnológicos en el ecosistema financiero, pero todavía está dando los primeros pasos.
FQ: ¿Qué tipo de solución aporta Minka en Latinoamérica?
DR: Minka nació con el objetivo de mejorar la forma en que los latinoamericanos usan el dinero. Para ello, construimos una nueva y única infraestructura que permite mover o transferir el dinero en tiempo real, de forma segura y a bajo costo. Somos una nube de servicios financieros que conecta al sistema tradicional bancario con la Web, permitiendo crear productos financieros en días, en vez de años. Los componentes de nuestra plataforma funcionan como bloques de lego en la nube que se pueden combinar y adaptar para crear nuevos servicios financieros.
Estos legos permiten manejar los balances en la nube e intercambiarlos con el sistema financiero tradicional. Usando estos componentes nuestros clientes han creado soluciones que van desde cámaras de compensación (ACH) en tiempo real hasta monedas locales digitales.
De hecho, a través de la plataforma de Minka se han creado productos como Transfiya (en alianza con ACH Colombia) que permite hacer transferencias interbancarias en tiempo real entre personas usando solo el número de celular. Es el proyecto de pagos en tiempo real más grande de la región ya que en este participan los 27 bancos de Colombia a través de ACH Colombia.
FQ: ¿Cómo y cuándo surgió Minka?
DR: Minka se creó en el 2017 al darnos cuenta que algo estaba mal con tema de pagos en América Latina. Podemos enviar un mensaje de texto desde Colombia a Europa gratis y usando solo un número, pero para enviar cinco mil pesos a un vecino, se necesitan varios datos personales, esperar uno o dos días aproximadamente y uno termina debiendo dinero al banco. De este problema nació la idea de Minka, necesitábamos crear una nueva infraestructura para el dinero. En el momento que surgió la idea de crear la empresa se hablaba mucho de Blockchain, pero había pocas empresas que realmente estaban innovando en este aspecto y resolviendo problemas reales o difíciles. Entonces decidimos afrontar ese gran problema y construir una nueva infraestructura que permite crear productos financieros haciendo que el dinero se mueva fácil, rápido, seguro y bajos costos.
FQ: ¿Qué potencial le ves a la tecnología Blockchain?
DR: A finales de los años ochenta (cuando era niño), pedí a mis papás un dispositivo para conectarme a Internet. Cuando lo configuré me preguntaron para qué servía eso y lo único que pude responder era que, por ahora, para nada, pero que se imaginaran todo lo que uno podría hacer. No les gustó mucho la respuesta, pero es la misma respuesta que tengo con relación al Blockchain.
Hemos sido testigos de dos grandes revoluciones tecnológicas: el internet y la tecnología móvil. El internet cambió la manera como interactuamos con la información usando un simple protocolo (TCP/IP), esto habilitó la creación de nuevos gigantes tecnológicos como Amazon, Google o Facebook. Por otra parte, la revolución móvil habilitó, con otro simple protocolo, que podamos acceder a esa información en cualquier lugar y facilitó la creación de empresas como WeChat o Uber.
En 2008, con la publicación del paper de Bitcoin, empezó la tercera revolución tecnológica de la cual todavía estamos por ver los resultados.
FQ: ¿Qué potencial le ves a Bitcoin?
DR: El caso de uso actual de Bitcoin es ser una alternativa al monopolio que tiene el gobierno sobre el dinero. Bitcoin representa dinero que es descentralizado, resistente a la censura y no es la última instancia de compensación. Es un caso de uso muy poderoso, pero no es el único y la gente olvida que es un protocolo y también una plataforma. Yo veo que Bitcoin es más que el dinero de internet, lo veo como un base en la que vamos a ver nuevos casos de uso que van a cambiar industrias.
FQ: Hay mucha gente que no está bancarizada. ¿A qué crees que se debe?
DR: Es cierto, gran parte de la población de América Latina no tiene acceso a servicios financieros y vive el día a día sin la posibilidad de hacer o recibir pagos electrónicos. Es algo complejo ya que estas personas son invisibles para el sistema financiero y su única opción es optar por servicios informales como créditos “gota gota” que los dejan atrapados en un círculo de pobreza y sin oportunidad de crecimiento.
Vivimos en tiempos donde las empresas “big tech”, que fueron construidas sobre ideas de democratizar la información, cambiaron la forma en que nos comunicamos, nos movemos, socializamos e incluso, aprendemos. Sin embargo, en gran parte de América Latina, la infraestructura financiera continúa rezagada, lenta y creada para atender únicamente a la población más beneficiada.
Es una de las principales razones por las que hay poca bancarización y precisamente, en eso estamos trabajando, en crear un ecosistema que permita participar y conectar a los nuevos actores (interoperabilidad) con el fin de proporcionar servicios financieros ajustados a las necesidades actuales y que habiliten transferencias de bajo costo y en tiempo real. Trabajamos creando nuevas infraestructuras que permitan democratizar los servicios financieros para que sean accesibles a todos.
Por ejemplo, en países como India, China o Kenia, el simple hecho de poder hacer y recibir pagos electrónicos instantáneos y de bajo costo, mejoró la calidad de vida de millones de personas ya que, al estar incluidos financieramente, se incrementó el bienestar de la población, ayudó a reducir la probabilidad de caer en pobreza, aumentó la productividad y generó impactos positivos en la macroeconomía de los países.
FQ: Se dice que la tecnología promueve la inclusión, pero ¿No crees que hace falta educación financiera?
DR: Es un tema conjunto. Gracias a la tecnología y sus continuos avances, hay más facilidades para acceder a servicios financieros básicos como cuentas bancarias o créditos, lo que les permite a las personas desarrollarse a nivel personal. Sin embargo, también es necesario que éstos avances vayan de la mano con la educación financiera o con un proceso simple que les permita a las personas no solo aprender a usar los productos o servicios, sino también, a decidir de forma correcta, evitar el fraude, exigir nuevos servicios a la industria de acuerdo con sus necesidades e incluso, participar en la creación de estos.
Sin duda, la educación financiera es clave para la adopción y buen uso de los productos financieros. Por tal motivo, debe desarrollarse e ir igual de rápido que los avances tecnológicos de la industria para garantizar una verdadera inclusión financiera.
FQ: ¿De dónde proviene el nombre Minka?
DR: El nombre Minka proviene de una palabra Quechua que significa ‘trabajo colaborativo para el bien de la comunidad’ y, teniendo en cuenta que para crear una nueva infraestructura se requiere de la participación de todo el ecosistema, estamos trabajando en una Minka con los principales actores locales y globales de sector financiero como ACH Colombia, otras fintechs y empresas “big tech” como Google e Infobip. De igual manera, hacemos la invitación a las diferentes empresas que hacen parte del ecosistema a que se unan a esta Minka. La Web cambió la forma en que accedemos e interactuamos con la información, Minka está haciendo lo mismo para el dinero.
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